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domingo, 9 de mayo de 2010

DÍA DE LA MADRE

Querida madre: Tengo varias cartas escritas para ti, pero, en todos estos días, no he podido disponer del tiempo suficiente para subirlas a mi blog.
Hoy, primer domingo de Mayo, como día especial dedicado a la Madres, no quiero dejarte sin unas líneas.

Aunque estás lejos, sabes que siempre te llevo en mi pensamiento, ¡cuánto me hubiese gustado que hoy estuvieras con nosotros!

Te cuento: Mi primer regalo fue el de Anthony, ya estaba ansioso por dármelo, hasta le parecía que tardaba en despertar. A las nueve de la mañana, me dio los buenos días con una cajita envuelta en un papel plateado con dibujos de colores brillantes, la ataba una cinta que remataba en un lazo al que iba sujeta una rosa roja muy aromática. Me froté los ojos, miré un largo rato la caja, contemplándola, era tan bonita… me daba hasta pena abrirla.

Lo miré, me sonreía, ¡ míralo ¡ me dijo, obedecí y me encontré con un collar precioso. Le di un abrazo y un beso largo, prolongado, lleno de agradecimiento y amor.
Como teníamos planeado comer todos juntos en el chalé, dejé la contemplación de mi collar para otro momento.

Me levanté rápido, tenía que preparar la comida.
Había descongelado un pulpo grande, de esos que tienen la piel oscura que tanto gusta a todos y una lubina de algo más de dos kilos, por poco no me entra en la bandeja del horno.

Teníamos un día soleado y con calor. Los niños correteaban por el césped y otras veces se metían en la “casa”de Francis ¡si vieras lo lindo y cariñoso que es!

Su padre, el año pasado, le hizo una casita pequeña, tiene ventana y una puerta de entrada que puede cerrar con llave, allí se meten los más pequeños a jugar. Alrededor, y aprovechando el agua de un aspersor que riega el césped, ha plantado unos guisantes y le han nacido. Está encantado con su mini huerto. Ahora quiere transplantar una lechuga de las ya nacidas en semillero.

Hablando de mis nietos, se me ha ido el santo al cielo.

Yo quería contarte todos los regalos que he tenido. Al finalizar los postres, cada uno me dio el suyo, los envoltorios, con tanto colorido, semejaban un arco iris. Hoy ha sido como un día de Reyes.

Tengo libros para leer, playeros para hacer deporte, modelitos para esta Primavera , con manga corta, un perfume y unos zapatos de verano, ¿se puede pedir más? ¡ Qué hijos tan buenos tenemos ! ¡ Cuánto nos quieren ! Anthony sonríe al mismo tiempo que pasa su brazo por mi hombro, apretándome con cariño contra su pecho. Él también se siente muy orgulloso de todos sus hijos.

Madre, yo no podía olvidarme de ti, te he comprado un detalle muy bonito, quiero que sea una sorpresa para cuando vuelvas.

Pero, pese a todo este bombo que ha inventado el comercio, ya sabes como pienso. Las madres, las verdaderas, aquellas que quieren y cuidan a sus hijos, no deberían tener tan solo un día al año como reconocimiento a su entrega diaria, yo creo, que cada uno de los 365 días, bien podría ser el de la Madre, los regalos pueden constituir una manifestación de cariño, pero ellas se conforman con tan poco…

Viéndonos contentos y felices, se dan por satisfechas.

Cuando los hijos crecen y vuelan del nido, la madre sigue ahí, en la sombra, callada, vigilante, siempre protegiendo a sus hijos.

Cuando éstos vuelven al hogar, ese beso y abrazo que se dan, tiene más valor que cualquier regalo, por muy costoso que sea.

Gracias hijos míos, gracias de corazón por haber estado con nosotros, por vuestros abrazos y por vuestros regalos. Gracias también a vuestras mujeres y maridos, ellos hacen también un importante papel para mantenernos unidos. Que la vida os siga sonriendo.

Y ya que he llegado a los agradecimientos, no puedo acabar esta carta sin darte las gracias, una y mil veces, por la suerte que tengo de tenerte como madre, por tu bondad y sacrificio, por tu cariño, por toda tu labor a lo largo de la vida : LA DE MADRE.

El día no podía acabar sin ir al cementerio, preparé un gran centro de lilas, escogí las más fresquitas, aquellas recién abiertas.

Este año, las lilas y las glicinias han brotado de forma espectacular. Hemos hecho fotos, te las enviaré cuando me las den.

Hasta otra, madre. Deseo hayas tenido un buen día.

Tus nietos y biznietos te mandan cariños, tu hija y Anthony, un abrazo muy fuerte.

Kasioles