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domingo, 23 de mayo de 2010

SIGUEN PINTANDO



Queridísima madre: Llevo viniendo toda la semana al chalé, los pintores todavía no han acabado, ahora están pintando las cercas que bordean las terrazas ¡qué bonitas quedan!

Como no necesitan entrar en casa, ya han acabado con la bodega, no madrugo, llego sobre las diez y me dedico a podar para dejar libres las zonas que tienen que pintar. La hiedra lo invade todo.

Sin proponérmelo, al abrir un armario, me encontré con unos cuantos vestidos tuyos, de verano, de los que no quisiste llevar.

Eran los que solías ponerte cuando estabas aquí, los acaricié, los tengo colgados y en perfectas condiciones para cuando vuelvas.

Algunos siguen estando de actualidad, se vuelven a llevar los lunares y los tonos grises también.

Hoy está el día nublado, el sol ha cogido su día libre, todo, a mi alrededor, da sensación de tristeza.

¿Sabes que hoy, al estar podando una hiedra, he descubierto que los lilos están a punto de brotar?

Los lilos, madre, dan esas flores de colores blanco y morado que a ti tanto te gustan.

Anthony, siempre que viene al chalé, me trae a casa, todos los años y sin fallar, las primeras lilas.
Al principio son tan solo dos o tres, después, cuando todo está florido, se presenta con un gran ramo y me da un beso, tierno, suave, como el aroma de las lilas, me abraza.

Anthony tiene un algo que enamora, que fascina, después de tantos años de estar a su lado, no sabría definir exactamente lo que es. Quizá no sea algo estático y repetitivo, el posee el ingenio suficiente para cambiar, para que nada resulte monótono, para que me siga enzarzando en esa vorágine de sentimientos apasionados, en el amor.

A ti, madre mía, te quiero mucho, pero él me atrae, me enamora, quizá sean dos sentimientos opuestos, aunque de la misma intensidad. Los temas de cariño y amor, son muy difíciles de matizar.

Con estas idas y venidas al chalé, llego a casa tarde y casi no cocino, nos contentamos con algo rápido, unos filetes a la plancha, una ensalada, un revuelto de setas..

Máriel se ha ido de viaje, estará unos días fuera, asuntos de trabajo, quiere estar de regreso este viernes, vendrá a vernos el fin de semana, yo encantada con tenerla a nuestro lado.

Esta carta la tengo escrita desde hace bastantes días, los lilos y glicinias ya han florecido, aprovecho ahora para enviarte esa foto, ¿verdad que es bonita?
Hasta otra, prometo no tardar tanto.
Te mando un abrazo muy fuerte con aroma de flores.

Kasioles