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sábado, 18 de junio de 2011

EN ZAHARA DE LOS ATUNES: ATÚN ROJO A LA PLANCHA

Querida madre: Ya estamos de nuevo en casa ¡qué feliz me siento!

Tuvimos suerte, hemos disfrutado de un tiempo soleado para poder ir a la playa.

El día que salimos de viaje, llovía, cuando llegamos a Madrid, de vez en cuando caían unas gotas pero, al día siguiente, al continuar viaje y a medida que nos adentrábamos hacia el Sur, el sol resplandecía ¡cuánto me gustaría que vinieras con nosotros!

Zahara de los Atunes es un pueblecito tranquilo a diario, se transforma los fines de semana, viene tanta gente a las playas y a sus casas de verano, que es muy difícil encontrar un hueco en cualquier terraza para tomar algo fresquito y disfrutar de esa brisa marina que tanto apreciamos los que vivimos tierra adentro.

En todos los restaurantes nos ofrecían atún. El atún rojo es una de las especialidades de la zona.

Como a Anthony le encanta y a nosotras también, hemos disfrutado varias veces de su sabor.

Lo sirven demasiado fino ¡será por la crisis que hay que ahorrar!

El atún, para mi gusto, debe estar jugoso y al ser tan fino se pasa con facilidad.

Le prometí a Anthony que le prepararía un rico atún.

Sabes que no tengo pereza para cocinar y mucho menos si es para ti o para él.

Un día fuimos al mercado, es muy pequeño el de Zahara, pero tiene un pescado fresquísimo.

El atún lo venden despiezado en lomos, barriga y morrillo, completamente limpio, sin piel ni espinas.

Compré un kilo en filetes, no transparentes. A la hora de comer los preparé poniendo en una sartén unas gotas de aceite, dejé que se calentara mucho, eché los filetes, acto seguido les di la vuelta, salé con sal gorda y retiré. Había comprado un bote de pimientos asados y los puse de acompañamiento ¡cuánto echamos en falta los de nuestra conserva!

En el apartamento no había ni fuentes bonitas ni manteles preciosos, hemos hecho la foto al plato, como recuerdo, aparentemente queda un poco cutre, pero el sabor era extraordinario, se me hace la boca agua al recordarlo.

Te mando esas fotos de Zahara, los jardines son los que rodeaban nuestro apartamento y la foto en la que se ve el mar al fondo, está hecha desde nuestra terraza.

Me está entrando el sueño, el deshacer las maletas y lavar ropas es un poco cansado. En otra carta te seguiré contando.

Todos te mandamos abrazos. Te queremos mucho, te necesitamos, yo en especial.

Besos.


                                          Kasioles