Seguidores

sábado, 3 de septiembre de 2011

CARRILLERAS DE CERDO AL AROMA DE JEREZ

Querida madre: De nuevo tienes a tu hija escribiéndote. Cada vez se me pasa el tiempo más rápido.

No quiero faltar a nuestra cita de todas las semanas.

Lee con mucha atención lo que voy a contarte:

Un día, uno de esos en que no pones freno a tus sentimientos y buscas consuelo en la persona amiga, le dije, más o menos, que no podía vivir sin él.

Contestó a mi correo rápido, quería ayudarme, y me dijo que llegaría el día en que encontraría la fuerza suficiente para escribirle una carta.

Se han pasado casi tres años y todavía soy incapaz de afrontar la realidad.

Hoy, en otra de tantas noches en las que el sueño no logra cerrar mis ojos, me he decidido a hacerlo.

                                              Amor, amor mío
                             ¡Cuántas veces pronuncio tu nombre!
                            Mi corazón te llama desesperadamente
                                          No contestas
                                         ¡Qué lejos estás!
                                Intento olvidarte, pero no puedo.
                            Tu recuerdo, quedó impreso en mi alma
                            Como un tatuaje sin borrar
                            Me levanto y pienso en ti
                            Si intento distraerme…
                            Algo trae a mi recuerdo
                            Tu imagen, tu dulce sonrisa, tu voz.
                            Tantos años juntos… ¡mi amor!
                            Ya no escucho música
                            Cada nota araña mi alma
                                 y me rompe el corazón.
                            Si salgo…
                            Huyo de los lugares dónde estuvimos los dos.
                            Mi vida está vacía, ya no tengo amor
                           ¿Recuerdas mi mirada enamorada?
                               ¿Y el tono de mi voz?
                               Recuerda, amor,
                               El brillo de mis ojos,
                               Los latidos de mi corazón
                               Y aquél abrazo tan tierno
                           En el que nos fundíamos los dos.
                          Amor, amor mío ¡qué sola estoy!
                          Mas…no importa.
                          Dime ¡ por favor!
                          ¿Qué has visto en ella que no te haya dado yo?


Me desperté sobresaltada, miré a mi lado y Anthony dormía, me sentía liberada de tanto sufrimiento, le abracé, le abracé muy fuerte, abrió los ojos y me dijo: ¿Qué le pasa hoy a mi señora tan de mañana? Mis ojos se llenaron de lágrimas ¡qué mal lo pasé en el sueño! Me había parecido que todo era tan real….

Después de las lágrimas, vinieron las risas de felicidad, Anthony me quería, estaba a mi lado, acariciaba mi pelo y los dos nos fundimos en un fuerte abrazo, tierno, muy tierno.

Como verás, madre, los sueños a veces nos juegan malas pasadas, así que siguiendo el dicho de…”zapatero a tus zapatos”, voy rápido a mi cocina para prepararte la receta de esta semana: CARRILLERAS DE CERDO AL AROMA DE JEREZ.

Comprar un kilo de carrilleras de cerdo. Salpimentarlas y reservar.

Poner una sartén sobre el fuego con aceite, dejar calentar y dorar en él las carrilleras pasadas por harina.

Cuando tienen un bonito color por todas partes, se retiran y reservan.

Colar el aceite, echarlo en una cazuela (no todo), añadir dos o tres dientes de ajo laminados, dejar que tomen color, incorporar una cebolla grande picada, dos puerros en rodajas, tres zanahorias cortadas de igual forma y un pimiento rojo troceado.

Rehogar las verduras, dejar que se pochen un poco, añadir un tomate troceado y aromatizar con una hoja de laurel, un poco de orégano, una ramita de tomillo y otra de romero, se remueve para que se mezclen los sabores y se riega con un buen vino de Jerez seco.

Es el momento de incorporar las carrilleras, rehogarlas con las verduras y cubrirlas con agua o caldo de ave. Poner el punto de sal. Sin prisa, dejar cocer lentamente hasta que la carne esté tierna.

Se sirven acompañadas de su salsa. Si gusta más fina, se triturará con la batidora o se pasará a través del pasapurés.

Como guarnición, podemos cocer un poco de pasta a la que saltearemos en un aceite de hongos con unos ajitos muy picados.

También he preparado esta buena ensalada.

Este plato se puede hacer con antelación, Es apropiado para un domingo o día de fiesta.

Se puede salir, tomar el aperitivo con la persona querida al lado (no sólo pienso en Anthony, me estoy acordando también de ti, madre) y después, al llegar a casita, degustar esta rica comida.

Madre, si te decides a hacerlo, podías invitar a Josep, le gustaba mucho. Cuando lo veas, dale un fuerte abrazo de mi parte.

Parte de tus nietos y biznietos siguen de vacaciones. Estoy deseando que regresen para reunirnos otra vez.

¡Hasta la próxima semana!

Mientras, te mando todo mi cariño en un fuerte abrazo.

                                                                                  Kasioles