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sábado, 26 de mayo de 2012

ALBÓNDIGAS DE PESCADO Y GAMBAS EN SALSA

Querida madre: Esta semana voy a tener la agenda muy apretada.

El viernes es la fiesta de graduación de tu biznieto Armando.

A las 7 de la tarde se repartirán los diplomas en el Salón de Actos de su colegio y allí estaremos todos. Yo sé que no faltarás, él se alegrará mucho de sentir tu abrazo y felicitación.


Sólo me doy cuenta de lo rápido que se me pasan los años, al ver a mis nietos crecer.


Armando fue nuestro primer nieto y tu biznieto ¡qué alegría hemos tenido cuando nació! Tanto para los abuelos de ambas familias, como para todos los tíos y tías, siempre fue el juguete esperado.


Hoy es un chico guapo y muy alto, sigue siendo muy serio, de pocas palabras y muy estudioso, pero todavía conserva ese cariño tan especial que mostraba al abrazarnos.


Después de recibir los diplomas, dejarán a un lado el uniforme del colegio y se vestirán con un traje oscuro y corbata ¡qué guapo tiene que estar! Después, los chicos y chicas de su promoción, se darán cita en una cena.



Pasado este día, que no olvidarán, volverán al estudio, pronto tendrán la Selectividad y con ella, dependiendo de la nota que saquen, se determinará la carrera a elegir y, posiblemente, su futuro.


El sábado, se celebra un Campeonato de Gimnasia Rítmica en un pueblecito a unos 35 kilómetros de aquí, en él van a participar dos de tus biznietas: Katiuska y Laura ¿te acuerdas de ellas?

Eran muy pequeñas cuando tú te has ido, pero yo he logrado que no te olviden, siempre que sale en conversación algo relacionado contigo, les hablo de ti.


Me gustaría ir a verlas, pero me quedaré con el hermano pequeño de Laura, Alexis, tú no has llegado a conocerle, pero es de rico…

Le encanta el ordenador, nada más llegar a casa lo enciende y se mete en los juegos de Mario Bross o de Agame, es feliz.

Yo creo que maneja el ratón mejor que su abuela.

C
omo verás, mi vida transcurre entre añoranzas y ratos felices, ya nada es igual a la felicidad de antaño, a esa que salía de mi corazón en cada minuto de mi vida, sin preocuparme de ella, se había instalado como dueña y señora de mi persona.


Y ya que he mencionado la felicidad, el otro día he encontrado una frase que me ha gustado mucho, dice así:

“NUNCA CREAS FELIZ A NADIE QUE ESTÉ PENDIENTE DE LA FELICIDAD.

SE APOYA EN UNA BASE FRÁGIL QUIEN PONE SU ALEGRÍA EN LO ADVENTICIO.

EL GOCE QUE VIENE DE AFUERA, AFUERA SE IRÁ.

POR EL CONTRARIO, AQUEL QUE NACE DE UNO MISMO, ES FIEL Y FIRME Y CRECE Y NOS ACOMPAÑA HASTA EL FIN”

LUCIO ANNEO SÉNECA.

Te escribo hoy jueves pues, como te dije, voy a estar muy ocupada.

Ahora voy a enviarte rápidamente la receta de esta semana.

ALBÓNDIGAS DE PESCADO EN SALSA


INGREDIENTES:

Un lomo de pescadilla, 250 gramos de gambas, un huevo, ajo, perejil, pan rallado (sirve miga de pan remojada en leche) sal, harina y aceite.

Para la salsa, dos cebollas o cebolletas, una cucharada de carne de pimiento choricero, tres cucharadas de tomate frito, un vaso pequeño de vino blanco, sal, aceite y caldo de pescado.


PREPARACIÓN:

1- Hacer un caldo de pescado aprovechando la espina, la cabeza de la pescadilla y las cabezas y cáscaras de las gambas, añadir una rama de perejil, un trozo de cebolla y la parte verde de un puerro. Dejar cocer 20 minutos, colar el caldo y reservar.
2- Sacar la piel a la pescadilla (sirven filetes de pescado que venden congelados sin piel ni espinas, aconsejaría descongelarlos en leche para que queden más jugosos).
 
3- Hacer trocitos pequeños con el pescado, ponerlos en un bol y añadir: las gambas cortadas en trocitos, el huevo, dos dientes de ajo y perejil finamente picados, un poco de pan rallado y el punto de sal. Remover para mezclar bien. Si quedase muy apelmazado, se soltará un poco con leche o con más huevo.


4- Formar bolas con el preparado anterior, pasarlas por harina y dorarlas en una sartén con abundante aceite. Retirar y reservar.


5- Salsa: Poner una sartén al fuego con un poco de aceite, añadirle las cebollas muy picaditas, salar, dejar pochar lentamente. Cuando la cebolla está muy transparente, se le añade la carne de pimiento choricero, la salsa de tomate, el vino blanco, se sube el fuego para que se evapore el alcohol y, por último, se alarga la salsa con un poco del caldo de pescado que teníamos reservado.


6- Meter las albóndigas en la salsa, dejar cocer unos 10 minutos, retirar la cazuela del fuego, dejar reposar un ratito y servir.

Ya es un poco tarde, me está entrando el sueño, ya sólo me queda darte un fuerte abrazo de buenas noches con todo mi cariño.    
 
              Kasioles