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viernes, 28 de septiembre de 2012

GRATINADO DE FRUTOS ROJOS CON HELADO


Querida madre: ¿Te das cuenta? tan solo una semana después de dar vacaciones a mi blog (en Junio) escribí algo para ti al recordar tu aniversario. Tenía olvidada esa carta, pero, uno de los días que fuimos al chalé, la rescaté entre otras que también te he escrito. Dice así:



Siempre temo que llegue este día.


En cantidad de ocasiones no sé el día en que estoy , pero ¿creerás que siempre que llega éste me tengo que acordar?


Y, si te digo la verdad, casi preferiría que se me pasara desapercibido.


Una fuerza mayor me hace revivir los últimos momentos que pasé contigo. Recuerdo, como si fuese ayer, las palabras que te dije: Eres la mejor madre del mundo, no tengas miedo, a mi lado…


Como verás, pese a haber dejado el blog, yo no puedo pasar sin escribirte ¿qué pretendo al hacerlo?


Hay quien me dice que estoy fomentando tu recuerdo, que escribiéndote, no lograré liberarme ni olvidarte y será un obstáculo para seguir con mi vida y mi futuro.

Otros, por el contrario, opinan que es un medio extraordinario para liberar sentimientos.


Si me lo preguntan a mí, les diría que escribiendo y aún sin hacerlo, siempre estarás conmigo y que, pese a que a veces, no pueda remediar el que mis ojos se humedezcan, no por eso dejo de reír, de querer y de volcarme con los que me rodean cuando me piden ayuda o consejo.


Tú, madre mía, has sido lo más maravilloso que me ha podido ocurrir en la vida y, aunque me lo propusiera, no podría olvidarte.


Desde ese otro mundo paralelo, estoy convencida de que sigues estando a mi lado y guías mis pasos. Llego a la conclusión de que el amor de una buena madre es eterno.


Te deseo que tengas un buen día, descansa tranquila y en paz. Tu hija sonríe porque ha tenido la dicha de tenerte, de sentir tu abrazo y, todavía guarda, en el fondo de su corazón, el rescoldo de ese amor incondicional que, con tu entrega, has logrado grabar a fuego en su corazón. Gracias, madre mía, por todo lo que me has dado.


Ahora recuerdo lo mucho que te gustaba todo lo dulce.


Hoy haré para ti algo especial: GRATINADO DE FRUTOS DEL BOSQUE CON HELADO DE VAINILLA.


INGREDIENTES: Frutos rojos variados, yo he utilizado los que he podido encontrar: un racimo de uvas negras, un paquete de arándanos deshidratados, y una bandeja pequeña de frambuesas.


También se necesitarán 60 grs de mantequilla, un vaso o algo más (de los de vino) de vinagre de Módena o vinagre balsámico, 125 grs de azúcar, helado de nata o vainilla y tantas rodajas de piña como número de comensales tengamos.


PREPARACIÓN:


1- Poner a hidratar en agua templada con un poco de brandy, los arándanos. Cuando estén, escurrir y reservar.


2- Poner una sartén sobre el fuego, añadir el azúcar, echar unas gotas de agua y hacer un caramelo de color oscuro, con cuidado de que no se queme.


3- Añadir el vinagre balsámico y remover despacio, dejar que reduzca un buen rato sobre el fuego.
 



4- Separar la sartén del foco de calor y añadir la mantequilla en un trozo, remover, poco a poco se irá fundiendo y la reducción cogerá un tono brillante.


5- Volver a poner la sartén sobre fuego medio, añadir las frutas troceadas (yo sólo partí las uvas y aproveché para sacarle las pepitas) dejar hacer hasta que la fruta esté blanda.



6- Presentación: Poner en un plato una rodaja de piña bien escurrida, en su centro, una bola de helado de vainilla y, al lado, un montoncito de frutas rojas, salsear y disfrutad del conjunto.


Deseo que te guste este postre, en él quiero enviarte todo mi cariño con un fuerte abrazo.



                                        Kasioles