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sábado, 15 de diciembre de 2012

PARA LA CRISIS.......... SALPICON DE MEJILLONES

Querida madre:
Debería tener la carta ya escrita, la receta preparada y todo listo para subirlo al blog y mandártelo.

Pero hoy ya es viernes y tu hija anda muy atrasada.


Hasta pensé en dejarte sin carta esta semana pero, como después me entrarían remordimientos de conciencia, aquí me tienes intentando ser lo más breve que pueda para continuar con lo que te prometí en mi carta anterior.

Me estoy refiriendo a uno de los platos típicos de Málaga: El espeto.

La verdad es que se ha convertido en la atracción de los turistas y de todas aquellas personas, malagueñas o no, que aprecien el verdadero sabor de una sardina.

Cuando paseando a la orilla del mar te viene ese olorcillo rico a sardinas asadas, te entra un cosquilleo en el estómago que, inconscientemente, vas siguiendo la pista de ese olor hasta llegar al sitio donde están haciendo el espeto.

En realidad, el espeto no es más que un palo, una caña de unos 20 o 30 cm de longitud que atraviesa a media docena de sardinas, están enteras, con sus tripas y cabezas, ligeramente saladas.




La técnica consiste en hacerlo justo por debajo de la espina central, así se logra que no se rompan y puedan caer a las brasas.

Primeramente, con unos lechos gruesos, se hace fuego sobre una barca, cuando se ponen al rojo, se coloca el espeto un poco inclinado cerca de las brasas y, cuando están asadas por los dos lados, se sirven rápidamente.


Un dato a destacar, es el tamaño de la sardina, las que usan para el espeto son pequeñas, no se parecen en nada a las también riquísimas sardinas gallegas que son mucho más grandes.



Las barcas, donde se hacen los espetos, están ancladas en la arena de la playa.

Pero, como todos no tenemos barca (eso lo dejamos para aquellos pescadores que saben muy bien tender sus redes y capturar toda clase de pescados) he pensado que, para nosotr@s que somos aficionad@s al buen comer y nos gustan las sardinas, preparar en un rinconcito de nuestro jardín unas brasas o hacerlo sobre la arena de una playa.

Y para aquellos otros de tierra adentro que no puedan hacer el espeto… ¿por qué no hacer un viajecito a Málaga y saborearlas allí?

Se suele decir que los mejores meses para comer un buen espeto son los de verano (Junio, Julio, Agosto) pero nosotras, que lo hemos probado en Octubre, puedo afirmar que estaban buenísimas.

También he oído que quieren quitar los chiringuitos (pequeños establecimientos con una construcción provisional, que se levantan sobre la arena de la playa y atraen con sus ricos olores de pescaditos y paellas a todo aquél que se acerque a sus mesas) de la playa por estar asentados sobre la arena. De momento, ya hay una Ley de Costas que prohibe hacer espetos desde el 15 de Octubre al 15 de Junio.

Y ahora pensaré qué plato voy a preparar. De momento me voy a la compra y a la vuelta…

Me he decidido por un SALPICON DE MEJILLONES.

INGREDIENTES: Dos kg de mejillones, un vasito de vino blanco, unos filetes de pescadilla congelados (yo no los tenía y eché una cola de pescadilla), 4 huevos, 1 o dos cebolletas, 5 patatas, medio kg de langostinos cocidos, sal gorda, aceite, vinagre y perejil, pimiento rojo, caldo de cocer las cáscaras de langostinos y pescado, lechugas variadas, dos tomates para ensalada, un poco de caldo de haber cocido el pescado y las cáscaras de langostinos y, por último, aceitunas negras o verdes para decorar.


















PREPARACION: 1- Limpiar bien los mejillones, ponerlos en una cazuela con un vasito de vino blanco, llevarlos a ebullición para que se abran al vapor, retirar, desechar las cáscaras y reservar la carne.


2- Pelar las patatas, ponerlas a cocer en agua con sal unos 25 minutos. Sacar del agua, cortar en dados y reservar.



3- Poner en una cazuela con agua y el verde de las cebolletas, los filetes de pescado, dejar que den un hervor y añadir los langostinos pelados, dejar dos o tres minutos (según tamaño) retirar y reservar.

4- Cocer los huevos 10 minutos. Pelarlos, picarlos, no todos, ya que hay que conservar dos yemas de huevo para hacer el aliño.

5- Picar en cuadraditos pequeños el pimiento rojo (admite también verde), la cebolleta, trocear el pescado y reservar.



6- Preparar el aliño: Poner en un bol las dos yemas de huevo, deshacerlas con un poco de caldo de haber cocido los pescados, añadirles bastante perejil muy picadito y echar, por cada medida de aceite, media de vinagre, mezclar bien y reservar.


7- Montar el salpicón

8- Poner en el fondo, cubriéndolo, las patatas cortadas en dados, cubrirlas con los trozos de pescado y los langostinos cortados en dos o tres trozos, poner las lechugas variadas por las esquinas y bordes, esparcir los huevos troceados y poner los mejillones por encima.

9- Por último, decorar con el tomate cortado en gajos, aceitunas y aliñar con el preparado reservado.


10- Servir frío y degustarlo con buen apetito.




Como veréis, he sustituido lo típico del salpicón, que es el rape, por unos mejillones que son más asequibles para soportar la crisis que, de una u otra forma, a todos nos afecta.

Madre, apenas he dormido, ha venido Willi, estuvimos charlando hasta muy tarde y después, sería por la emoción, no he podido conciliar el sueño.

Deseo que esta receta la haya explicado bien, pediré disculpas si he omitido algo, esto de estar dormida…

Te dejo un fuerte abrazo y, pese al tiempo que ha pasado, cada día siento que te quiero más.

Más cariños.

                                 Kasioles