Seguidores

jueves, 30 de octubre de 2014

UNA MIXTURA CON MERMELADA INCLUIDA

Querida madre: Hoy llevo un día de esos en que, sin proponérmelo, se van agolpando los recuerdos en mi memoria y acabo hecha un mar de lágrimas.

Mil veces me repito que soy yo y sólo yo, la que gobierna mis pensamientos, la que tiene la llave y el poder para liberarlos o guardarlos muy adentro, pero hay veces (¡ya me gustaría a mí saber lo que pasa por la  cabecita de Kasioles!) que se rebelan, es como la marea que se despierta embravecida y te arrastra hacia un acantilado para arañarte el alma.

¿Será porque se acercan días tristes? Lo que nunca he llegado a entender es  por qué, en  ese día de Todos los Santos, todos tenemos que recordar y llevarles flores a los seres queridos que moran en otra dimensión.

Siempre que voy al cementerio, lo encuentro desolado, casi nadie lo visita y el viento, ha hecho estragos con todas las flores que allí han depositado el año pasado.

Las hierbas, que crecieron salvajes alrededor de las tumbas, se han multiplicado, hay cardos de más de un metro y todo en él, da la sensación de un lugar abandonado.

Llegando estos días, las conciencias despiertan y la reja de entrada, antes cerrada con un candado, ahora aparece abierta porque se observa un ir y venir  de gente limpiando ¡Pero si hasta el Ayuntamiento ha recordado que tenía que limpiar la maleza acumulada durante todo el año!

Mejor que cambie de tema y te cuente que, estando la otra semana en el pueblo, se me ocurrió abrir tu armario, todavía guardo en él gran parte de tu ropa de verano, me faltó tiempo para coger un cuaderno y escribir estas líneas que acompaño con aquella canción que tanto te gustaba y que cantabas cuando recordabas a mi abuela, que yo también adoraba.


EN CADA ANAQUEL QUE VEO,
NADA MÁS ABRIR TU ARMARIO,
HE CREÍDO RESPIRAR
EL SUAVE OLOR DE TU PIEL
QUE SALÍA DE TUS VESTIDOS DOBLADOS.

Y, AL MISMO TIEMPO, SENTÍ
LA SUAVIDAD DE TUS MANOS
Y RECORDÉ TU MIRADA
LA SONRISA DE TUS LABIOS
TU PELO COLOR DE PLATA
Y EL CALOR DE TUS ABRAZOS.

GRACIAS, MADRE MÍA, MIL GRACIAS
¡POR TODO CUANTO ME HAS DADO!

Y como no está nada bien que me salte la cocina, voy a preparar, con los últimos higos recogidos del árbol, una mermelada con nueces que, para el buen paladar, es el mejor regalo.

MERMELADA DE HIGOS Y NUECES AL AROMA DE RON.

INGREDIENTES: Por cada kilo de higos, se pone medio de azúcar, un limón, 200g de nueces, una copa de ron añejo y una rama de vainilla  o si se prefiere, de canela.


PREPARACIÓN:
1-   Sacar los rabitos a los higos, trocearlos y ponerlos en una fuente grande,  bien extendidos.

2-   Añadirles el azúcar, remover y dejar así, macerándose, toda una noche en un lugar fresco.

3-   Al día siguiente, el azúcar habrá desaparecido y los higos habrán soltado parte de su jugo quedando rodeados de una especie de almíbar.

4-   Pasar los higos a una cazuela, añadirles un limón troceado y bien pelado y la ramita de vainilla partida en dos, a lo largo.

5-   Poner sobre el fuego y dejar que hierva, remover de vez en cuando para que no se agarren al fondo. Bajar un poco el fuego y dejar cocer durante 25-30 minutos.

6-   Mientras, pelar las nueces y triturarlas un poco en un mortero, no es necesario reducirlas a polvo. Reservar.

7-   Pasado el tiempo de cocción, se retiran las ramitas de vainilla y se  tritura el resto con la batidora eléctrica - No es preciso triturarlo mucho, a mí me gusta encontrar trocitos de higo.

8-    Añadir las nueces, remover para mezclar, dejar unos minutos sobre el fuego. Hay que tener cuidado porque, al llegar a este punto, la mermelada ha cogido consistencia y empieza a saltar ¡Cuidado con las manos y los brazos! Las quemaduras pueden ser importantes.

9-   Es el momento de regar con la copa de ron. Subir el fuego y dejar que se evapore el alcohol Retirar.

10- Rellenar los tarros, esterilizados previamente en agua hirviendo, cerrarlos y ponerlos boca abajo hasta que se enfríen.

11-Degustar en la intimidad con el desayuno, una merienda compartida o cuando os apetezca. ¡Pero que buenísima está! Y pensar que a mí no me gusta engordar….¡Qué peligro!

 Y antes de dar por finalizada mi carta, voy a intentar escribir algo que se parezca a un poema, un acróstico, para recordaros que el día 3 de Noviembre hay que felicitar a:

ANDO PERDIDA EN EL TIEMPO
NADA HAY QUE SEPA HACER
DESDE QUE YA NO LO TENGO
RETORNO AL AMOR DE AYER.

ENVUELTOS EN DULCES SUEÑOS
DE ESPERANZA E ILUSIONES
EMPEZAMOS UNA VIDA
ACUMULANDO EMOCIONES.

RECUERDOS TENGO A MONTONES
TIEMPO HA QUE LOS REVIVO
AMARTE PARA MÍ HA SIDO
BELLO SUEÑO COMPARTIDO.

ROBASTE MI CORAZÓN
OTRO IGUAL NO HE CONSEGUIDO
PERO…
AÚN SÉ AGRADECER
Y DAR CARIÑO AL AMIGO
QUE ESCRIBE COMO LOS ÁNGELES
Y ENTRE EPÍSTOLAS Y VERSOS
ME ENSEÑA A CONTINUAR
¡ESTE DIFÍCIL CAMINO!

Para ti y tu nieto Juan, os deseo un feliz día en compañía de toda la familia.

Y…con esta mermelada que acabo de hacer, ya me he evadido de mis tristes pensamientos, se la dedico a todos los golosos y, aunque en ellos no me incluyo, sí tengo que reconocer que me encanta.

Madre, hasta mi próxima carta, te adelanto  un abrazo muy fuerte con los cariños de tu hija

                               Kasioles