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miércoles, 22 de abril de 2015

MERLUZA RELLENA AL AROMA DE CITRICOS

Querida madre: Llevo sin salir de casa desde que he  vuelto de viaje, tenía el correo a tope y he estado contestando a todos los comentarios que tenía atrasados, ha sido una forma de descansar de tantas caminatas como he hecho.

Y ahora voy a tratar de seguir analizándome:
Cuando no se asoman a mi mente dudas y malos pensamientos, me invaden momentos felices al volver a  sentir ese brote de amor que dormitaba en mi pecho. Entonces.... me veo junto a ti, mirándonos en silencio, pero los dos sabemos que nuestros corazones se comunican con un lenguaje especial que sólo  nosotros entendemos.
Rodeas mi cintura para acercarme a tu cuerpo y caminamos muy juntos, felices y sonriendo.

Los árboles nos conocen, saben mucho de lo nuestro, ellos son fieles testigos del amor que nos une y anida muy adentro. Y se alegran de las risas, de lo que comentamos, de nuestros abrazos y besos, respiran un  ambiente feliz que transmiten cuando nos muestran sus flores de un bonito color y aroma intenso.
La tarde declina, el sol ya se mete entre los pinos que bordean la piscina, los últimos rayos iluminan sus aguas de un azul transparente, Anthony me sonríe feliz y yo le dejo un beso tierno  en la frente. No conforme con eso, me abraza, me susurra y envuelve ¡y yo me dejo llevar por mi suerte!


Cuando la luz estrellada aparece en la noche surcando el cielo, nos sentamos en la terraza mirando a lo lejos, su brazo rodea mi cuerpo y yo me imagino que estoy en el cielo.



EN MI CARTA ANTERIOR PASÉ POR…

 Momentos malos
 Que me atrapan,
 Me entristecen,
Surgen sin mediar palabra
Y en silencio, permanecen.

Entonces…
 Disminuye mi visión
El sol se nubla a lo lejos
Tan solo veo reflejos
De lo que he sido y no soy.

La nostalgia se apodera
De mi corazón herido
Que aún guarda tu latido
Como eco de tu amor.

Pero hay otros…
En que, sintiéndote cerca,
Me haces soñar despierta
Y vuelve a mí la ilusión.

Este domingo nos juntamos casi todos en el pueblo, he ido pronto,  quería repetir un plato que hice el día de Año Nuevo y está buenísimo, tenía que hacer las fotos de cada paso para poder compartirlo con todos vosotros.

Se trata de una merluza rellena, os aseguro que además de quedar como una excelente anfitriona a la hora de invitar, también conquistaréis el estómago de la persona amada.

También le rellené una lubina a Máriel, para que la llevase y no perdiese tiempo haciendo su comida para el día siguiente.

INGREDIENTES: Una merluza o una cola grande, 4 cebollas, cuarto kilo de langostinos y cuarto de gambas, pimientas rosa y negra molidas, sal gruesa, una bolsita de chalotas o cebollitas francesas, unas ramitas de eneldo fresco, dos limones y dos limas, aceite, vino blanco y caldo de pescado.
Para hacer el caldo de pescado, necesitamos las cabezas y pieles de los langostinos y las gambas, una buena rama de perejil, cebolla, un tomate, la espina de la merluza, agua y sal.


PREPARACIÓN:
1-  Pelar las cebollitas francesas y sacarles la primera capa por si estuviese dura.

2-  Pasarlas a una fuente que pueda ir al horno, salpimentarlas y añadirles un chorrito de aceite de oliva por encima.

3-  Meterlas al horno precalentado a 180 grados y dejar que se vayan dorando lentamente, darles vuelta de vez en cuando. Cuando están, se retiran y reservan.

4-  Mientras se asan las cebolletas, se prepara el caldo de pescado. Poner en una cazuela todos los ingredientes del caldo, cubrir de agua y dejar cocer durante 15-20 minutos.

5-  Desespumar el caldo, colar y reservar.

6-  Cortar las cebollas en juliana fina.

7-  Pocharlas en una sartén con un poco de aceite y sal. Reservar.

8-  Después de pelados los langostinos y las gambas, se parten en trocitos.

9-  Mezclarlos con la cebolla pochada. Reservar.


10- Después de sacar la espina central a la merluza, se abre como si de un libro se tratase.

11-  Salpimentarla por los dos lados.

12-  Rellenar un lomo con la mezcla de la cebolla, langostinos y gambas que teníamos reservada.

13-  Al otro lomo echarle ralladuras de lima, limón y un poquito de eneldo picado.

14-  Cerrar la merluza y hacer unos cortes en su superficie. Cortar rodajas de lima y limón, partir cada una en dos y rellenar los cortes con ellas, alternando los colores de los  cítricos.


15-  Mezclar un poco del caldo de pescado con una copa de vino blanco, regar la merluza con ello y un hilo de un buen aceite de oliva. Poner alrededor unas rodajas de tomate  y meter al horno precalentado durante 30 minutos más o menos.

16-  Cuando veamos que, entre los cortes, salga un líquido blanquecino, el pescado estará en su punto y se retira del horno.

17- Servir con las cebolletas reservadas, espolvorear con eneldo picadito y disfrutad de este excelente plato. Un vino blanco bien frío es el acompañamiento ideal.

Y ya acabo, con el gustillo de haberos dejado una receta que ha sido todo un éxito en casa.


Os mando cariños y abrazos para compartir, de más está el que os diga que siempre nos acordamos de vosotros.

                               Kasioles