Querida madre: De
nuevo vuelvo a escribirte y no quisiera pasar por alto el comunicarte que, este
domingo, estaremos todos juntos para celebrar el cumpleaños de Máriel.
Lo lleva preparando con tiempo para que nadie
tuviese guardia o algún trabajo que hacer. Te echaremos de menos, mejor dicho,
os echaremos en falta y os recordaremos.
Y como en mi carta
anterior empezaba a contarte algo que no acabé, lo haré ahora:
Aquél Sr que se
había sentado a mi lado en el autobús, no hay duda de que tenía ganas de hablar
y, por lo que me dijo más tarde, era él el que no aguantaba el frío y por eso
prefería las altas temperaturas del verano.
Lo entiendo, le
dije, si ha nacido en esta tierra… seguro que ya se habrá acostumbrado a pasar
calor.
¿De dónde es Vd? Me
preguntó.
No tuve
inconveniente en decirle que era gallega y, en ese momento, debió de
encendérsele la lucecita de sus recuerdos.
Empezó a contarme que había conocido en
Benidor a una chica de Lugo, que pasaron una semana fenomenal, que se entendían
muy bien y que iniciaron una relación.
Madre, lo voy a
dejar aquí y seguiré en la próxima.
Durante la semana,
intenté no pensar en Sandro, lo había conseguido pero… ¿me creerás si te digo
que visitando a un amigo bloguero (Llorenç Gimenez en su blog, MI QUERIDA
OPINIÓN) leí su entrada y allí me encontré con Sandro?
Bueno, ¡qué más
quisiera yo! Pero fue tan solo ver su nombre para que volviese su imagen a mi
mente y escribiese para él:
Guardaré en mis
manos el tacto de tu piel
En mi piel, el
calor de tu abrazo,
En el abrazo, el
cariño que dejaste
En ese fugaz
momento
Que acabó siendo un
fracaso.
Guardaré, entre mis
recuerdos,
Los dulces días del
ayer
Cuando caminabas a
mi lado
Y tratabas de guiar
mis pasos.
Guardaré…
¡Tengo tanto que
guardar de ti…!
Que aún no logro
explicarme
El porqué no has
vuelto a llamarme.
Y ahora es el
momento de que me ponga a cocinar.
Esta semana
prepararé un salteado de verduras con dados de pollo al curry.
INGREDIENTES: Una
pechuga de pollo o media (dependiendo de las cantidades que vayamos a hacer),
dos dientes de ajo, una rama de perejil, tomates cherry, un calabacín, una berenjena, una piña de
brócoli, tres champiñones, dos boletus, setas variadas y congeladas, sal,
pimienta roja y negra, una cucharadita de curry y un buen aceite de oliva.
PREPARACIÓN:
1- Trocear en dados, un poco grandes, la
berenjena, el calabacín y separar los ramilletes de la piña del brócoli, si
fuesen muy grandes, se partirán en dos.
2- En una cazuela o sartén grande, poner el
aceite suficiente para que cubra el fondo, dejar calentar y añadir los ajos
pelados y laminados. Dejar que tomen un poco de color.
3- Añadir la berenjena y el calabacín
troceados. Subir un poco el fuego y saltear las verduras. Más tarde se bajará
un poco y se dejan que se vayan haciendo más lentamente.
4- Salpimentar las verduras.
5- Trocear las setas y laminar los champiñones.
6- Añadir el brócoli cortado en ramilletes
pequeños y las setas. Remover y tapar la cazuela. Dejar a fuego mediano que se
vayan haciendo todas las verduras.
7- Mientras, cortar la pechuga de pollo en
dados, y espolvorearlos con una cucharadita de curry y un poco de sal.
8- Remover para que se impregnen bien por todas
partes.
9- Poner sobre el fuego una sartén con un poco
de aceite, dejar calentar bien y saltear en él los dados de pechuga de pollo.
Reservar.
10- Cortar los tomates cherry
en dos.
11- En otra sartén con un poco
de aceite bien caliente, saltear los tomates, añadirles sal y un poco de
perejil muy picado. Reservar.
12- Cuando el brócoli está
cocido, se retira la cazuela del fuego, se ponen las verduras en una fuente y
se distribuye por encima los dados de pechuga y los tomates cherry.
13- Servir.
Tengo que reconocer
que a mí me gustan todas las verduras, por esta razón, me parece un plato de
fiesta. Para los que no coman carne, se puede sustituir el pollo por unos
langostinos salteados.
Está bueno de todas
formas.
Y para acabar, quiero mandaros un montón de
cariños de la familia al completo.
Cuando nos
reunamos, alguien dirá: Si estuvieran aquí y nos vieran tan unidos y felices…
Habrán adivinado mis pensamientos.
Un abrazo, madre
mía.