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sábado, 24 de julio de 2010

ESPAÑA EN SILENCIO, ESPAÑA ACALORADA, GRITOS DE ESPAÑA

Mi querida madre: En estos días de verano, el calor aprieta, nada más que me levanto, bajo las persianas, la casa queda en penumbra, está triste, oscura, invita a la reflexión, a pensar.

Me dejo caer en el sofá y miro en mi interior, rebusco entre mis recuerdos, el primero que aflora es el tuyo, madre.

Necesito escribirte, quiero contarte las últimas novedades:

Tu nieto Lucho, ha regresado de las vacaciones con su familia, venían encantados, lo que vieron de Francia les ha gustado mucho.

Como recuerdo, te han traído un alfiler precioso, para que sujetes el pañuelo que siempre sueles llevar anudado al cuello o lo pongas de adorno en la solapa de un vestido o chaqueta.

A mí, me han obsequiado con otro parecido. Te gustará, es muy bonito.

Tan solo por el hecho de haberse acordado de nosotras, se merecen nuestro sincero agradecimiento.

Hoy se respira un gran revuelo en toda España e incluso más allá de sus fronteras ¿Cuál es el gran acontecimiento?

Seguro que hasta ahí, ha llegado el griterío, es como una marabunta en expansión, juega España con Alemania, es la semifinal.

Ya sé que no te la perderás, a ti el fútbol te entretiene, y animarás para que metan ese gol tan esperado.

¡Claro que yo también quiero que gane España!

A mí el fútbol….pero respeto que Anthony disfrute viendo los partidos, yo prefiero dedicar ese tiempo para hacer otras cosas.

Tenía esta carta sin acabar y quiero que sepas que hoy, 7 de Julio de 2010, he visto el partido íntegro, el primero de toda mi vida, cuando acabó, he podido entender algo sobre esa gran afición que arrastra a las masas, ¡si supieras que hasta ha llegado a emocionarme!

Yo creo que me entró el gusanillo, he vuelto a repetir, no me he perdido ni un minuto de la final, sinceramente, no me gustó tanto, he sufrido, todo eran zancadillas, patadas, en fin, juego sucio por parte de los holandeses.

El triunfo de España, muy merecido, hizo que la ciudad despertase:
Pitos, trompetas, cohetes, tracas, gritos aclamando a los campeones, en fin, todo un hervidero de alegría.

En la piscina de la comunidad, la gente joven, olvidó las normas y se tiraban vestidos al agua.

Hoy, 11 de Julio de 2010, después de ochenta años, somos campeones del mundo de fútbol.

Y como de alguna manera quiero dejar constancia de este día, compondré una receta que haga alusión a las patadas que han recibido nuestros campeones, celebremos su victoria con un buen plato de:

ZANCARRÓN EN SALSA DE VERDURAS
Pedir al carnicero un morcillo o zancarrón delantero, si fuese grande, dividirlo en dos trozos, reservar.

En un puchero con agua, echar algunos trocitos de carne que tengamos reservados para hacer un caldo, agregarles una zanahoria, un trozo de cebolla, la parte verde de un puerro y una buena rama de perejil, dejar cocer durante una media hora, colar el caldo y reservarlo.

En una cazuela amplia, se echa aceite, dejar calentar bien, añadir unos dientes de ajo con su piel, echar los dos trozos de morcillo y dejar que se doren por todas partes, que se forme como una especie de costra alrededor, esto impedirá, que los jugos que tiene la carne, salgan al exterior, es una forma de que resulte más jugosa.

Cuando están, se retiran y reservan.

En el aceite sobrante, se echa una buena cebolla picada, un pimiento verde italiano y un trozo rojo, ambos troceados, rehogar, añadir un par de zanahorias en rodajas, seguir rehogando, poner sal a las verduras y, cuando estén pochadas, se incorpora la carne.

Remover para que se mezcle con las verduras.

Es el momento de agregar un tomate picado o en salsa, frito, un buen vaso de vino blanco y el caldo de carne, salar.

Dejar cocer el conjunto por espacio de una hora o más, hasta que el morcillo esté tierno. Si se dispone de olla a presión, se haría en veinte minutos.

En el caso de que se evaporase el agua, se puede añadir algo más de vino blanco y caldo de carne.

Cuando el zancarrón está en su punto, se retira y deja enfriar.

La salsa se tritura, si se quiere más fina, se pasa a través de un chino. En el caso de que quedase demasiado líquida, se volverá a poner sobre el fuego y se irá espesando con un poco de maicena disuelta en caldo de carne frío o en agua.

Cuando el morcillo esté templado y se pueda cortar, se hacen rodajas de cada trozo, se meten en la salsa.

Se acompaña este plato un unas patatas, cortadas un poco gordas, cocidas al dente en agua con una hoja de laurel, un casco de cebolla y un poco de azafrán en polvo, salar.

Cuando las patatas están, se escurren y retiran.

En una sartén con abundante aceite, se fríen, se les quita el exceso de grasa poniéndolas sobre un papel absorbente, y se adornan con unas tiras de pimientos rojos asados, es por aquello de seguir enarbolando la bandera de España.
Las patatas que figuran en la foto, están cocidas, pero no tuve tiempo de freírlas, preparé una mahonesa con ajo, perejil y vinagre, envolví las patatas en ella y adorné con unos pimientos asados.

Acabo ya, todos te mandan abrazos, a los de ellos, une éste tan fuerte que te da tu hija.

Kasioles