Aquí, noto la sensación de tenerte más cerca.
Pero si supieras lo bien que lo hemos pasado…
Tu hija, por momentos, se parecía a aquella que tú has conocido: risueña, alegre, movida, en fin, un torbellino.
Pero en los días en que estuve fuera, también he tenido ratos en los que he notado que estabas cerca. Una de las veces, viendo una iglesia enorme, te sentí sentada en aquél banco, a mi lado, y yo cogía tu mano para ayudarte a levantar. En ese momento, no pude por menos que emocionarme, pero sabes que me duró poco, Anthony cogió mi mano y seguimos andando perdiéndonos entre la multitud de turistas que también admiraban la belleza oculta entre aquellos muros.
Pero empezaré a contarte por lo primero que vimos:
Nada más salir de una boca de metro, nos encontramos con la Place de Saint Michel.
Tiene una fuente con dos leones que tienen cuerpo de dragón, y por su boca sale un chorro continúo de agua. Arriba, está la estatua del arcángel San Miguel dominando a un dragón.
Esta plaza está muy cerca del Barrio Latino, de Notre Dame, del Sena y del hotel dónde nos hemos hospedado.
Es el punto de reunión de la juventud parisina, la mayor parte deben ser estudiantes, más tarde me enteré que no lejos se encuentra la Sorbona y las facultades de Medicina.
Alrededor de esta plaza, hay unas calles peatonales estrechas que guardan todavía el encanto de un París medieval, sus casas están un poco inclinadas y tienen entramados de madera.
El Barrio Latino, junto con el de Saint Severin, se convirtieron en una especie de zona popular y económica donde se puede saborear una restauración de diferentes nacionalidades: árabe, italiana, griega, libanesa etc, etc.
Típicos son los Bistrots, son esos restaurantes parisinos dónde se puede saborear la cocina tradicional francesa.
Cruzando la plaza de la fuente, nos dirigimos al Sena:
Como dos enamorados
Y cual pájaros sin nido
Hemos volado muy alto
Surcando un cielo escondido.
Tu brazo sobre mi hombro
Me abrazaba con cariño
Sentí que me protegías
Con dulzura de chiquillo.
El viaje se hizo corto
Y al poco descubrimos
Un París lleno de luz
El Sol, vino a recibirnos.
Cruzamos por varios puentes
De la mano bien cogidos
Contemplando el bello Sena
Allí un beso nos dimos.
A lo lejos escuchamos
La canción que nos unió
De un violín y su arco
Salían notas de A
M
O
R
No quiero cansarte con tantos monumentos, ahora voy a prepararle para Marinel la receta que me ha pedido.
PRESCRIPCIÓN: Tabla de entrantes para abrir el apetito y fortalecer los huesos.
DIAGNÓSTICO: No procede, está sanísima.
POSOLOGÍA: Un cuarto de tabla antes de empezar la comida, se recomienda acompañarla de una copita de un buen vino Ribera de Duero.
DURACIÓN DEL TRATAMIENTO: Hasta que se canse del menú.
PACIENTE: MARINEL POETA Y MADRE
Nº IDENTIFICACIÓN: 47/0657843285
MÉDICO: KASIOLES
FECHA DE PRESCRIPCIÓN: 24-3-2012
INGREDIENTES: Quesos de rulo de cabra, oveja y brie francés, panecillos de pita, pasas o semillas, jamón serrano, lonchas de chorizo, tomatitos cherrys, orejones, nueces, salsa de yogur y admite todo lo que la imaginación quiera ponerle y sea comestible.
Como los ingredientes se colocan según la imaginación y gusto de cada uno, no hay problema.
Paso a hacer la salsa de yogur: Poner en un cuenco un yogur griego, rallar media cebolleta pequeña y añadirla, pelar el pepino, sacarle las pepitas y trocearlo muy menudo, incorporarlo también, aromatizar con un poquito de ajo rallado, unas gotas de limón y de aceite y por último poner unos trocitos de menta u otra hierba que guste.
Remover todo muy bien para mezclar y si se quiere una nota de color, podemos añadir la parte externa de un tomate duro muy picadito.
Madre, me imagino que mi amiga Marinel haya quedado satisfecha con este entrante, va para ella con mis cariños.
Y como todavía no he preparado nuestra comida, tengo que acabar.
Te mando un abrazo muy fuerte con todo nuestro cariño, te deseo tengas una feliz semana, ya sabes que siempre me acuerdo de ti.
Besos.
Kasioles