
Debí quedarme
ensimismada, no me preguntes, no sé en lo que pensaba, de pronto…un vuelo de
dos urracas me hizo volver a la realidad.
Ese árbol era su
casa, en él habían construido su nido, ahora ya sólo quedan unas cuantas ramas
como recuerdo de lo que en su día, había sido.
Era un nido de
amor, de ilusiones y proyectos compartidos, ahí nacieron sus hijos y yo escuché
sus primeros graznidos.
El árbol acusa el
cambio de estación, no hay vida en sus hojas, todo él se ha vuelto de color
marrón.
Muchas de ellas se
resisten a caer, no quieren formar parte de esa alfombra que cubre las aceras y
parte de la calle.
Cuando salgo de
casa, las piso con algo de temor, las oigo crujir bajo mis pies y temo lastimar
su corazón.
¿Sentirán las
hojas? ¿Sentirán las flores?
Yo quiero creer que
sí, que algo existe en su interior.
A veces, cuando les hablo, y les cuento que su
jardinero nunca más retornará, advierto en sus verdes hojas, algo parecido a
la nostalgia que apaga su brillar.
Las rosas de mi jardín, van perdiendo su
hermosura y su olor ya no es igual.
Ayer noche, miré al
cielo, observé la luna y me acordé de la palabra que Sindel había propuesto
para esta semana, quise reflejarla en mis letras: LUNA.
Dime:
¿Por qué vuelve la nostalgia?
¿Por qué tengo que
llorar?
¿Qué fuerza tiene
el grillete
que me ata a tu
recuerdo
sin poderme
liberar?
Grabaste a fuego y
buril
Un amor que a veces
quema
Y la herida no se
cierra
Cuando me acuerdo
de ti.
Y la luna, que lo
sabe,
Me contempla
entristecida
Intenta curar mi
herida
Para que no esté
afligida.
Días se avecinan
tristes
Vacíos hay en mi
mesa
Temo que me falten
fuerzas
Para paliar, con
recuerdos,
El dolor de tantas
pérdidas.
Lamento no poder
visitaros y abrazaros a todos, os lo debo por el cariño que, semana tras
semana, me habéis ido dejando con vuestros comentarios, pero mi tiempo es
limitado y, aunque lo he intentado, no puedo abarcar todo lo que yo quisiera.
Desde este espacio
quiero desearos, de corazón, una muy FELIZ NAVIDAD Y UN MEJOR 2016, QUE LA PAZ Y LA FELICIDAD
REÍNEN EN VUESTROS HOGARES.
Y ahora, para
compensar esas copiosas comidas de estos días que se avecinan, os voy a hacer
una ensalada festiva con sabores dulces y salados.
INGREDIENTES: Un
sobre de escarola (se puede añadir también rúcula y canónigos, yo no tenía
rúcula) una lata pequeña de piña en su jugo, un envase de bacalao ahumado en
filetes, anchoas en aceite (mejor de Santoña) tomates cherry, rodajas de
mandarinas caramelizadas, nueces troceadas y vinagreta para aliñar, si gusta,
utilizar vinagre balsámico de Módena.
PREPARACIÓN:
1- Colocar, en el fondo de la fuente donde se
vaya a presentar la ensalada, la escarola con la rúcula y algún canónigo (a
gusto) sobre ellas, distribuir los filetes de bacalao ahumado.
2- Cortar en trozos regulares la piña, enrollar
cada anchoa e ir cubriendo la ensalada.
3- Repartir por encima los ingredientes que
quedan: trocitos de mandarina, los tomates cherry partidos a la mitad y las
nueces troceadas. El hacer las mandarinas caramelizadas lleva tiempo, de no
disponer de ellas, utilizar gajos naturales de mandarina, no es igual, pero es
una solución rápida.
4- Aliñar en el momento de servir. Eché un
buen aceite de oliva y vinagre, pero no lleva nada de sal, el bacalao y las
anchoas ya la tienen.
Madre, a todos los
míos que ya no están, hoy quiero enviarles montones de abrazos para que no se
sientan nunca solos y también disfruten de una muy FELIZ NAVIDAD.
Con el cariño de
todos para todos.