Querida
madre: Al juzgar por las mañanas tan grises que tenemos estos días, nadie diría
que estamos en primavera y, más concretamente, en el mes de Mayo.
Observo
que el cielo está muy triste, ignoro las razones que tendrá, pero tengo la
sensación de que pretende descargar su melancolía inundando este lugar.
A
fuerza de caer agua, la tierra ya no tiene sed, pero el cielo sigue gris y no
cesa de llover.
Me contagia su nostalgia y no quisiera pensar, cuando él, me arropaba con su abrazo y contemplábamos , tras la ventana, nuestra parcela regar.
Me contagia su nostalgia y no quisiera pensar, cuando él, me arropaba con su abrazo y contemplábamos , tras la ventana, nuestra parcela regar.
Aunque
me llevó toda la mañana preparar la comida y el postre, pude sacar un ratito
para salir a darme una vuelta por la huerta y dejar que las gotas de lluvia
mojasen mi cara ¡Qué bien olía a tierra mojada!
Mientras
caminaba, dejé volar la imaginación, dejé fluir los recuerdos y el aroma dulzón
de las lilas y wisterias, se encargaron de despertar la magia del momento, lo
sentí a mi lado y noté ese abrazo apasionado que siempre nos unió.
Tanto
las lilas como las glicinias, están en todo su esplendor, tan solo con
mirarlas, fluyen las letras mientras escucho esta bonita canción.
EN CASCADAS
DE RACIMOS
PRESUMIENDO
DE ARROGANCIA
FLORECÍA
EN PRIMAVERA
UNA
GLICINIA AZULADA.
EL
MURO QUE LA AMPARABA
Y
SUS CASCADAS DE FLORES
LLENABAN
DE ADMIRACIÓN
A
TODO EL QUE NOS VISITABA.
SUS
RAMAS SON INVASORAS
SE
ALARGAN Y PROPAGAN
LLEGAN
A TOCAR EL SUELO
Y
POR ESO HAY QUE PODARLAS.
¡CON
CUÁNTO AMOR LA MIMABA!
AGRADECIDA,
LE DABA SUS FLORES
Y
ÉL, A MÍ ME LOS REGALABA.
CUANDO HUELO LA GLICINIA
Y
VEO LOS LILOS EN FLOR,
SIENTO
QUE LO TENGO CERCA
Y
NOTO QUE REVIVE EN MÍ
EL
RESCOLDO DE SU
AMOR
AMOR
Llega el momento de preparar algo rico.
Siempre
que veo en el mercado chipirones, no puedo remediar la tentación de comprarlos,
a todos mis hijos les gustan de cualquier manera que se los prepare.
Hoy
los haré a la plancha, con una salsa de puerros y cebolletas.
INGREDIENTES: Kilo y medio de chipirones, 2
puerros, 4 ó 5 cebolletas, dos o tres dientes de ajo, un buen vaso de vino
blanco, una hoja de laurel, perejil, 2 patatas, aceite y sal.
PREPARACIÓN:
1- Limpiar bien los chipirones. Separar los
cuerpos de los tentáculos.
2- Secarlos (para evitar que salten en la
sartén) con papel de cocina.
3- En una cazuela baja, echar aceite de
oliva, que cubra el fondo y, una vez que el aceite esté bien caliente, se echan
los chipirones para sellarlos. Salar.
4- Cuando están, se van separando y
reservando en una fuente. De igual forma se hace con los tentáculos.
5- Picar en juliana las cebolletas, cortar
los puerros en rodajas y laminar los dientes de ajo.
6- En
la misma cazuela donde hemos hecho los chipirones, se añade un poco más de
aceite y se incorporan los ajos laminados, dejar que tomen color.
7- Cuando los ajos están, es el momento de
añadir la cebolla, el puerro y la hoja de laurel, dejar pochar a fuego lento.
8- Rehogar bien la cebolla hasta soltar la
capa que había quedado adherida al fondo de la cazuela al sellar los
chipirones.
9- Cuando la cebolla tiene un bonito color
marrón, se añaden los chipirones, los tentáculos y se riega el conjunto con un
buen vaso de vino blanco. Subir el fuego para que se evapore el alcohol y luego
bajarlo, dejar unos minutos todo junto. Retirar del fuego y servir espolvoreado
con perejil picado.
10-
Se puede acompañar con rodajas de patata fritas o cocidas, incluso con arroz
blanco. Degustar la ración y os encantará.
Aunque
esta semana me he retrasado un poco, os mando cariños en abrazos de parte de todos. Siempre os
recordamos.
Más
cariños de vuestra