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domingo, 4 de abril de 2021

DOMINGO DE RESURRECCION CON TORRIJAS DE NATILLAS

 

Querida madre: Otra Semana Santa que se ha pasado y seguimos más o
menos igual.

Jueves y Viernes Santo han sido de lo más atípicos, la movilidad sigue restringida y las procesiones descansan junto con los recuerdos de años atrás.




A los cofrades se les apolillarán los trajes, dos años sin salir les habrá parecido una eternidad. Las fotos son de la red.







Pero el espíritu religioso que se ha vivido en cada hogar, seguro que nos habrá hecho mejorar a todos, tiempo suficiente hemos tenido para reflexionar sobre aquello a lo que no dábamos importancia por parecernos algo rutinario y natural.





Me refiero al contacto físico, a las reuniones familiares y de amigos, los abrazos, los besos, las caricias, en fin, muestras de afecto, tan nuestras, que no valorábamos como debiéramos hasta ahora que nos faltan.








Y contigo…

También se marchó el abrazo,

las caricias y los besos

conjugados al amar.


Sin ti….

Ya no hay risas en la casa

tan solo está la nostalgia


y en las noches…

ecos de llanto y pesar.


Contigo…

Se fueron nuestros anhelos

las ilusiones vividas

y el amor que nos unió.


A ti…

Dediqué mi vida entera

Te amé desde mi primavera

y aún hoy…

¡mantengo vivo el recuerdo

y el rescoldo de tu amor!


Y como estos días festivos no comparto el ordenador con una de mis hijas, he tenido tiempo suficiente para escribir y hasta ponerme a cocinar algo dulce, hoy tendremos de postre unas torrijas de natillas.

Ingredientes:

Para una barra de pan, de las que vienen ya cortadas y especiales para hacer torrijas, he necesitado 750cc de leche entera, 125g de azúcar, 3 huevos y las pieles de media naranja y medio limón para aromatizar la leche.

Para freír y rebozar, es necesario aceite de girasol, un trozo de mantequilla y tres huevos batidos.


Preparación:

1- Hacer unas natillas ligeras, poner una cazuela sobre el fuego con la leche, el azúcar, los huevos batidos y las pieles de naranja y limón, remover constantemente hasta que la natilla vaya adquiriendo la consistencia necesaria. Retirar del fuego y dejar templar.


2- Disponer las rodajas de pan en una fuente grande y honda, sin amontonarlas.


3- Una vez que las natillas están atemperadas, se vuelcan sobre las rebanadas de pan.


4- Pasadas unas horas, se les da la vuelta para que se impregnen bien por la otra cara. Dejarlas toda una noche para que absorban bien la natilla.


5- A la mañana siguiente, poner una sartén con aceite y un trozo de mantequilla sobre el fuego, dejar calentar y esperar a que se derrita la mantequilla.


6- Batir tres huevos en un cuenco.


7- Rebozar cada torrija en el huevo, escurrirla y pasarla a la sartén, dejar que se vaya dorando por ambos lados.




8- Según vayan estando, se pasan a una bandeja sobre la que hemos puesto un papel de cocina, absorberá el aceite sobrante.


9- Y ahora sí que ya están listas para degustar. Los muy golosos pueden echarles un hilo de miel. De una u otra forma, están para comérselas, cualquier hora es buena para saborearlas, yo las he probado al desayuno.





Y deseándoos a todos un feliz DOMINGO DE RESURRECCIÓN, doy por finalizada esta entrada enviando a los míos un montón de cariños en un fuerte abrazo.

                                       Kasioles