Querida madre: Menos mal que ya se acaba esta semana.
Mi ánimo estuvo hundido a causa de tantos recuerdos que se agolparon en mi alma.
El día 1 estuve a verte ¡qué alegría te llevaste! En mi mente, yo imaginé tu cara, la felicidad en tus ojos, cuando entré y al abrazarme.
Te visito muchas veces, tus flores voy a regarte, allí charlamos un rato, de las cosas que suceden, día a día, sin pararse.
¡Madre! Ese día pasé mal rato, no, no es por ir a visitarte, ya sabes que bien contenta, voy yo siempre a saludarte.
Ha sido por el bullicio de la gente, que a su paso, aún cargadita de flores, pretendían despertarte.
No respetan el silencio, que es el rey del camposanto, no piensan que los que allí están, se merecen un descanso.
Ganado lo tienen ya, por su vida de trabajo, unos habrán pasado penas, otros… dinero apilando, pero al final del camino, se igualan en el descanso.
Como te decía, en esta semana he tenido mucho tiempo para pensar y, cuando el alma habla…
Una parada hago yo
En mi rutina diaria
Quiero hablar contigo, a solas
Lo que me sale del alma
Madre, ¡cuánto te quiero!
Hoy me siento desolada
De golpe, ha surgido en mí
Como una corazonada
Mis recuerdos se agolparon
Me retorcían el alma
Madre ¡madre del alma!
Yo sin ti, ando perdida
Yo sin ti, ya no soy nada
Me faltan esos consejos
Y ese abrazo tuyo, en el alma.
Esta semana no he estado muy inspirada, tampoco he tenido muchos ánimos para cocinar, así que he pensado en enviarte algo muy sencillo, pero que puede venir bien para una cena informal o simplemente un entrante.
Hoy te mando un bocadito de escalivada con anchoas y queso.
Primero hay que hacer la escalivada: Poner sobre la bandeja del horno pimientos rojos y verdes, berenjenas, cebolletas, tomates y una cabeza de ajos (las cantidades dependerán del número de raciones que se vayan a hacer), espolvorear con sal gorda, echar por encima un hilo de aceite y meter al horno precalentado a 200 grados, dejar hasta que todo esté asado y los pimientos desprendan su piel, de vez en cuando ir dando vueltas para que se ase todo por igual.
Dejar templar, pelar y cortar en tiras, reservar aliñándolos con un poco de aceite, sal, los dientes de ajo sin piel y machacados y si gusta una cucharadita de vinagre.
Cortar rebanadas de pan, ponerles por encima un hilillo de aceite y meter al grill para que se tuesten un poco.
Retirar y extender, sobre cada una, un queso cremoso, a gusto, sobre él, colocar tiras variadas de las verduras asadas, espolvorear el conjunto con queso rallado y decorar con unas anchoas en aceite. Así es de fácil.
Creo que mañana vendrá tu nieto Willi con los suyos, estaré muy atareada con las cenas y comidas, por eso he decidido dejar la carta ya escrita, es muy tarde, debo de ir a dormir, si se despierta Anthony…
Te mando un montón de abrazos, tienen que durarte hasta la próxima semana.