Amaneció
un día oscuro y, al poco, las nubes abrieron sus ventanas y a la voz de: ¡agua
va! descargaron todo lo acumulado. Para mí no es ninguna sorpresa, el norte es
así.
¿Qué
vamos a hacer hoy? Nos preguntamos nada más acabar de desayunar, pero la respuesta
quedó en el aire, no estábamos muy animadas.
Máriel
se puso a contestar correos acumulados, Pi leía el periódico y yo estuve
haciendo un sudoku y un crucigrama.
A
media mañana, decidimos irnos a
Santillana del Mar y, aunque esta villa miente: No es santa, ni llana, ni tiene
mar, nos acogió con un espléndido sol que agradecimos.

La
Plaza Mayor de Santillana es una de las plazas rurales más bonitas de toda
España.
Recuerdo
que, hace años, había estado en esta villa un par de veces con Anthony, pero
olvidé que sus calles empedradas y en cuesta no eran aptas para recorrerlas con
tacones ¡la de equilibrios que he tenido que hacer para no caerme!
Y
ahora que viene a mi memoria su recuerdo, escribo para él:
ME
ACORDÉ DE TI ESTA NOCHE
Y
CON LA NOSTALGIA….
TU
OLOR, TU CARICIA, TU ABRAZO
NOS
FUNDIMOS EN UN LAZO
Y
COMPARTIMOS AMOR.
SABÍA
QUE NO PODÍA SER
SABÍA
QUE SÓLO ERA UN DESEO
QUE
LAS QUIMERAS SE VIVEN
CUANDO
AMANECEN LOS SUEÑOS.
AÚN
ASÍ, QUISE RECREAR MI ANHELO
TE
LLAMÉ, MIL VECES GRITÉ TU NOMBRE
PERO,
CUANDO TODO ERA SILENCIO…
SÓLO
ESCUCHÉ EL SONIDO LEJANO
DE
LA RESPUESTA DEL ECO.
Y
aunque ya estamos en septiembre, el calor continúa y siguen apeteciendo
entrantes frescos.
Hoy
os propongo una ensalada de tomates, aguacates y anchoas que os va a encantar y
además es muy vistosa.
INGREDIENTES:
Un aguacate, dos tomates, seis anchoas en aceite, hojas de espinaca y un aro metálico.
ALIÑO:
Aceite, zumo de medio limón y pizca de sal, o bien cebolla roja, pizca de sal y caviar de
berenjenas diluido en un poco de aceite.
PREPARACIÓN:
1-Pelar
los tomates y picarlos en dados pequeños.
2-
Ya picados, ponerlos a escurrir a través de un colador. Reservar.
3-
Abrir el aguacate, retirar su carne y picarla igual que hemos hecho con los
tomates. Escurrir las anchoas de su aceite. Reservar.
4-
Montar la ensalada: Sobre el plato en que se vaya a servir, ir colocando en
círculo unas hojas de espinaca.
6-
Rellenar hasta un poco más de la mitad con el tomate picado.
7-
Cubrir con los dados de aguacate y aliñar con pizca de sal, el zumo de medio
limón y un buen aceite de oliva virgen.
8-Decorar
con las anchoas haciendo un enrejado y poner en el centro un trocito de tomate
sin piel. Servir y disfrutad.
9-
Otro aliño: Cortar la cebolla roja en juliana y ponerla a macerar un rato en
agua, vinagre y un poco de azúcar. Pasado el tiempo, colocarla escurrida sobre las anchoas y aderezar con
unas cucharadas de caviar de berenjenas diluido en un poco de agua y aceite de
oliva.
Y ya
me despido hasta la próxima en la que volveré con el mismo cariño y nostalgia
con los que hoy concluyo esta carta: Os quiero y llevo en el alma.