Estuvimos en Madrid y empecé a recordar: ¡cómo te gustaba pasear por Alcalá y la Gran Vía ¡ ¡cómo disfrutabas viendo y visitando tiendas de moda!
Siempre me comprabas algún modelito de temporada ¿recuerdas?
Esta vez fue Anthony quien quiso me comprara un vestido en tonos azules, tiene escote drapeado y una gran flor cerca del hombro, es recto, no tiene vuelos, me queda un poco corto, como se llevan, viéndose la rodilla.
Hijas y marido me animaron para que me comprase las medias y zapatos a juego, les hice caso.
El próximo sábado, cuando salgamos a cenar con los amigos, estrenaré el nuevo modelito ¡qué orgulloso se siente Anthony cuando me ve guapa y arreglada!
Me sonríe con una carita…. Hay veces que me recuerda a la de otros años atrás, al poco de conocernos, su mirada era dulce, tierna, llena de amor.
He tenido suerte, madre, pese al paso de los años, he descubierto, en nuestra relación como pareja, que seguimos muy compenetrados, sigue existiendo esa empatía que nos mantiene unidos.
Soy una mujer enamorada, le admiro y lo quiero como el primer día. Deseo no se rompa nunca el encanto.
Pese al frío que hacía en Madrid, no hemos dejado de ver sitios y disfrutar de los típicos aperitivos en los bares de siempre, aquellos que tienen solera, buenísimos estaban los conocidos calamares rebozados y el bacalao frito.
No quiero se me pase comentarte que, lo mejor que hemos hecho en Madrid, fue el ir a visitar a la madre de un íntimo amigo de Anthony, vive con su hija, es una mujer mayor que tú, pero da gusto hablar con ella, tiene más de noventa años, pero tenías que verla, no ha perdido el humor y sigue tan positiva y cariñosa cuando yo, de recién casada, la conocí.
En aquella época, me había enseñado a hacer un plato de manillas de cordero con patatas, siento no poder hacerlas y de paso dedicárselas, para que viera que tenía una buena alumna y lo mucho que sigo acordándome de ella. He ido a la plaza, con intención de comprarlas, pero no las encontré ¡otra vez será!
En su lugar, voy a mandarte la receta de una sopa de pescado que estoy haciendo:
Poner abundante agua en un puchero, echarle cabezas y espinas de pescados, la parte verde de un puerro, un trozo de cebolla, perejil y las cáscaras y cabezas de medio kilo de gambones o langostinos. Dejar hervir 20 minutos, desespumar, colar y reservar.
En una cazuela echar aceite, que cubra el fondo, añadir dos dientes de ajo laminados, dejar dorar, incorporar una cebolla grande picada, dos puerros troceados, dejar pochar un rato, añadir 300 gramos de gambas o langostinos enteros, con piel y cabeza, rehogarlos bien con las verduras, regar con una copa de coñac y flambear, echar una lata de pimientos choriceros escurridos, dos rebanadas de pan frito y un poco de salsa de tomate, dejar sofreír un ratito y volcar el caldo de pescado reservado sobre el contenido de la cazuela. Dejar cocer 30 minutos.
Pasado el tiempo, se tritura todo y se pasa por el chino.
Pasaremos la crema resultante a otra cazuela y le añadiremos 400 gramos de almejas bien lavadas, los cuerpos pelados de los langostinos y unos trocitos de pescado salteados y espolvoreados con perejil. Cuando las almejas se abran, se retira la sopa del fuego y después de dejarla reposando unos minutos, estará lista para servir.
Resulta una sopa rica, a ti te gustaba mucho, puedes hacerla, lleva un poco de tiempo pero el resultado es extraordinario. Invita a Josep, te lo agradecerá.
Abrazos de todos nosotros, uno muy especial de tu hija
Kasioles