Querida
madre: En la mañana del viernes estuve viendo un programa de un conocido
cocinero: Karlos Arguiñano.
Como
mientras guisa no para de hablar, aprovecha para tocar temas de lo más variado.
Decía
que, en ese día, se celebraba el DÍA
INTERNACIONAL DEL BESO, si te digo la verdad, es la primera vez que lo oía,
pero como siempre se buscan días para celebrar lo que sea, no me extrañó, ya
que ¿Cómo se iba a dejar en el olvido la mayor muestra de amor y cariño que se
puede atesorar en un beso?
Madre,
fue entonces cuando me acordé de ti y de Anthony, si estuvierais a mi lado
volvería a mimaros con besos.
Para
ti, quiero enviarte uno muy especial, y lo haré con el mayor agradecimiento que
una hija pueda sentir por una madre, soy consciente de lo buena que has sido y
de la suerte que he tenido por haber disfrutado de tanto cariño como me has
dado.
Y
para Anthony, voy a destapar el baúl de los recuerdos con el deseo de revivir
los momentos bellos que con él he compartido.
Un
beso, vida mía,
Cuando
sale del alma
Y se
comparte con amor,
Es
la más maravillosa muestra
Del
sentimiento que anida
En
un par de corazones
Que
se aman con pasión.
Que
laten acelerados
Al
contacto de dos pieles
Que
vibran tras la emoción.
Tu
piel y mi piel
Compartiendo
sentimientos
Fundidos
en un abrazo
Culminado
con un beso
Con
la dicha desbordada
De
volver a estar contigo
Y revivir nuestro ayer.
Como
seguimos con frío y lluvia, las plantas y árboles no se atreven a brotar, tan
solo los almendros dan una nota de color. Otros años, en estas fechas, todo
estaba brotado y hasta había flores.
Y
como aquí no puede faltar una receta, hoy prepararé para mis nietos unos
tagliatelle a la carbonara y a mí
manera, lo digo, porque la carbonara no
lleva ni nata o leche evaporada, tampoco cebolla, perejil y menos aún caldo de
pollo. ¡Qué cosas se le ocurren a Kasioles!
INGREDIENTES:
400 g de nidos de pasta (o tallarines) 250 g de beicon en trocitos, 400 ml de
nata para cocinar o la misma cantidad de leche evaporada, 2 cebolletas pequeñas
o una grande, perejil, un vaso de caldo de pollo o agua de la cocción de la
pasta, queso rallado (mejor Grana Pagano), aceite, sal y pimienta al gusto.
ELABORACIÓN:
1.-Picar
la cebolleta en juliana y ponerla a pochar en una sartén con un poco de aceite.
Cuando adquiere un color tostado, se retira y reserva.
2.-En
otra sartén, con un poco de aceite, dorar el beicon hasta que quede crujiente.
Reservar.
3.-En
un vaso batidor echar la cebolla pochada, unas hojas de perejil y un vaso de
caldo de pollo. Triturar y reservar.
4.-Poner
abundante agua a hervir con sal (por cada litro de agua se echará una cucharada
de sal). Cuando el agua hierva, se echa la pasta y se deja cocer unos 8 minutos
más o menos, según guste.
5.-Mientras
hierve la pasta, se pone el beicon en una sartén amplia, se le añade la cebolla
triturada y la nata o la leche evaporada.
Remover
para mezclar y dejar calentar. Si quedase muy espeso, añadir un poco de agua de
la cocción de la pasta o más caldo de pollo (como es mi caso).
6.-Incorporar
el queso rallado y remover para mezclar bien.
7.-Verter
por encima la pasta cocida y escurrida, rehogarla con la salsa.
8.- Es
el momento de llevarlo a la mesa y servir rápido.
Y ya
para terminar, y aunque sea con un poco de retraso, hoy quiero enviaros
montones de besos con el cariño de vuestra.