Querida madre: Después de
varios meses sin escribir, reconozco que este año he prolongado demasiado las
vacaciones veraniegas.
No sé por donde empezar a contarte y hacer
partícipes a nuestros seguidores de las pequeñas cosas que van surgiendo en el
día a día.
Ya hemos cambiado de
estación y, pese al bello y variado colorido en la vegetación, sabes que los
otoños no me gustan, de siempre los he comparado con el declinar de la vida.
Llevo días que intento
escribir sin lograrlo, hoy, más que otra cosa, me estimula el cariño y la
preocupación que siento por una amiga; Ámbar. El “INTRUSO,” como ella lo llama,
dice que la pretende y de nuevo ha afilado sus garras, de tal forma, que le
está haciendo pasar unos días muy malos.
Ámbar, amiga mía, quisiera,
de alguna manera, poder transmitirte mi cariño y mis mejores deseos para que tu
AMADO, (su DIOS) esté a tu lado, te coja de la mano y te ayude a seguir
caminando. Te lo mereces y sabes que sería mi mayor deseo.
Estás en mi pensamiento y
para ti he escrito:
EN LOS MOMENTOS QUE TE
SIENTAS SOLA
NO TENGO PODERES, AMIGA MÍA,
PERO HARÍA CUALQUIER COSA POR VERTE SANA Y FELIZ.
Me encantaría que pudiese
probar estos higos que acabo de hacer en almíbar, los he cogido hace unos días de una higuera que
había plantado Anthony, están deliciosos.
CONSERVA DE HIGOS EN
ALMíBAR.
INGREDIENTES: 1,200 Kg de
higos no maduros, 800 g de azúcar, una cucharadita de bicarbonato, agua, un limón, 8 clavos de olor y una rama
de canela.
PREPARACIÓN:
1.-Lavar bien los higos y
darles un corte en cruz en la parte opuesta al rabo. El corte no debe de ser
muy profundo.
2.-En una cazuela, con un litro
de agua, echar los higos y dejar hervir.
3.-Cuando hierve, echar una
cucharadita de bicarbonato y mantener la ebullición (a fuego medio) durante 40
minutos, más o menos. Pasado el tiempo, se retiran y se dejan enfriar.
4.-Ya fríos, apretar cada higo
hasta que suelte el agua absorbida.
5.-En otra cazuela echar medio
litro de agua y los 800 g de azúcar, dejar hervir y añadir los higos
escurridos, los clavos de olor, la rama de canela y el limón cortado en cuatro
partes. Cuando vuelva a alcanzar el punto de ebullición, bajar el fuego al mínimo y dejar cocer lentamente media
hora. Retirar la cazuela y dejar enfriar hasta el día siguiente que se volverán
a poner sobre el fuego y se dejarán cociendo un cuarto de hora más.
Una vez tibios o fríos, se
pueden comer como postre acompañados con un queso fresco o meterlos en tarros
esterilizados para su conserva. Disfrutad.
Con un fuerte abrazo me
despido de ti y de todos los míos que ya moran al otro lado.
Cariños para compartir.