Seguidores

martes, 20 de enero de 2015

CHUPITO DE FOIE


Querida madre: Antes de empezar a escribirte, estaba recordando aquellos tiempos en que, todavía niña, tú me contabas cuentos y hoy quiero ser yo, la que te cuente uno a ti. Escucha:

Atraída por su olor, ayer he cogido una preciosa flor.
Estaba tan sola… hasta llegué a creerme que se sentía triste.
No lo pensé, me imaginé que, estando a mi lado, las dos nos sentiríamos más acompañadas y sería una buena ocasión para contarnos retazos de nuestras vidas.
Cuando comenzó a  hablar, me dijo que su destino era ser la primera en anunciar la primavera, que así se lo habían enseñado su madre y su abuela.
Según la observaba, tuve la sensación de que sus pétalos estaban salpicados por minúsculas gotas de agua ¿lloraría la flor? Me pregunté.
Y al seguir contándome…
Soy una rosa especial, florezco para enamorar, año tras año, sin fallar, un caballero se acerca y, delicadamente, me separa del rosal, al poco, me veo en las manos de su amada y siento como lo besa, lo abraza y, a modo de gracias, le susurra al oído palabras de enamorada, pero este año…Dime, ¡por favor! ¿Qué ha pasado?
Se calló y nada me dijo, unas gotas resbalaron de sus pétalos y cayeron en mi mano, fue entonces cuando lo supe ¡claro que lo supe!

Aquél caballero era mi amor, todos los años, al llegar la primavera, me traía la primera rosa de aquél rosal, me la ofrecía con tanta ilusión, que aún hoy puedo ver su cara sonriendo de emoción.
Rosa, le dije ¡ya sé por qué hoy nos toca llorar a las dos!




                       Al llegar la Primavera
                        Y ver la rosa en el rosal
                      Siento su beso en mi boca
                      Con un aroma especial.

                      Noto que me abraza fuerte
                      Que no me quiere soltar
                       Me temo que algo presiente
                        Y no me quiere dejar.

                       Aún recuerdo aquella rosa
                       La última que me regaló
                        Puesto que al año siguiente,
                       Aunque el rosal floreció,
                        No regresó el caballero
                        Que de mí se enamoró.

Y ahora quiero dejaros la receta de un chupito de foie que hemos hecho un día en que nos juntamos todos en el pueblo. La idea partió de mi hijo Willi y como ha sido improvisado, está un poco a medias, faltan fotos.

INGREDIENTES: Dos o tres rodajas de un micuit de foie, 200 ml de nata líquida para cocinar, un chorrito de Pedro Ximénez para aromatizar y mermelada a gusto.
PREPARACIÓN:
1-   Cortar dos o tres rodajas de un micuit de foie.

2-   Trocearlas en dados.

3-   Poner en un cazo a calentar la nata.

4-   Un poco antes de hervir, añadir los dados de foie, remover.

5-   Aromatizar con unas gotas de Pedro Ximénez y triturar con la batidora.

6-   Retirar del fuego y dejar templar.
7-   En los vasitos donde lo vayamos a servir, poner en el fondo una capa de mermelada (la mía era de manzana) y sobre ella, echar el foie.
8-   Meter los vasos en el frigorífico para que el foie se enfríe y  solidifique.
9-   Servir bien frío y disfrutad.

Por hoy, ya sólo me queda daros un fuerte abrazo, deciros que siempre estáis con nosotros y que no hay día en que, estando todos reunidos, no se os recuerde.

                                           Kasioles