Querida madre:
Antes de empezar a escribirte, estaba recordando aquellos tiempos en que,
todavía niña, tú me contabas cuentos y hoy quiero ser yo, la que te cuente uno
a ti. Escucha:
Atraída por su
olor, ayer he cogido una preciosa flor.
Estaba tan sola…
hasta llegué a creerme que se sentía triste.
No lo pensé, me
imaginé que, estando a mi lado, las dos nos sentiríamos más acompañadas y sería
una buena ocasión para contarnos retazos de nuestras vidas.
Cuando comenzó
a hablar, me dijo que su destino era ser
la primera en anunciar la primavera, que así se lo habían enseñado su madre y
su abuela.
Según la observaba,
tuve la sensación de que sus pétalos estaban salpicados por minúsculas gotas de
agua ¿lloraría la flor? Me pregunté.
Y al seguir
contándome…
Soy una rosa
especial, florezco para enamorar, año tras año, sin fallar, un caballero se
acerca y, delicadamente, me separa del rosal, al poco, me veo en las manos de
su amada y siento como lo besa, lo abraza y, a modo de gracias, le susurra al
oído palabras de enamorada, pero este año…Dime, ¡por favor! ¿Qué ha pasado?
Se calló y nada me
dijo, unas gotas resbalaron de sus pétalos y cayeron en mi mano, fue entonces
cuando lo supe ¡claro que lo supe!
Aquél caballero era
mi amor, todos los años, al llegar la primavera, me traía la primera rosa de
aquél rosal, me la ofrecía con tanta ilusión, que aún hoy puedo ver su cara
sonriendo de emoción.
Rosa, le dije ¡ya
sé por qué hoy nos toca llorar a las dos!
Al llegar la Primavera
Y ver la rosa en el
rosal
Siento su beso en mi boca
Con un aroma especial.
Noto que me abraza fuerte
Que no me quiere soltar
Me temo que algo
presiente
Y no me quiere dejar.
Aún recuerdo aquella
rosa
La última que me regaló
Puesto que al año
siguiente,
Aunque el rosal
floreció,
No regresó el caballero
Que de mí se enamoró.
Y ahora quiero
dejaros la receta de un chupito de foie que hemos hecho un día en que nos
juntamos todos en el pueblo. La idea partió de mi hijo Willi y como ha sido
improvisado, está un poco a medias, faltan fotos.
INGREDIENTES: Dos o
tres rodajas de un micuit de foie, 200 ml de nata líquida para cocinar, un
chorrito de Pedro Ximénez para aromatizar y mermelada a gusto.
PREPARACIÓN:
6- Retirar del fuego y dejar templar.
7- En los vasitos donde lo vayamos a servir,
poner en el fondo una capa de mermelada (la mía era de manzana) y sobre ella,
echar el foie.
8- Meter los vasos en el frigorífico para que
el foie se enfríe y solidifique.
9- Servir bien frío y disfrutad.
Por hoy, ya sólo me
queda daros un fuerte abrazo, deciros que siempre estáis con nosotros y que no
hay día en que, estando todos reunidos, no se os recuerde.
Kasioles
Kasioles