Querida madre: Aunque siempre tengo la
intención de escribirte una carta todas las semanas, de esta vez no ha podido
ser ¡cuánto lo siento!
Llevaba ya tiempo preparando las recetas de
unos cuantos platos, de esos que a todos
nos gustan, las iba guardando en un documento de Word con acceso directo en el
escritorio y, el otro día, que he tenido a mis adorados diablillos en casa (tus
biznietos) al ver que el ordenador iba lento, se les ocurrió la feliz idea de
tirarme unas cuantas cosas a la papelera y vaciarla, entre ellas estaban mis
recetas. En fin, ya pasó.
Pero esta generación, que está llena de
información por todas partes, se cree que todo lo sabe y a colación, te cuento
algo que me hicieron este verano mientras merodeaban por la huerta:
¡Abuela! ¡Abuela! Mira todo lo que hemos
recogido. Sonrientes, me enseñaban una caldereta con frutos sin madurar ¡Son
venenosos! me decían, aún hay muchos más, pero no llegamos a alcanzarlos.
Cuando miré y comprobé que eran frutos de
ciruelas recién formadas y sin madurar…
No pude por menos que acordarme de Anthony,
como él todo les consentía, yo no podía reñirles, me limité a explicarles el
por qué lo habían hecho mal.
Con
el tiempo, hasta se aprende a separar lo que es importante de lo que no lo es.
Pero el recuerdo de Anthony siguió en mi
mente y, al caer la tarde, me puse a
escribir:
ENVUÉLVEME CON LA BRISA DE TU ALIENTO
CON TUS MANOS QUE ACARICIAN MI CARA
CON LOS DEDOS QUE ESTREMECEN MI PIEL
¡ENVUÉLVEME CON EL ALMA!
RODÉAME CON TUS BRAZOS
PARA QUE ME SIENTA VIVA,
PARA QUE ME SIENTA AMADA,
PARA VOLVER A SOÑAR
A LA LUZ DE LA ALBORADA.
QUIERO PEGARME A TU CUERPO
PRENDERME DE TU MIRADA
ESCUCHAR TU SUAVE VOZ
Y EL LATIDO DE TU CORAZÓN
QUE AÚN ME TIENE ATRAPADA.
¡BÉSAME, MI AMOR!
CON LA FUERZA DEL AYER
CON LA MISMA PASIÓN, QUE HOY,
ME MIMAS Y ME AMAS
A FUEGO GRABARÉ ESTE SUEÑO
¡NO QUIERO OLVIDAR TU CARA!
Y
para no perder la buena costumbre, me voy a la cocina para prepararos algo rico
y dulce:
MERMELADA DE CALABAZA Y OTRAS FRUTAS DE
TEMPORADA.
INGREDIENTES: Medio kilo de calabaza limpia
de piel y semillas, 350g de manzanas descorazonadas y con piel (mezclé de dos
clases, golden y reineta) dos naranjas y la piel de una de ellas, un palito de
canela, un limón, medio litro o algo más de agua y 500g de azúcar blanquilla.
PREPARACIÓN:
1-
Pelar y trocear la calabaza. Reservar.
2-
Lavar las manzanas, trocearlas dejando la piel y exprimir sobre ellas el
zumo de un limón. Reservar.
3-
Con un pelador, quitar la piel de una de las naranjas (con la ayuda del
pelador, la piel saldrá finísima sin nada de la parte blanca de la naranja que
puede amargar) seguir pelando bien esa naranja y la otra. Reservar
4-
Mezclar las frutas reservadas.
5-
Cubrirlas con el azúcar.
6-
Pasar todo a una cazuela amplia, añadir la rama de canela y la piel de
una de las naranjas troceada.
7-
Remover, con una cuchara de madera, para mezclar.
8-
Poner sobre el fuego y añadir el agua.
9-
Dejar cocer por espacio de media hora.
10- Cuando la fruta esté
tierna, hay que retirar el palo de canela y se tritura todo con un batidor
eléctrico.
11- Rellenar los tarros
(previamente esterilizados en agua hirviendo) con la mermelada caliente, cerrarlos
y colocarlos boca abajo hasta que se enfríen por completo.
Ahora ya sólo nos queda preparar un café
calentito y degustar, con unas tostadas, esta rica mermelada.
Como postre, rellenar unas tartaletas y
adornar con media cereza en almíbar.
Tiene un peligro, el que la prueba, repite.
Ya termino, pero antes quiero enviarte todo
el cariño de tu hija