Querida madre: Hemos disfrutado de unos días
extraordinarios, tuvimos temperaturas tan altas como en pleno verano, la Semana
Santa se llenó de turistas que querían contemplar nuestras procesiones. Son
famosas por las tallas inigualables, que se conservan como joyas, debidas a la maestría de
los imagineros que han trabajado en Castilla: Juan de Juni y Gregorio
Fernández, por citar algunos.
Pese a que la mayor parte del tiempo hemos estado en
el pueblo con los niños, no he dejado de vigilar los árboles que veo a través
de mi ventana y más de una vez me he preguntado. ¿Volverá la urraca, al igual
que la alondra vuelve al nido?
¡Qué alegría me llevé al verla regresar! Lo hizo una
mañana, me había levantado muy pronto y, para mi sorpresa, no estaba sola,
salieron del nido dos cabecitas muy juntas, al poco, desplegaron sus alas y
volaron hacia los tejados de las casas de enfrente.
No he vuelto a verlas en toda la mañana pero, al día
siguiente, al poco de levantarme, he visto a una de ellas que se metía en el
nido, abrí la ventana muy despacio, intenté hacer el mínimo ruido, no quería
asustarla, con un poco de suerte, podría hacerle una foto cuando asomase, pero
me cansé de esperar y… ya iba a cerrar la ventana, cuando escucho el piar de
unos polluelos ¡vaya ruido que hacían! En ese nido ya hay vida y está habitado
por una familia feliz.
Dentro de poco dejaré de verlo, las hojas del árbol,
de día en día se van haciendo más grandes y lo taparán por completo ¡también
tendrán derecho a disfrutar de su intimidad!
Para no olvidar el pasado
Para que recuerde siempre
Que él me traía un gran ramo.
Eran lilas muy bonitas
Recién cortadas del árbol
Las ataba con amor
Y me las daba en abrazos.
Todavía yo recuerdo
La sonrisa de sus labios
El brillo de su mirada
Y la fuerza de su abrazo.
Al llegar la primavera
Y ver florecer el árbol ….
Espero en sueños que vuelva
Y me estreche entre sus brazos.
¡Mándame una flor amig@
para seguir recordando!
Y ahora, después de escuchar esta bonita canción de los Panchos, te voy a
mandar la receta de un plato, muy sencillo, que he hecho esta semana: Costilla
adobada al horno-
INGREDIENTES:
Un kilo de costilla de cerdo adobada, cuatro o seis patatas, dos
cebollas, un puerro, 250g de setas, dos dientes de ajo, perejil, un vasito de
vino blanco y otro de aceite, sal y orégano.
PREPARACIÓN:
1. Poner en una fuente grande, que pueda ir al horno, las patatas peladas
y cortadas en bastones gruesos, esparcir por encima de ellas los dos dientes de
ajo picados, las cebollas cortadas en juliana, el puerro en rodajas, el perejil
picado y las setas troceadas. Salar el conjunto y regarlo con el vino y el
aceite.
2. Meter la fuente en el horno precalentado a 180-200 grados, dejar que
se vayan asando durante 20-30 minutos
3. Sacar la bandeja del horno, poner encima de las patatas los trozos de
costilla adobada, regarla con un hilo de aceite, un poco más de vino blanco y
orégano picado, volver a meter en el horno, dejar 30 minutos, darle la vuelta a
las costillas y volver a dejar otros 30. Cuando veamos que la carne se recoge
en los extremos del hueso, es señal de que ya están bien asadas.
4. Retirar la bandeja del horno y servir.
Puedo aseguraros que si exquisitas están las costillas, las patatas están
aún mucho mejor.
Por hoy ya acabo, te dejo abrazos y cariños de todos tus nietos,
biznietos y un beso grande de tu hija.