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miércoles, 4 de mayo de 2016

TARTA DE FRESAS PRIMAVERAL

Querida madre: Mentiría si te dijera que no te he echado en falta estos días.

¡Cómo me hubiese gustado compartir con vosotros estos momentos felices de reunión en familia!

El pasado domingo, ninguno de mis hijos quería que yo trabajase.
Habían decidido llevarme a un buen restaurante para que estuviese relajada y despreocupada de los preparativos de la comida.

No lo lograron, se cansaron de llamar a uno y otro lado y  en todos obtuvieron la misma respuesta: Está todo completo.
Es lógico ¿En dónde iban a encontrar una mesa para tantos en un día tan especial?
Pero yo me alegré, iba a realizar lo que tenía planeado.
Iríamos al pueblo, si hacía frío, encenderíamos la chimenea y allí podríamos estar de sobremesa el tiempo que quisiéramos.
Pero lo que más me alegró, fue el poder llevarte un bonito centro de flores que había encargado el día anterior, aproveché a regar las otras plantas, estuve un ratito con vosotros y aún me sobró tiempo para tener todo a punto a la hora de comer.

Dile a Anthony que han brotado las glicinias y los lilos, dile también que aún recuerdo cuando me traía los ramilletes de lilas recién cortadas, nunca olvidaré el brillo de sus ojos cuando me las daba, gracias, mil gracias, amor mío.

No te olvides de comentarle que, por la tarde, estuve ayudando a tu nieto Lucho, a plantar unas lechugas, cebollas, y unas berzas de asa de cántaro, tengo que preguntarle a un buen amigo, que también es hortelano, si esas son las que crecen en vertical y se utilizan para hacer el caldo gallego.


Comparto contigo mis ratos felices
Comparto contigo las penas que ahogan
Comparto ilusiones, que ya son muy pocas,
Y recurro a ti, buscando consejos,
Porque siempre has sido, mi luz guiadora.

Sigo sin dejarte en paz
Perdóname, si te causo agobio,
Pero dicen que, si no te olvido,
Sigues viva, en ese bello lugar,
Donde quisiera alcanzarte
Aunque nunca lo consigo.

Por esta razón, te escribo
Y te cuento, todo igual,
Como lo haría ahora
 Si tú estuvieses conmigo.

Te necesito, madre mía, tanto…
Como el agua que bebo
El aire que respiro
Como al sol fuente de vida
Y como a la mano que mece
El corazón de una hija
Que se resiste a crecer
Para que su madre la bese.

El día 1 de Mayo, preparé para los míos esta tarta que ha gustado mucho y hoy comparto la receta con vosotros. Tarta de fresas con leche condensada:

NGREDIENTES PARA LA MASA:
250 g de harina, un huevo grande, 3 cucharadas soperas de azúcar, una pizca de sal y 125 g de mantequilla.

INGREDIENTES PARA EL RELLENO: Un bote pequeño de leche condensada, 3 yemas de huevo, el zumo de dos o tres limones (según tamaño) y las ralladuras de uno de ellos.

INGREDIENTES PARA DECORAR:
He utilizado lo que tenía en casa: 400 g de fresas o fresones, cuatro cucharadas de confitura de frutas del bosque, aligerada con un poquito de agua y tres hojas de gelatina.

PREPARACIÓN: Empezaremos por preparar la masa de la base.
1-     Poner en un cuenco pequeño o en un plato, el huevo, el azúcar y la pizca de sal.

2-     Batir hasta incorporar bien los ingredientes.

3-     En un cuenco, echar la harina formando un montón, hacer un hueco en el centro.

4-     Echar en él el huevo batido con el azúcar y la sal.

5-     Esparcir, por encima de la harina, trocitos de la mantequilla ablandada.

6-     Trabajar rápidamente, con la punta de los dedos, sin amasar casi, con el fin de que la masa sablé quede quebradiza. Engrasar, con un poco de mantequilla, un molde redondo desmontable.

7-     La receta decía que estirase la masa con un rodillo y que cubriese el molde, yo he optado por coger pequeñas porciones de masa e ir cubriendo con ella el fondo y paredes del molde. Cortar el sobrante de los bordes.

8-     Pinchar el fondo con la ayuda de un tenedor y meterla al horno precalentado a 180 grados durante 15 minutos. Dejar que se dore bien antes de retirarla.

9-     Batir las tres yemas con las ralladuras de un limón.

10- Echar poco a poco la leche condensada y seguir batiendo.

11- Incorporar el zumo de los limones.

12- Verter la crema resultante, sobre la base de la tarta ya horneada y crujiente.

13- Decorar con los fresones cortados en láminas.

14- Poner a hidratar en agua fría las hojas de gelatina unos minutos. Calentar en un cazo la confitura de frutos del bosque, escurrir bien la gelatina y mezclarla, hasta disolverla en la confitura. Verter por encima de los fresones y dejar enfriar.

15- Ahora ya sólo queda llevarla a la mesa y degustarla. ¡Ha valido la pena encontrar esta receta en una revista mientras esperaba en la peluquería!


Hoy quisiera enviaros un abrazo muy especial, un abrazo de primavera con todos los colores que hoy el campo, al despertar, ha querido ofreceros.

Cariños para todos los que ya no están.

                                               Kasioles