Querida madre: Hoy
tengo algo importante que contarte. ¿Recuerdas el merendero donde tantos buenos
ratos hemos pasado juntas?
Aquél merendero
madre…
Y recuerdo cuando
yo, aprovechando que Anthony se iba a su trabajo, les decía a los albañiles:
Prolonguen la fachada, dejen un hueco más para poner otra ventana, alarguen el
porche…
Cuando Anthony
volvía a casa y veía todo aquello que en nada se parecía a los planos que él
había hecho, ya teníamos tema de discusión. Pero Anthony siempre tan
complaciente conmigo…
Al final, lo que
iba a ser una especie de almacén, quedó transformado en un precioso merendero:
un salón grande, una cocina al fondo y un cuarto de baño a la derecha. También
tenía un porche y una barbacoa.
En el salón
teníamos una chimenea de leños que lo caldeaba todo.
Tú, madre mía,
sabes bien lo felices que hemos sido allí cuando nos reuníamos todos.
Pero al igual que
mi piel se va arrugando con el paso de los años, las paredes de aquél merendero
se empezaron a agrietar.
El seto mal cuidado
de nuestro vecino, que dejó sin cortar y se transformó en árboles enormes,
empujó con sus fuertes raíces los cimientos de nuestra pequeña casita y, poco a
poco, el suelo se fue agrietando y levantando.
Sabíamos que había
que tirarlo, también estaba de acuerdo en que volveríamos a hacer otro nuevo,
pero hoy, al enterarme que una pala embistió mi pequeña construcción, siento
que con ella se me fue un trocito de mi corazón.
Aquellas paredes
madre
Que con ilusión
forjé
Encierran recuerdos
tiernos
De aquello que
tanto amé.
El eco de tus
halagos
Al premiarme cuanto
hacía
El abrazo siempre tierno
Y aquél beso en la
mejilla
Que Anthony me daba
siempre
Cuando estaba en la
cocina.
También los
tabiques guardan
Las risas de los
encuentros
La felicidad que
juntos
Tuvimos en otros
tiempos.
Y la energía de
amores
También se quedó
grabada
En las paredes
calladas
De aquél merendero
nuestro.
Ellas fueron, hasta
ayer
Fieles testigos del
tiempo
Tiempo que quedó ya
atrás
Y hoy se transformó
en recuerdo.
Y para esos días
que, siguiendo la tradición, no se come carne, he preparado un potaje de
puerros y gambas.
INGREDIENTES: Medio
kilo de garbanzos remojados el día anterior, 700g de gambas, 500g de espinacas,
3 puerros, dos zanahorias, unos dientes de ajo, dos rebanadas de pan del día
anterior, dos huevos cocidos, un ramillete de perejil, un tomate, una hoja de
laurel, aceite, sal y pimentón dulce (opcional).
PREPARACION:
1- Escurrir los garbanzos,
echarlos en una olla, encima picar un puerro, las dos zanahorias, tres dientes
de ajo y el tomate. Añadir la hoja de laurel, el ramillete de perejil, un hilo
de aceite, sal y cubrir de agua. Cerrar la olla y dejar hervir de 15 a 20
minutos (dependerá de la olla que se tenga).
2- Mientras, poner una cazuela
sobre el fuego con cinco cucharadas de aceite, picar dos puerros y dejar que se
vayan pochando lentamente, Retirar y reservar.
3- Cuando los garbanzos están
cocidos, retirar el perejil y añadir las espinacas, bajarán enseguida al
contacto con el calor.
4- En el aceite sobrante de
pochar los puerros (si fuese necesario se añadirá un poco más) se fríen las dos
rebanadas de pan. Retirar y reservar. Cocer los dos huevos durante 10 minutos.
Pelar las gambas.
5- Poner en un vaso de la
batidora los puerros pochados, los huevos cocidos y troceados, las rebanadas de
pan y un poco del caldo donde cocieron los garbanzos. Triturarlo todo, Añadirlo
a la olla donde están los garbanzos, remover para mezclar.
6- En una sartén con un poco de
aceite, echar dos dientes de ajo muy picaditos, esperar a que tomen color y
añadir las gambas, ponerles el punto de sal y, cuando empiecen a encogerse, se
retiran y se vuelcan sobre el potaje. Dejar que hierva todo junto unos minutos.
Servir.
NOTA: Si queréis
darle una nota de color al potaje, al triturar el puerro y el pan, añadirle una
cucharadita de pimentón dulce o algo más, hasta obtener la coloración deseada.
Como verás, hoy me
he extendido bastante con la carta, siempre hablo y hablo, bueno, tú sabes que
me gusta más escribir, no me da pereza.
Te dejo un fuerte
abrazo, uno muy especial, va cargado con el cariño de todos.