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miércoles, 4 de febrero de 2015

CALAMARES RELLENOS A DOS SALSAS

Querida madre: Los días se suceden ajenos a nuestro sentir, no hay nada que pueda detener o hacer retroceder el tiempo.

Ya hemos estrenado un nuevo mes.

Esta noche ha llovido, las nubes siguen ocultando el sol y el frío es tan intenso que hasta congela las ideas para escribir.

Mientras me tomo a pequeños sorbos una taza de café calentita, miro a través de mi ventana y me paro a pensar:

¿Qué  ocurre cuando me entra la nostalgia?

¿Por qué mi alma se entristece y no me deja valorar la realidad?

¿Por qué tengo que regresar al pasado cuando en el presente también puedo encontrar felicidad?

Tengo que reconocer que soy una egoísta, que me encantaba sentirme querida, mimada, arropada y ser el centro de vuestro cariño y atenciones, ser la reina de vuestros corazones y la princesa de cuento de un maravilloso amor ¡Cuánto añoro aquél pasado, la familia que he tenido y al hombre que me enamoró!

Pero no ¡claro que no! Reconozco que no es buena mi actitud, debo dar ejemplo a mis hijos, tengo que dejar sembrado un camino de esperanza e ilusión para que la luz siga en sus vidas cuando yo ya no esté.


SABES QUE SIEMPRE LO PIENSO
QUE EN MI MENTE ESTÁ PRESENTE
DAR NUEVO ENFOQUE A MI VIDA
DESDE QUE TÚ ESTÁS AUSENTE.

QUE DEBO SER FUERTE
QUE DEBO ABORDAR
LOS CAPRICHOS DEL DESTINO,
QUE ENVIDIOSO POR QUERERTE,
TE SEPARÓ DE MI LADO
¡PARA SIEMPRE! ¡PARA SIEMPRE!

DEBO APRENDER A VIVIR
SIN QUE SUJETES MI MANO
SIN LOS BESOS Y CARICIAS
QUE TÚ, MI AMOR,
ME OBSEQUIABAS A DIARIO.

TENGO AÚN QUE DESCUBRIR,
PESE A VIBRAR AL UNÍSONO,
QUE NO ESTOY PEGADA A TI
QUE MI CORAZÓN AÚN LATE
¡AUNQUE REPIQUE POR TI!

Y como mis hijos me riñen porque dicen que no les hago esos platos que tanto les gustan, hoy pienso en ellos y les voy a preparar unos Calamares rellenos a dos salsas.

INGREDIENTES: Un kilo y medio de calamares medianos, una cebolla grande o dos cebolletas, un puerro, dos huevos, seis dientes de ajo, perejil, azafrán, una copa de vino blanco seco, un pimiento verde, un vasito de tomate frito, 100 g de jamón serrano, harina, pan rallado, aceite y sal.

PREPARACIÓN:
1-  Limpiar los calamares, dar la vuelta a cada cuerpo y reservarlos junto con las aletas y tentáculos.

2-  En una cazuela, dejar calentar un poco de aceite, echar dos dientes de ajo picados y sin que tomen mucho color, añadir la cebolleta y el puerro muy picados. Rehogar durante un rato.

3-  Añadir las aletas y los tentáculos de los calamares finamente troceados, seguir rehogando.

4-  Incorporar el perejil y el jamón picados.

5-  Cocer un huevo, picarlo e incorporarlo al sofrito.

6-  Separar la cazuela del fuego, dejar templar un rato y añadir el pan rallado, dos o tres cucharadas. Mezclar.

7-  Pasar el contenido de la cazuela a un cuenco y añadir el huevo batido para que ligue la mezcla. Tiene que quedar una farsa con consistencia, si quedase algo líquida, se añadiría más pan rallado.

8-  Rellenar con esta preparación los cuerpos de los calamares, cerrarlos con un palillo.

9-  Rebozarlos en harina.

10-  Freírlos ligeramente en una sartén con aceite y dos dientes de ajo con piel. ¡Cuidado, saltan como locos!

11-  Una vez fritos, se retiran y reservan en una fuente.

     PREPARACIÓN DE LA SALSA:
1-  Echar en una cazuela el aceite colado de haber frito los calamares, si fuese necesario, se añadirá un poco más.

2-  Picar un diente de ajo junto con la cebolla y el pimiento verde.

3-  Añadirlos a la cazuela, dejar rehogar primero a fuego fuerte y luego disminuir el fuego. Dejar pochar.

4-  Añadir la salsa de tomate y perejil picado.

5-  Machacar en el mortero, junto con un poco de sal gorda, los dos dientes de ajo fritos, (sin la piel) y unas hebras de azafrán, reducir a pasta y desleír con una copa de vino blanco,  agregar a la salsa y regar con dos vasos de agua.

6-  Cuando la salsa vuelve a hervir, se incorporan los calamares reservados. Tapar la cazuela, bajar un poco el fuego y dejar cocer lentamente hasta que los calamares estén tiernos.

7-  Cuando están en su punto, se retiran y se tritura la salsa.

8-  Dividir la salsa en dos partes, una se deja tal cual y, a la otra, le agregamos dos tintas de calamar, la llevamos al fuego, removemos bien para que se incorporen y, si fuese necesario, se rectifica el punto de sal. Se sirven los calamares con arroz.

Acompañados de un buen vino blanco, están deliciosos.
Como dato curioso, os diré que los calamares tienen tres corazones.
Y yo, madre mía, hoy quiero enviarte un trocito del mío en un fuerte abrazo.

                                                    Kasioles