Querida madre:
Seguramente, cada misiva que te dedico, lleva impresa la nostalgia de no
tenerte conmigo, pero tú, bien sabes, que sólo es cuando te escribo, ya que, lo
que me motiva, es liberar los
sentimientos que guarda mi alma y me presionan por irse contigo.
En la carta que te
mandé la semana pasada, una amiga (es Marina Filgueira del blog Mi pasión, la
poesía) me decía que le escribiese a la vida, que también tiene su corazoncito
y no es bueno decepcionarla.
Como soy una
romántica, estoy convencida de que el amor es el motor de la vida, y voy a
tratar de analizar lo que opino sobre él.
Si alguien me preguntara:
KASIOLES ¿QUÉ ES PARA
TI EL AMOR?
¡Qué difícil me lo
pones!
Pero diría:
Es un remolino de
espuma
Que primero hechiza
el alma
Y luego atrapa el
corazón.
¡Te engulle sin
razón!
¿QUÉ SIENTES CUANDO
ESTÁS A SU LADO?
¡Complicado es
describirlo!
Se asemeja a la
corriente de un río
Que mece mi cuerpo,
me eriza la piel
Y me eleva a lo
divino.
¿QUÉ LE DICES O
SUSURRAS?
Cuando le hablo o
lo miro…
Las palabras se
sonrojan
Se atropellan, se
hacen nudos
Tanto quisiera
decirle…
Tímidamente, busco
sus ojos,
Y en ellos veo
reflejado
todo el amor que siento
y, por pudor, no digo.
Pero él…
Me adivina el pensamiento,
Y me besa, me
abraza ¡me ama!
¡Qué feliz es
sentirse querida con tanto mimo!
En el amor, hay
momentos, en que la voz no es necesaria.
Nosotros, cómplices
con la mirada,
Nos sobraban las
palabras para decirnos…
¡Lo que no digo, ni escribo!
Ahora recuerdo que
os había prometido la receta de un solomillo con peras, al aroma de Pedro
Ximénez.
INGREDIENTES:
Un solomillo de
cerdo, dos cebolletas, 50g de mantequilla, 100g de azúcar, una cucharada de
maicena, caldo de pollo o una pastilla de ave disuelta en agua, pasas de
Corinto (sin semillas), sal, pimienta, aceite, un vaso de vino Pedro Ximénez y
una pera (o tres cuartas partes) por comensal.
PREPARACIÓN:
1-Sin pelarlas,
lavar bien las peras, partirlas en cuatro trozos y retirar las pepitas.
2-Poner una cazuela
al fuego, echar la mantequilla y dejar que se derrita.
3-Incorporar las
peras cortadas.
4-Añadir el azúcar,
rehogarlas y dejar que vayan caramelizando lentamente. Reservarlas.
5-Mientras, picar
las cebolletas, poner las pasas a remojar en agua y disolver la pastilla de ave
en un poco de agua caliente.
6- En una cazuela,
con un poco de aceite, poner la cebolleta a pochar.
7-Cuando está
transparente y bien pochada, se añade una cucharada de maicena, remover y dejar
un ratito para cocinar la harina.
8-Regar con el
vino, subir un poco el fuego y remover.
9-Añadir el caldo
de pollo y las pasas bien escurridas.
Remover con cuchara de madera hasta que se desprenda todo lo que se habrá adherido al fondo de la cazuela. Dejar reducir la salsa.
10-Triturarla y
dejarla unos minutos más sobre el fuego. No es conveniente triturarla, mejor es
pasarla por el pasapurés o el chino, de esta manera no pierde el color
brillante que la caracteriza. Reservar.
11-Salpimentar el
solomillo.
12-Poner sobre el
fuego, una sartén grande con un poco de aceite, dejar que se caliente bien y
dorar el solomillo por todos los lados.
Según nos guste más
o menos hecho, lo tendremos más o menos tiempo dorándose, lo ideal es que quede
un poco sonrosado por dentro. Cuando esté, se retira y se corta en medallones.
Servir con las peras y regar con un poco de salsa.
Como ha llegado la
hora de sentarse a la mesa, disfrutad de este plato, seguro que os va a gustar.
Y ahora, ya sólo me
queda mandaros un fuerte abrazo con todo
el cariño de vuestra