Querida madre: Te prometí que te enviaría las fotos
que hicimos en Segovia, cuando
celebramos el cumpleaños de Máriel.
Ya las he descargado y, aunque no están nada bien,
pueden servir para que recuerdes una parte de lo que hemos visto tiempo atrás
¡Cuánta nostalgia he sentido!
Amaneció un día gris, con frío y viento, es algo
normal en Segovia.
Ese día el sol permaneció escondido, pero nosotros
lo llevábamos dentro transformado en alegría al poder estar todos reunidos.
Entrando en Segovia, hemos parado para hacer la
primera foto desde el mirador El Terminillo, desde allí se aprecia la
majestuosa Catedral.
Y, ya entrando en la ciudad, hice desde el coche la
foto que no puede faltar: El acueducto.
Formado por cantidad de arcos (grandes y pequeños)
y, tanto los superiores como los inferiores, no están unidos por ningún tipo de
argamasa. Los sillares que lo forman guardan perfecto equilibrio entre las
fuerzas y peso de sus piedras. Hay que reconocer que los romanos hacían
maravillas ya en el siglo I.
La Catedral de Segovia, es conocida como La Dama de
las Catedrales, es de estilo gótico (Siglo XVI) la mandó construir el rey
Carlos I ya que, la antigua catedral, de estilo románico, fue destruida en 1520
durante la guerra de las Comunidades.
Las tropas comuneras se refugiaron en La Catedral y
las imperiales lo hicieron en el Alcázar.
El arquitecto fue Juan Gil de Hontañón al que le
sucede su hijo Rodrigo.
El Paseo del Salón de Isabel II, es uno de los
jardines más antiguos, fue creado en el Siglo XVIII. Un siglo más tarde, se
instalaron diversas fuentes y se plantaron distintas especies de árboles.
Actualmente está amenazado por la construcción de
un aparcamiento subterráneo.
Al final del paseo, se puede apreciar una de las
puertas que da acceso a la judería, es la puerta de San Andrés.
La Casa de los Picos (Siglo XV) mandó construir su
fachada D. Juan de la Hoz. Desde el zócalo hasta la cornisa sólo hay sillares
tallados en punta de diamante. Hoy en día es la Escuela de Artes Aplicadas.
La antigua cárcel de Segovia, data del Siglo XVI y
como dato curioso, en ella ha estado Lope de Vega cuando lo encarcelaron en
1577.
Tiene tres plantas y presenta una austera
decoración, sólo destaca el escudo de los Austrias en la portada. Hoy es la
biblioteca pública.
Casi al lado, se encuentra la iglesia de San
Martín, de estilo románico, tiene tres naves y en ella destaca la torre del
campanario (románico-mudéjar)
Tiene una galería porticada con arcos de medio
punto que descansan sobre columnas de capitel románico, la galería rodea toda
la iglesia a excepción de la cabecera.
No puedo acabar sin hacer mención a su rica
gastronomía, mesones típicos son el de Cándido, Duque, Bernardino etc, en
ellos podemos degustar el cochillo y lechazo asados, los chuletones a la
plancha y cantidad de platos con setas de temporada.
Me ha encantado este hojaldre relleno de boletus y
foie de pato, tendré que hacerlo.
Pese a pasar un día feliz, he dedicado un ratito al
recuerdo:
Amores hubo en mi vida
Que me hicieron muy feliz
Cuando los tienes no piensas
Lo que es sin ellos vivir.
El constante caminar
Disfrutando del amor
Nos parece tan normal
Que no hay cabida al dolor.
Pero el tiempo no perdona
Corre, vuela sin cesar
Y esa ley tan implacable
Se cumple sin demorar.
Y cuando llegó el momento…
La tierra se abrió a mis pies
Mi vida perdió su rumbo
Y no supe lo que hacer.
¿Qué cómo vivir sin ellos?
No sabría responder
Quizás vegete pensando
¡En lo que ha sido y no es!
Hoy, atendiendo una petición de una amiga bloguera
Charo, le voy a hacer esa mermelada de tomate que le trae tantos recuerdos.
Puede ser un componente de los aperitivos de Navidad.
INGREDIENTES: Un kilo de tomates maduros, 600 g de
azúcar, un limón sin piel y pepitas.
PREPARACIÓN:
1- Pelar los tomates, cortarlos en trocitos y ponerlos en una cazuela con
el azúcar y el limón troceado. Llevar al fuego y dejar que se vaya disolviendo
el azúcar, remover de vez en cuando.
2- Dejar cocer, remover, se observará que el líquido se va evaporando poco
a poco.
3- Sin acabar de hacer la mermelada, se pasa por un chino para sacar todas
las pepitas y pieles del limón.
4- Volver a ponerla en la cazuela y dejar sobre el fuego hasta que
adquiera la consistencia deseada, es decir, que esté un poco espesa.
5- Preparar unos botes de cristal, esterilizarlos en agua hirviendo.
6- Rellenar los botes con la mermelada.
7-Taparlos y darles la vuelta hasta que enfríen.
8- Una vez así preparados, se guardan hasta su empleo.
9- Si queremos que la mermelada nos dure meses, tendremos que ponerlos a
cocer al baño maría por espacio de 20-30 minutos, dependiendo del tamaño del
bote.
Te mando cariños de todos, siempre me dicen que no
me olvide de hacerlo.
Yo te envío un abrazo muy especial.