Ayer estuvimos allí, era un día obligado, pero tú
bien sabes que yo no dejo de visitar ese lugar sagrado donde el silencio impera
y, donde casi nadie vuelve, a no ser que sea el día en el que los comerciantes
se crecen porque hay que vender flores para los que están ausentes.
Y ayer, ese campo santo tenía vida, estaba lleno de
gente y las flores adornaban las tumbas que, abandonadas el resto del año, hoy aparecían relucientes.
Pronto el viento se encargará de tirar y esparcir
centros de flores ya marchitos, al igual que esos cuerpos que allí moran
silenciosos. Alrededor crecerán otros hierbajos alimentados por la lluvia del
otoño y soportando el viento fuerte.
Pero como la vida sigue y nada la detiene, no todo
son tristezas en ella, hay gente que está de fiesta, sonríe y se divierte.
Me viene a la mente el cumpleaños de un amigo que
ya he felicitado el año pasado, es el día tres, pero yo quiero ser la primera
en hacerlo, por eso me adelanto.
La mayor parte de nosotros lo conoce pero, para
aquellos que todavía no os habéis acercado a su blog Nereidas, os dejo este
enlace: http://andresdeartabro.blogspot.com.es/
Os sorprenderá su estilo de poesía, en ella refleja
los sentimientos de un gran amor, enraizado con el paso de los años, que
perdura y crece con el tiempo.
Este año, al felicitarle, en lugar de un bizcocho
le llevaré una tarta de queso al aroma de limón, espero que le guste y pueda
compartirla con toda su familia.
Aprovecho para felicitar también a su nieto Juan en
su noveno cumpleaños y a su otro nieto Martín que cumplirá cuatro añitos.
Como nuestro querido amigo André, desde que ha
cumplido los sesenta, ha perdido la cuenta y ha olvidado la edad que tiene, no
le pondré velas en la tarta, su alma sigue siendo joven y enamorada.
Repito, para ellos y toda su familia, les deseo que
pasen un feliz domingo todos juntos ¡Mil felicitaciones!
Y ahora paso a preparar la tarta de cumpleaños.
INGREDIENTES
Para un molde de 26 cm de diámetro se necesitarán: 350g de galletas tipo Digestive,
125g de mantequilla o margarina, 5 láminas de gelatina neutra, el zumo de tres
limones y la cáscara rallada de limón y medio, 400g de queso tipo philadelphia,
250g de azúcar o su equivalente en edulcorante y 400 ml de nata para montar.
PREPARACIÓN:
1- Triturar las galletas, se pueden meter en un
bolsa e ir aplastándolas con un rodillo.
2- Mezclar las galletas con la mantequilla
derretida (se puede hacer en el microondas, dejándola unos minutos), quedará la
galleta con aspecto de arena mojada.
3- Con la mezcla de galletas, cubrir toda la base
del molde, presionar con los dedos para que se adhiera bien y reservar en el
frigorífico.
4- Para hacer el relleno, primero hay que sacar
el zumo a los tres limones, echarlo en un cuenco.
5- Remojar en ese zumo las hojas de gelatina para
que ablanden.
6- En otro cuenco echar el queso, el azúcar o
edulcorante y las ralladuras de limón.
7- Batir con batidora eléctrica hasta que se
incorporen todos los ingredientes.
8- Añadir la gelatina disuelta en el zumo de
limón.
9- No montar del todo la nata y añadirla a la
mezcla de queso y azúcar con movimientos envolventes, ayudándonos con una cuchara de madera.
10-Verter esta preparación sobre la base de
galletas que habremos sacado del frigorífico. Extenderla bien con una espátula
para que la superficie quede lo más lisa posible.
11-Volver a meterlo en el frigorífico hasta el
día siguiente.
12-Decorar con ralladuras de limón mezcladas con
azúcar (se dejan secar al aire y luego se espolvorean por encima de la tarta) y
unas tiritas de limón enrolladas.
Nota:
Aunque parte de esta receta es mía, me
he basado en la que aparece en un libro que me ha regalado mi hija Máriel, es
de Caroline Bretherton.
Como dice una amiga, la vida tiene altibajos, pero
hoy toca estar de fiesta.
Madre, hoy
vamos a ser las primeras en felicitar a ese amigo que, semana tras semana siempre nos deja un
comentario cariñoso: ¡FELIZ DÍA!
Para ti, ya sabes que nunca te faltará el cariño de
tu hija.