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domingo, 7 de julio de 2013

PENSANDO EN TI



Querida madre: He pasado este fin de semana en el pueblo ¡cuánto han disfrutado tus biznietos!

De regreso a casa, quiero contarte algo de lo que he pensado cuando todo estaba en silencio:


Cuando alguien muy querido se va, me refiero a un viaje sin retorno, queda una estela de recuerdos grabada a fuego en el alma.


Y cuando nos damos cuenta del gran  vacío que ha dejado, nos volvemos mucho más receptivos  ante cualquier sensación.

Ignoro si esto mismo a más gente le ha pasado, tal vez sólo sea  a mí ¡una especie de “bicho raro”!


Y quiero contarte madre, que en las noches tranquilas, cuando la mayoría de la gente duerme y apenas se escuchan ruidos en el exterior, hay veces que noto muy cerca un ligerísimo olor y ese olor…me trae recuerdos de la piel, de las manos, en una palabra, de tanto cariño y amor. Ternura que me arropaba hasta el punto de hacerme sentir la más dichosa de la creación.


Otras, levanto sin querer la mirada porque me ha parecido ver una sombra que se cruza y vuelven a mí recuerdos de un tiempo mucho mejor y llego a creerme, que esa sombra, es la que ocupa todo mi corazón.


Y no quiero decir más, pues yo loca aún no estoy, si algo mi cordura altera, es AMOR, tan solo cariño y amor.

Y así los días transcurren, sensación tras sensación, algunas noches, mariposas llegan y otras… hasta escucho abrir la puerta y es entonces cuando siento ese apretado abrazo y se acentúa el olor…



 Con nostalgia escribí:                                                  
                                                    

Ayer he tenido un mal día
Lo pasé pensando en ti
Todavía no comprendo
Cómo sin tu amor vivir.

Y encerrada en este cuarto
Donde tan feliz yo fui
Recuerdo bellos momentos
En que a tu lado viví.

Y aunque intento distraerme
Para no pensar en ti
Es tu olor el que se acerca
Y me lleva junto a ti.

Y si no es tu olor…
Me creo que una sombra pasa
Rápida, fugaz, junto a mí
Y vuelvo a notarte cerca
Y hasta tu abrazo sentir.

Y así se pasan los días
Haciéndome revivir
Aquellos momentos dulces
Que contigo compartí.
   
Y por esta semana, ya vale de añoranza y de morriña, sé que estás a mi lado y estimulas mi vida.



Te mando unas fotos del moral, y de la huerta, las cebolletas y los guisantes están brotando con fuerza.




Te dejo un fuerte abrazo y los cariños de toda la familia.

                                                                                  
                                      Kasioles