Querida madre:
Tenía una carta preparada para enviártela esta semana, pensaba hablarte de un
precioso gato que me hizo compañía el fin de semana mientras mis nietos se
fueron al pueblo con sus padres, yo he preferido quedarme, coger los últimos
higos y escribirte.
Pero se me ha
cruzado una idea por la cabeza y rápido he cambiado de tema.
Quería comentarte
algo que tiene que ver con la permisividad de la RAE relacionada con la escritura, de algunas palabras, que ya no
necesitan llevar tilde.
Me voy a centrar en
la palabra SOLO. Cuando yo era una niña y mi padre supervisaba mis deberes, a
veces me corregía y me decía: Recuerda, siempre que escribas SOLO y en la frase
quieras decir solamente, deberás ponerle un acento. Ejemplo: Sólo te quiero a ti
o desde que te encontré… sólo pienso en ti.
En cambio, si digo:
Hoy me siento solo, se interpreta como que esa persona no está acompañada y por
esa razón no lleva acento.
Así, con una simple
tilde, era la forma de diferenciar claramente un adverbio, de un adjetivo.
Pues bien, al
admitir la RAE que tanto uno como otro se pueden escribir sin acento, el otro
día se me ha planteado un dilema.
Cuando fui a
comentar en un blog, me encontré con una frase que me dio que pensar. Se
refería a un cambio de meta en su vida y añadía; Quiero solo buscar.
Yo me pregunto:
¿Quiere la soledad para seguir buscando y no necesita compañía? o su intención
ha sido solamente buscar.
Pero aún pueden
existir más complicaciones: ¿Qué entendemos si alguien nos dice: Tomo un café
solo?
Kasioles, que debe
ser “cortita” para ciertas cosas, nunca sabría si me está diciendo que lo toma
sin leche, que lo toma en soledad, sin compañía
o que no va a tomar nada más que
un café.
Bueno, me he metido
en un terreno que yo solita he convertido en una pista de patinaje. Los que me
leéis sabéis que, si en mis
pucheros he añadido alguna vez letras,
tan solo ha sido para hacer una sopa, por esta razón, dejo mis dudas para
vosotros, ya me contaréis.
De todas formas,
sigo pensando que, en algunos casos, esa tilde debería seguir permitiéndose.
Aquí os dejo un
poema de Antonio Machado con esta bonita canción:
CAMINANTE, SON TUS
HUELLAS
EL CAMINO Y NADA
MÁS;
CAMINANTE, NO HAY
CAMINO,
SE HACE CAMINO AL
ANDAR.
AL ANDAR SE HACE EL
CAMINO.
Y AL VOLVER LA
VISTA ATRÁS
SE VE LA SENDA QUE
NUNCA
SE HA DE VOLVER A
PISAR.
CAMINANTE NO HAY
CAMINO
SINO ESTELAS EN LA
MAR.
Madre, tu hija ya
ha empezado a caminar, pero también sabes, que siempre llevaré conmigo esos
muchos recuerdos que me han hecho tan feliz.
Hoy no me detendré
en la cocina, se me ha hecho un poco tarde y debo cargar la cámara para poder
hacer las fotos. Tengo algo rico en mente para la próxima semana.
Ya acabo, me han
dicho que te envíe cariños de todos y yo quiero añadir un abrazo muy especial
de tu hija.