Querida madre: Todo comenzó hace tres años en el pueblo, tú ya no estabas, pero ahora te lo cuento:
En el atardecer de un caluroso verano y mientras miraba distraída a través de la ventana de la cocina, observé que cerca del lilo había un gato, salí rápido con intención de espantarlo pero nada más oír el sonido de la puerta al abrirse, escapó veloz como un rayo.
aparecer, yo estaba fuera, en el jardín, pero su comportamiento era el mismo, escapaba a la velocidad de un galgo si notaba que me movía.
Su constante presencia ablandó un día mi corazón, me dije
que seguramente tendría hambre y por eso aparecía atraído por el olor de
nuestra cena al aire libre.
Y aunque otro día nada más verme también emprendió la
carrera, yo le dejé un platillo con restos de comida en el mismo lugar donde
había estado.
Mi sorpresa fue grande al comprobar que había regresado y
dejaba el plato limpio ¡Qué hambre tenía!
Otro día continuaré con mi relato, no quiero que esta
carta se extienda demasiado.
PARA MICHA
Confieso que me acostumbré
No me dejaba acercar
que a diario preparaba.
Cuando me veía marchar
rápido se aproximaba
y con apetito voraz
el plato limpio dejaba.
Carecía de modales
las gracias nunca me daba
y en silencio se marchaba
como señora invitada.
Yo la veía alejarse
luego, tras saltar la cerca,
nunca supe a dónde va.
Y como la comida no la perdona nadie, me voy a la cocina
a encender el horno, el plato que hoy voy a preparar es típico de la cocina
mexicana, requiere varias horas de horno, por lo demás, no es difícil de hacer,
me estoy refiriendo a la COCHINITA PIBIL ¿Os suena el nombre? En sus orígenes
este plato se hace con carne de cerdo (paleta o aguja) envuelta en hojas de
platanera y cocido en horno de tierra, pero nosotros nos adaptaremos a lo que
tenemos a nuestro alcance y el resultado es también extraordinario ¡Allá vamos!
INGREDIENTES: 2 kg y medio de carne de cerdo, yo he usado media paletilla. Dos paquetes de tortillas mejicanas.
Para el adobo se necesita: Un trozo de cebolla blanca,
otro trozo de una rama de canela, 8 granos de pimienta negra, 3 clavos de olor,
6 dientes de ajo enteros y pelados, 150g de pasta de achiote(es imprescindible
para hacer la cochinita, (yo la tuve que comprar a través de internet), media
taza de naranja y otra media de limón, media cucharada de pimientas negra y
roja molidas, media de orégano y otra media de comino y dos cucharadas de sal.
ELABORACIÓN:
2-Seguidamente y en el vaso de la batidora, se echan
todos los ingredientes del adobo, se tritura todo hasta que quede reducido a
una salsa con algo de consistencia.
4- Al día siguiente, retirar el film y cubrir la fuente
(que será apropiada para horno) con varias vueltas de papel de aluminio, tiene
que quedar bien cerrada por todas partes.
5- Meter al horno a 170 grados con calor arriba y abajo,
dejar que se vaya haciendo por espacio de tres horas como mínimo, yo lo tuve
tres horas y media. Pasado el tiempo, retirar del horno y desechar el papel de
aluminio, Se sabe que está en su punto cuando la carne se ha retraído y los
huesos asoman.
6- Separar la carne de los huesos y reservar la salsa,
7- Ir poniendo la carne sobre un plato y, con la ayuda de
dos tenedores se va deshilachando. Mezclar con parte de la salsa, más o menos,
según guste, y acompañar con arroz blanco.
8- Calentar al microondas las tortillas e ir poniendo
sobre cada tortilla un poco de carne, arroz y que lo queráis, a mis nietos les
gusta añadir jalapeños, lechuga, tomate, cebolleta etc. Lo tradicional es
acompañar la cochinita y el arroz con la salsa yuca-teca.
Mis nietos tienen fiesta cada vez que la hago.
Y ya termino enviándoos cariños de todos para todos, os
llevamos en el corazón, el tiempo no cuenta.
Abrazos.
Kasioles