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domingo, 21 de abril de 2024

MUCHOS AÑOS DESPUÉS... Y PARA MIS NIETOS: COCHINITA PIBIL

 

Querida madre: Todo comenzó hace tres años en el pueblo, tú ya no estabas, pero ahora te lo cuento:

 

En el atardecer de un caluroso verano y mientras miraba distraída a través de la ventana de la cocina, observé que cerca del lilo había un gato, salí rápido con intención de espantarlo pero nada más oír el sonido de la puerta al abrirse, escapó veloz como un rayo. 


Cuál sería mi sorpresa cuando, al día siguiente y más o menos a la misma hora, volvió y, aunque siempre distante, presentía que me observaba, tampoco me dio tiempo a espantarlo, al verme, salió disparado como un proyectil.





Se pasaron unos cuantos días sin rastro del gato, pero una tarde volvió a
aparecer, yo estaba fuera, en el jardín, pero su comportamiento era el mismo, escapaba a la velocidad de un galgo si notaba que me movía.

 


Su constante presencia ablandó un día mi corazón, me dije que seguramente tendría hambre y por eso aparecía atraído por el olor de nuestra cena al aire libre.

 

Y aunque otro día nada más verme también emprendió la carrera, yo le dejé un platillo con restos de comida en el mismo lugar donde había estado.

 

Mi sorpresa fue grande al comprobar que había regresado y dejaba el plato limpio ¡Qué hambre tenía!

 

Otro día continuaré con mi relato, no quiero que esta carta se extienda demasiado.

  

PARA MICHA

 


Confieso que me acostumbré

 a su presencia en verano

 y aunque era peculiar

 también tenía su halo.

 

No me dejaba acercar

 pero paciente esperaba

 la ración de su comida

que a diario preparaba.


Cuando me veía marchar

rápido se aproximaba

y con apetito voraz

el plato limpio dejaba.

 

Carecía de modales

las gracias nunca me daba

y en silencio se marchaba

como señora invitada.

 

Yo la veía alejarse

 escabullirse en zigzag

luego, tras saltar la cerca,

nunca supe a dónde va.

  

Y como la comida no la perdona nadie, me voy a la cocina a encender el horno, el plato que hoy voy a preparar es típico de la cocina mexicana, requiere varias horas de horno, por lo demás, no es difícil de hacer, me estoy refiriendo a la COCHINITA PIBIL ¿Os suena el nombre? En sus orígenes este plato se hace con carne de cerdo (paleta o aguja) envuelta en hojas de platanera y cocido en horno de tierra, pero nosotros nos adaptaremos a lo que tenemos a nuestro alcance y el resultado es también extraordinario ¡Allá vamos!

  

INGREDIENTES: 2 kg y medio de carne de cerdo, yo he usado media paletilla. Dos paquetes de tortillas mejicanas. 

Para el adobo se necesita: Un trozo de cebolla blanca, otro trozo de una rama de canela, 8 granos de pimienta negra, 3 clavos de olor, 6 dientes de ajo enteros y pelados, 150g de pasta de achiote(es imprescindible para hacer la cochinita, (yo la tuve que comprar a través de internet), media taza de naranja y otra media de limón, media cucharada de pimientas negra y roja molidas, media de orégano y otra media de comino y dos cucharadas de sal.

 



ELABORACIÓN:

 1- Primeramente hay que exprimir las naranjas y los limones hasta obtener una taza de cada fruta.

 

2-Seguidamente y en el vaso de la batidora, se echan todos los ingredientes del adobo, se tritura todo hasta que quede reducido a una salsa con algo de consistencia.




 3- Proceder a adobar la carne por todos los lados, os aconsejo poneros unos guantes, la pasta de achiote es escandalosa por su potente color rojo, si sobrase, se volcará el resto por encima de la carne. Taparla con papel film y meterla en el frigorífico unas 10 horas, yo la dejé de un día para otro.


 

4- Al día siguiente, retirar el film y cubrir la fuente (que será apropiada para horno) con varias vueltas de papel de aluminio, tiene que quedar bien cerrada por todas partes.

 


5- Meter al horno a 170 grados con calor arriba y abajo, dejar que se vaya haciendo por espacio de tres horas como mínimo, yo lo tuve tres horas y media. Pasado el tiempo, retirar del horno y desechar el papel de aluminio, Se sabe que está en su punto cuando la carne se ha retraído y los huesos asoman.


 

6- Separar la carne de los huesos y reservar la salsa,

 


7- Ir poniendo la carne sobre un plato y, con la ayuda de dos tenedores se va deshilachando. Mezclar con parte de la salsa, más o menos, según guste, y acompañar con arroz blanco.

 




8- Calentar al microondas las tortillas e ir poniendo sobre cada tortilla un poco de carne, arroz y que lo queráis, a mis nietos les gusta añadir jalapeños, lechuga, tomate, cebolleta etc. Lo tradicional es acompañar la cochinita y el arroz con la salsa yuca-teca.






 


Mis nietos tienen fiesta cada vez que la hago.

 

Y ya termino enviándoos cariños de todos para todos, os llevamos en el corazón, el tiempo no cuenta.

 

Abrazos.

 

                          Kasioles