Me contó que venía del banco, de pagar la matrícula para hacer la Selectividad (ahora cuesta 100 euros) y también de abonar las tasas para la solicitud del título de Bachillerato, otros 50 euros.
Debido al recorte de los presupuestos en Educación, no queda otro remedio que subir las tasas universitarias.
Después de estar charlando un rato, salió en conversación lo bien que se lo pasó el día de la Graduación.
Me contó que, después de cenar, se fueron a una discoteca y que estuvo hablando y bailando con sus compañeras de clase.
Ellas se habían subido a unos altos tacones, se rociaron con bronceador y se pusieron, para la ocasión, vestidos de minifalda a la moda. Dice que estaban guapísimas.
Los padres de tu biznieto, le dejaron quedarse en la fiesta hasta una hora prudencial, pero me contaba que, muchos de sus compañeros, estuvieron hasta el amanecer y desayunaron chocolate con churros ¡temprano empiezan a llegar tarde a casa! O pronto, según se mire.
Recuerdo lo que yo he vivido con la misma edad que mi nieto y, esta generación, se reiría a carcajadas.
Quizás haya sido exagerada la educación que hemos recibido años atrás, esas normas tan estrictas que, sobre todo a las chicas, nos imponían nuestros padres, son inconcebibles en estos tiempos.
Pero el caso es que, Kasioles, un mes antes de casarse, tenía que seguir volviendo a casa a las diez de la noche.
Si aquello era exagerado, hoy, a mi juicio, la actitud de algunos jóvenes se ha salido de madre. En pocos años, se ha pasado de un extremo al otro sin mediar un término medio.
Madre ¡cuánto ha cambiado la vida!
Pienso en esos padres que, teniendo todavía hijos adolescentes, los ven salir de casa y, seguramente, son incapaces de conciliar el sueño hasta que los oyen regresar. ¿Serán nuestros hijos responsables fuera de casa?
Me estoy extendiendo en un tema que incita al debate y, me imagino, que cada persona tendrá su criterio y su experiencia.
De momento, sólo pido que siempre haya un ángel bueno detrás de cada uno de esos jóvenes que inician una nueva etapa en sus vidas.
Y ahora paso a la receta de esta semana, he preparado un
QUICHE DE BACON Y JAMÓN.
INGREDIENTES:
2- Picar en trocitos pequeños dos cebolletas y dos puerros, añadirlos a la sartén, ponerles el punto de sal y dejar que se vayan pochando lentamente. Escurrir y reservar.
4- Poner la cebolleta y el puerro en un cuenco grande, añadirle el salteado de bacon , champiñones etc, remover para mezclar.
5- Batir tres huevos con 200 ml de nata líquida para cocinar, ponerle el punto de sal y volcar sobre el preparado anterior. Mezclar bien.
7- Precalentar el horno a 180 grados y meter el quiche. Dejar hacer hasta que la superficie aparezca dorada y esté completamente cuajado.
Acabo, pero antes quiero enviarte un fuerte abrazo con el cariño de todos y, en especial, el de tu hija.