Pese a ir un poco
retrasada, sabes que siempre me comunico contigo.
En la madrugada del día
31 de Diciembre, hice un alto en mis tareas y empecé a contarte:
En este momento, son la
una de la madrugada de un año que toca a su fin.
Acabo de apagar el fuego,
estaba cociendo un pulpo enorme que serviré en la cena preparado a la gallega.
Mientras todos duermen,
he venido un ratito al salón para escribirte.
Contenta contemplo la
mesa, ya la tengo preparada para recibir esta noche a los míos.
Al fin he logrado acabar
los manteles, todo luce como yo lo tenía en mente.
Estoy encantada con mi
trabajo, bueno, la obra es de las dos, pues sé que has guiado mi mano y que me
has inspirado a la hora de colocar el entredós formando el camino de mesa y los
adornos laterales. Gracias por no separarte de mi lado.
Llegado el momento,
brindaremos por ti y por todos los que, como tú, no pueden acompañarnos
físicamente, pero brindaremos porque tenemos cantidad de motivos para hacerlo,
esos recuerdos maravillosos que habéis dejado en nuestras vidas, son razones más
que suficientes para recibir un nuevo
año en vuestra compañía.
Y como hoy hay que poner
alegría a la vida, ahí va esa canción.
Poniendo alas, volando
Dando rienda suelta
Al sentimiento oprimido
Que es para mí
Un tormento de pasión…
Dejo, aunque sólo sea hoy
La puerta abierta a mi
corazón.
Voy a decirte, mi vida
Que eres fuerza que
enamora
Que me atrae y me
apasiona
Llenándome de ilusión.
Todo es amor lo que viví
contigo
Todo es amor lo que salía
de ti :
El brillo de tu mirada
La calidez de tu voz
La sonrisa enamorada
Los susurros, los
suspiros
Y esos besos de pasión
Que hoy guardo, como
joyas
Muy dentro del corazón.
Y ahora, con alas de
mariposa
Quiero volar hacia ti
Para sentir que te tengo
Para besarte y besarte
¡Hoy tengo ganas de ti!
Y como hace días que no
te mando ninguna receta, anota ésta que está riquísima: Es un pastel de
merluza.
INGREDIENTES: Un trozo de
lomo de merluza o pescadilla de unos
600g, dos cebollas o cuatro puerros, dos
dientes de ajo, tres cucharadas de tomate frito, una rama de perejil, una hoja
de laurel, dos cucharadas de harina, un poco de caldo donde se ha cocido la
merluza, tres huevos, un poco de aceite o mantequilla para engrasar el molde y
salsa rosa o mayonesa para decorar junto con espárragos, aceitunas, lechugas
etc.
PREPARACIÓN:
2- Cuando
empiece a hervir, añadir la merluza y poner el punto de sal. Dejar sólo 3-4
minutos y retirar del fuego, esperar a que se temple.
3- Retirar
la merluza, colar y reservar una parte del caldo.
4- Picar
las cebollas o los puerros y ponerlos a pochar en un poco de aceite, dejar que
se vayan haciendo lentamente. Cuando toman un color dorado y están
transparentes…
5- Se
añade a la cebolla dos cucharadas de harina, remover rápido con una varilla,
para disolverla, añadir un poco de caldo de pescado y seguir removiendo hasta
que se integre completamente la harina, dejar que dé un hervor todo junto.
6- Sacarle,
al trozo de merluza, las pieles y espinas, desmenuzarla.
7- Agregar
el tomate frito a la merluza.
8- Mezclar
la merluza con la cebolla, añadir las tres yemas de huevo, mezclar e
incorporar, poco a poco, con movimientos envolventes, las claras batidas a
punto de nieve.
9- Preparar
un molde poniéndole un papel de hornear que cubra fondo y paredes, untarlo con
mantequilla y verter en él la preparación.
10- Meter a horno precalentado a 180 grados
durante unos 45 minutos, puede tardar algo más, depende de cada horno, pero se
puede vigilar pinchándolo con un palillo, si nos sale seco, es señal de que ya
ha cuajado.
11-
Sacar del horno, dejar templar y decorar a
gusto.
Nota: Si el pastel se
hace en un molde redondo de cristal, no necesita ponerle papel, basta con
untarlo de aceite o mantequilla, pero, en este caso, es mejor hornearlo al baño María.
El último que hice, le he
puesto papel y no necesité baño María.
Y como por hoy me he
portado bien y te he contado muchas cosas, sólo me queda enviarte un abrazo muy
fuerte lleno de cariño.