Querida
madre: ¡Qué puedo contarte que no sepas!
No
escribo porque mi corazón está triste y el mundo, bastantes penas tiene ya como
para sumarle las mías.
Quisiera
darte buenas noticias sobre el estado de salud de nuestra querida amiga Ámbar,
pero no es así, ahora mismo me acabo de enterar que han tenido que ingresarla
otra vez y ya sólo espero que su AMADO, como ella llama a su Dios, no la
abandone.
PARA
TI, AMIGA MÍA, HE ESCRITO ESTE POEMA, OJALÁ PUEDAS LEERLO:
Enarbolas
la bella bandera de la fe
Gritas
al mundo que hay que ganar la batalla
Casi
sin fuerzas, sigues caminando
Como
ejemplo vivo de esta lucha diaria.
Cada
hora que pasa…
Profunda
es tu huella que llega a la entraña
Modelo
de vida, lucha y valor
Y
una lección de amor para los que te acompañan.
Superviviente
en las adversidades
Fortalecida
pese a las pruebas que pasas
Tu
galardón es la fe
Y no
te arredras ante nada.
Suerte
la mía al conocerte
Suerte
por tener tus enseñanzas
Suerte
por quererte como te quiero
Y
por haber encontrado:
¡Una
verdadera amiga del alma!
Abrazos
y cariños.