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miércoles, 27 de noviembre de 2019

CALDERETA DE CORDERO


Querida madre: Al día siguiente de nuestra visita a Comillas, amaneció un día oscuro, igual que los anteriores.

Máriel salió a buscar un pan reciente para desayunar y al regresar, comentó que la panadera le había dicho que no dejase de visitar Liérganes y el Valle del Miera, una preciosa zona donde también se agrupan las fábricas de los típicos sobaos y quesadas pasiegas

No lo pensamos dos veces, allá nos fuimos a descubrir un nuevo mundo  y nunca mejor dicho pues, nada más dejar atrás Galizano, la carretera empezó a curvarse y a una curva cerrada le sucedía otra y otra más, aquello era horrible, aún no sé cómo pude aguantar sin marearme.


La primer parada fue en Selaya y, justo donde aparcamos, estaba una señora a la que pregunté dónde hacían los mejores sobaos ¡Qué casualidad! Ella tenía una tienda en la plaza y los que allí elaboraban, tenían tanta fama, que repartían pedidos a las provincias cercanas.
 
Como no quiero cansar a nuestros lectores, continuaré contando en mi próxima carta.





De regreso a Galizano, preparé unas riquísimas zamburiñas y unas anchoas que sólo les faltaba saltar.



Después de cenar, mis hijas pusieron la tele y yo continué leyendo la página 55 del libro que creí que era el de la noche anterior, aún así, acabé escribiendo antes de irme a dormir.
  




Y al poco...
Amainó el viento
El frío templó
Y de nuevo revivieron
Las hermosas rosas rojas
Que eran su muestra de amor.



Las había plantado para ella
Quería perpetuar su pasión.

Raro es ver florecer en otoño
Rosas tan bellas, sin parangón.

Eran las supervivientes
De un cariño que no muere
Se oculta, desaparece
Pero regresa con la misma fuerza
Que en aquél otro tiempo
En que era tarde para conocerla
Pronto para quererla
Pero había llegado,
En el momento idóneo,
Para apoyarse mutuamente
Y no olvidarla jamás.

Y como en mis escritos no puede faltar una receta de cocina, hoy os traigo algo que está para chuparse los dedos.

CALDERETA DE CORDERO:
INGREDIENTES PARA MARINARLO LA NOCHE ANTERIOR:

Un kilo y medio de cordero cortado en trozos (el mío es de pasto, pero sirve cualquier otro), pimienta roja y negra, mezcladas, ajos, dos hojas de laurel, romero y tomillo frescos (utilizar en seco si no se tienen a mano), 250cc de vino blanco, utilicé uno de Serrada, aceite, sal o una pastilla de caldo de carne.
 


INGREDIENTES PARA LA ELABORACIÓN:
Dos cebollas o cebolletas, 2 puerros, 2 pimientos italianos verdes y medio rojo si es grande, 2-3 tomates, 3 dientes de ajo, un buen chorro de vino blanco, 300 cc de agua, una pastilla de caldo de carne o sal, aceite y el jugo del marinado.



1-Poner los trozos de cordero en una fuente, salpimentarlos, añadir dos dientes de ajo picados, dos hojas de laurel, unas ramas de tomillo y romero, mejor frescas, cuarto litro de un buen vino blanco y un hilo de aceite por encima. Remover para que los trozos de cordero se impregnen bien en este adobo. 


2- Cubrir la fuente con un papel film, meterla en el frigorífico y dejar que se marine el cordero durante toda una noche.



3-  Al día siguiente, escurrir bien los trozos de cordero de la marinada. Poner sobre el fuego una cazuela con aceite, que cubra el fondo, dejar calentar y añadir tres dientes de ajo laminados, dejar que tomen color.
 

4- Mientras, picar los puerros, las cebollas y los pimientos (rojo y verde). Reservar.



5- Cuando los ajos hayan tomado color, añadir a la cazuela las verduras picadas, rehogar bien y dejar pochar.
 

6- Picar dos o tres tomates maduros. Reservar. 



7-En otra cazuela, con un poco de aceite, dejar calentar bien e ir dorando los trozos de cordero por todas partes. Reservarlos.



 8- Una vez pochadas las verduras se añaden los trozos de cordero que ya teníamos sellados y todo el líquido de la maceración.



9- Incorporar los tomates picados, remover, añadir la pastilla de caldo de carne y regar con el agua y el vino.
 

10- Dejar cocer hasta que el cordero esté tierno. Servir y degustar, la salsa es una delicia, tomad doble ración de pan para los amantes de las salsas sabrosas, en familia está permitido mojar.




Y como ya he cumplido por hoy, ya sólo me queda despedirme de ti, madre mía, y de todos aquellos que están contigo, recibid un montón de cariños de todos para todos.

                                                  Kasioles