Querida madre: Como
llevábamos varias semanas sin ir al pueblo, ya que ha caído agua como no se
recordaba en esta tierra, tampoco he tenido ocasión de acercarme al camposanto.
Anteayer se me
logró y he podido comprobar que, pese a mi temor, los pensamientos y violas
seguían llenos de vida.
Pero otra cosa
llamó mucho más mi atención, es algo que nunca había visto en los diez años que
lleváis descansando, te cuento:
En la parte central
del panteón, a los lados del cuerpo central de granito que está más alto que
los laterales, todo a lo largo de la junta que une un cuerpo con el otro,
habían nacido, unas al lado de las otras, un montón de margaritas blancas ¡era
para verlo!
Miré en las tumbas
de alrededor, por si hubiese ocurrido lo mismo, pero allí sólo había hierbas
que salían por las juntas o por los desconchones de las lápidas. Me gusta
pensar que las flores saben elegir bien el sitio donde encontrar cariño.
EL AMOR QUE ILUMINÓ
NUESTRO PASADO
SE ALETARGA POCO A
POCO EN EL RECUERDO
SE VAN DIFUMINANDO
LOS INSTANTES
QUE VIVIMOS CON
CARIÑO INTENSO.
QUISIERA SER PINTOR
DE SENSACIONES
Y GRABAR A FUEGO AQUELLOS DÍAS
QUISIERA
TALLAR LAS EMOCIONES
QUE DESPERTARON EN
MI TANTA ALEGRÍA.
QUISIERA HACER
GRILLETES CON RECUERDOS
PARA NO MEZCLAR LO
REAL CON LO SOÑADO
QUISIERA
ENCADENARME A AQUÉL PASADO
PARA JAMÁS
SEPARARTE DE MI LADO.
QUISIERA ASIRME DE
TU MANO
Y CONVERTIRTE EN EL
GUÍA DE MIS DÍAS
ESCUCHAR TU CONSEJO
ESPERANZADO
Y CONTARNOS
NUESTRAS PENAS Y ALEGRÍAS.
Y ahora me toca
hacer algo en la cocina. No a todos les gustan las verduras y menos unas
insignificantes acelgas, pero como es bueno comerlas de vez en cuando, hoy las
vamos a subir de categoría poniéndoles doble dosis de cariño mientras las vamos
preparando.
INGREDIENTES: Un
manojo de acelgas, 3 o 4 patatas, 3 o 4 dientes de ajo, aceite, sal, 1 o 2
huevos y harina para rebozar.
PREPARACIÓN:
1- Separar las pencas de las hojas y reservar
ambas.
2- Pelar y trocear las patatas. Reservar.
3- Lavar las pencas y quitarles los hilos.
Cortarlas en trozos regulares. Reservar.
4- En una cazuela poner las patatas y las
pencas en agua hirviendo con sal. Dejar cocer de 20 a 30 minutos hasta que todo
esté tierno.
5- Lavar bien las hojas de acelga y
trocearlas. Reservar.
6- Cuando las patatas y pencas estén cocidas,
se escurren, reservan y se guarda un poco del líquido de la cocción.
7- Laminar los dientes de ajo. Poner una
cazuela al fuego con aceite, que cubra el fondo y añadir los ajos. Dejar que
tomen un poco de color.
8- Añadir las hojas de acelga, al principio
parecerá que no entran en la cazuela, pero pronto se bajan y es el momento de
taparla y dejar unos minutos para que se vayan rehogando.
9- Pasar las pencas por harina y huevo y
freírlas en una sartén con aceite.
10- Añadir las patatas reservadas a las acelgas
de la sartén. Regar con un vaso del líquido de la cocción o algo más si fuese
necesario. Mezclar.
11- Poner por encima las pencas rebozadas.
12- Para decorar el plato podemos cocer unos
huevos, cortarlos en rodajas y rebozarlos igual que las pencas. Servir. Serán
acelgas, pero están buenísimas.
13- Servir. Serán acelgas, pero están buenísimas.
En otra te contaré
más cosas, pronto hará la comunión Alexis, estaremos todos juntos y nos
acordaremos de vosotros, yo sé que, de alguna forma, nos haréis compañía.
Cariños, besos y
abrazos para todos.