Y lo
digo, ya no solo porque los recuerdos parece que toman vida con mayor
intensidad en estos días de reuniones familiares, sino también porque mis
ilusiones y los planes que tenía no se han llevado a cabo. ¡Menos mal que no
hubo nada que lamentar!
Una de
mis nietas quedó a comer con unas amigas y, al poco, se enteró de que una de
ellas había dado positivo en covid.
Sus
padres, al enterarse, la aislaron y, pasados unos días, el test de antígenos
que le hicieron fue negativo.
Días
después, a uno de mis nietos le ha pasado algo parecido, y las reuniones en
familia que todos teníamos previstas con alegría, se han reducido a que pasase
estos días solo con dos de mis hijas. Me alegro de haber tenido una familia
numerosa.
Toda
mi vida he estado rodeada de personas queridas, no es de extrañar que me aterre
la soledad.
PENSANDO
EN TI…
Escucho
el susurrar del agua
mientras
fluye dulcemente
por
meandros conocidos.
Me
imagino que estás,
como
si nada hubiera ocurrido
y
siento el calor de tus manos
que sujetan las mías
al caminar unidos.
Ya no
hay marcha atrás,
¡Si
supieras que me aterra
Y como
pese a haber estrenado un nuevo año, la rutina vuelve a instalarse en nuestras
vidas, me voy a la cocina para prepararos un delicioso morcillo al vino tinto.
INGREDIENTES:
1kg más o menos de morcillo troceado, 2cebollas, sal y pimienta (he utilizado
una mezcla de roja y negra) 4 dientes de ajo, 2 hojas de laurel, 2 zanahorias,
perejil, 300ml de vino tinto, una pastilla de caldo de carne o pollo y agua si
fuese necesario.
PREPARACIÓN:
1-
Poner el morcillo troceado en una fuente, salpimentarlo ligeramente y dejarlo
macerando toda una noche con: Dos dientes de ajo laminados, las zanahorias en
rodajas, las dos hojas de laurel, la pastilla de caldo desmenuzada y el
perejil, regar el conjunto con el vino tinto y remover para que se mezclen bien
todos los ingredientes de la marinada.
2- Al
día siguiente, sacar los trozos de morcillo de la marinada, escurrirlos bien y
reservar el líquido junto con las verduras de la maceración.
3-
Poner una cazuela al fuego con suficiente aceite para que cubra el fondo, echar
dos dientes de ajo laminados y esperar a que tomen color.
5-
Trocear las cebollas e incorporarlas a la cazuela de la carne, rehogar durante
unos minutos el conjunto.
6-
Regar con todo el vino de la marinada y las verduras, dejar cocer a fuego
lento, tardará de una hora a una hora y media, todo depende de lo tierna que
sea la carne. Si se quedase seco durante la cocción, se añadirá agua poco a
poco.
7-
Cuando el morcillo está tierno y la salsa ha adquirido consistencia, es el
momento de separarlo del fuego y dejarlo reposar unos minutos antes de
degustarlo en la mesa. Disfrutad de esta rica receta. Como guarnición admite
patatas fritas o asadas, yo lo he acompañado con unos pimientos asados de mi
conserva.
Mi
querida madre, otro día te contaré más cosas, ojalá sean agradables, nunca
pierdo la esperanza de que todo lo que actualmente estamos viviendo vaya a
mejor.
Te
dejo cariños para compartir con mis mejores deseos de un descanso eterno.
Kasioles