Seguidores

lunes, 14 de diciembre de 2015

MOUSSE DE CHOCOLATE AROMATIZADO CON CARDAMOMO

Querida madre: Después de un puente que más se ha parecido a un acueducto, tengo la sensación de que la semana es muy corta y, para que no te falte mi carta, lo primero que hago es escribirte para contarte lo que hicimos en el cumpleaños de Máriel.

Lo había planeado con tiempo para que pudiéramos estar todos juntos.

Años atrás, nos reuníamos en Segovia, pero siempre el frío nos impedía dar un paseo por la ciudad después de comer.

De esta vez escogió Valladolid, nos encontraríamos en la Plaza Mayor a las 3 de la tarde, tenía reservada mesa para 15 personas en el restaurante que justo está en pleno corazón de la ciudad, enfrente del Ayuntamiento: 



Es el típico Café del Norte (inaugurado en el verano de 1861), hoy también restaurante. 
Me arreglé para la ocasión, “aparqué” las botas y volví a ponerme tacones y un vestido. Antes de salir, me miré y dije: Si me viese mi madre, me diría que iba muy guapa y Anthony se sentiría orgulloso de llevarme a su lado.


Valladolid nos acogió con un reluciente sol otoñal, las terrazas estaban abarrotadas de gente tomando el aperitivo. 
Por las fechas en que estamos, la Plaza estaba adornada con motivos navideños, el belén no podía faltar, también había un tiovivo y un tren para los más pequeños.
El encuentro con mis hijos ha sido de lo más emotivo, recuerdos de este tipo son los que voy acumulando en esa mochila que llevaré siempre conmigo: 

La intensidad y el calor de sus abrazos, la ternura y el cariño que he sentido en cada beso, el brillo de felicidad que se veía en sus ojos cuando se estrechaban los brazos entre hermanos y sobrinos, en fin, momentos que se graban a fuego y me estimulan para seguir mi camino.

Mentiría si dijera que no he notado su vacío, pero mi hijo Lucho me ofreció su brazo y estuvo muy cerca de mí todo el día. Muchas gracias, hijo mío.

Como el restaurante  tiene buena y novedosa cocina, ello ha  contribuido a que el día fuese completo.

A Máriel, entre todos, la llenamos de regalos.

Cuando salimos del restaurante, ya anochecía, pero aún esperamos a que mis nietos, los más pequeños, se subieran al tren y a los caballitos.




Me acabo de acordar de Sindel, de la palabra que ha propuesto para esta semana: DIFERENTE y, pensando que ese día ha sido muy diferente a otros, en todos los sentidos, me pareció oportuno incluirla en estos versos.

FUE UN DÍA TAN ESPECIAL…
QUE EL SOL NOS MIRÓ DE LEJOS
Y AL VERNOS TAN FELICES
SE AUTOINVITÓ AL EVENTO.

ILUMINÓ CON SUS RAYOS
LA PLAZA Y EL AYUNTAMIENTO
LA GENTE LLENÓ LAS TERRAZAS
DISFRUTANDO DEL BUEN TIEMPO.

LOS QUINCE, FORMANDO PIÑA,
NOS SALUDAMOS CON BESOS
Y LOS NIÑOS, MUY CONTENTOS,
SE ABRAZABAN A MI CUELLO.

ENTRE TANTA ALGARABÍA
SENTÍ UN VACÍO EN EL PECHO
ME FALTABA VUESTRO ABRAZO
LAS CARICIAS Y LOS BESOS.

¡QUÉ DIFERENTE A OTROS TIEMPOS!

PERO NO DESFALLECÍ,
NO ERA EL MEJOR MOMENTO,
SUPE LO QUE DEBÍA HACER
¡Y LOS SUPLÍ CON RECUERDOS!

Y ahora quiero agradecer a un amigo bloguero, que dice cocinar por afición, la idea que me ha dado para hacer un postre que ha sido todo un éxito en la última comida que he preparado en el pueblo. El autor se llama Juan Hernández y el postre es una Mouse de chocolate y yogur. Os dejo el enlace a su blog por si lo queréis visitar: https://plus.google.com/+JuanHern%C3%A1ndez/posts

Como éramos muchos a comer, he tenido que adaptar su receta a los ingredientes que tenía para que me llegase para todos.

INGREDIENTES: 260g de chocolate negro, 500cc de nata líquida, 100cc de leche evaporada, 500cc de nata para montar, una cucharada sopera de semillas de cardamomo y otra de canela molida, una o dos cucharadas de azúcar (a gusto).


Para presentarlo, necesitaremos también: Dos o tres yogures griegos, miel, frutos secos picados (almendras, nueces, avellanas, etc) y unos barquillos para decorar.
PREPARACIÓN:
1-   En una cazuela echar la nata para cocinar, la leche evaporada, las semillas de cardamomo y la canela.

2-   Poner la cazuela sobre el fuego y remover para mezclar.

3-   Esperar hasta que comience a hervir y retirar del fuego.

4-   Añadir el chocolate troceado.

5-   Remover para que se deshaga el chocolate y echar el azúcar.

6-   Colar y reservar la preparación resultante. Dejar enfriar.

7-   Mientras, sacar la otra nata del frigorífico y montarla.

8-   Ir añadiéndola, poco a poco, a la preparación que teníamos reservada, mezclar con movimientos envolventes.

9-   Nos quedará una Mouse mucho más clara.

10- Para montar las copas o los vasitos (yo no tenía en el pueblo), se pondrán unas cucharadas de yogur en el fondo de la copa y, sobre él, unos hilillos de miel.

11- Cubrir con la Mouse de chocolate y decorar con un poco de crocanti de almendras.

12- A la hora de servir, las presenté poniendo sobre la Mouse, un poco de nata que metí en una manga pastelera con boquilla rizada, sobre la nata puse un poco de crocanti y, a un lado de la preparación, coloqué un barquillo de chocolate. Podéis creerme si os digo que el postre ha sido un éxito, atractivo a la vista y delicioso al paladar. Reitero mis gracias a Juan.

Y como ya te he contado todo lo que pretendía decirte, ya sólo me queda enviaros abrazos y cariños de todos nosotros que siempre os llevamos en el corazón.
                         Kasioles