Querida madre: Me acaban
de enviar un correo con una impresionante foto del Taj Mahal, y me ha hecho
volver a recordar la preciosa historia de amor que encierra.
Hoy, como si de un
precioso cuento se tratara, lo resumiré para ti y, al mismo tiempo, reviviré
aquellos dulces momentos cuando tú, sentada en mi cama, me contabas aquellas preciosas historias
que te inventabas para que durmiese feliz.
A principios del Siglo
XVII, un príncipe heredero del gran Imperio Mogol, conoció a Mumtaz Mahal, una
linda princesa de 19 años, se enamoró profundamente de ella, pero aún tuvo que esperar cinco largos años hasta poder
convertirla en su esposa.
Vivieron un amor intenso,
apasionado, uno de esos amores que merecen ser recordados por dejar profunda
huella pero, muchas veces, el destino se vuelve cruel, despiadado, tanto…que
ella muere cuando da a luz a su hijo número catorce.
Presintiendo su muerte,
le pide a su marido, antes de morir, que le hiciese cuatro promesas:
- Que construyera una tumba para ella.
- Que se volviese a casar.
- Que fuera buen padre con sus hijos y que visitara su tumba en cada aniversario de su muerte.
Shoah Jahan comenzó la
construcción de la tumba a orillas del río Yamuna. Miles de personas trabajaron
en la obra durante más de 20 años. Levantaron un monumento en mármol blanco en
el que se fusionan la arquitectura hindú con la persa-musulmana.
Tanto el interior como el
exterior de la tumba, se adornó con piedras preciosas traídas de lejanos
países.
Su desbordado amor, al
tratar de cumplir la promesa hecha, le
llevó a la ruina y a la pérdida del trono.
Fue derrocado por uno de
sus hijos y encerrado en el Fuerte de Agra.
Allí permaneció privado
de libertad el resto de su vida pero, tras las rejas de su prisión, podía
contemplar la maravillosa obra que había dedicado a su esposa. Hoy en día, es
el monumento más impresionante de la India y yo creo que, el visitante que
tenga la suerte de poder verlo, tendrá que sentir en su rostro, una caricia de
amor que es como un dulce beso de bienvenida.
Después de haber leído
esta historia, he escrito:
Yo haría para ti
Un monumento de amor
Lo llenaría de besos
Como pétalos de flor.
Mi Taj Mahal sería
Un nidito para dos
Donde tú y yo, muy juntos
Disfrutáramos de amor.
Donde la dicha inundara,
Como el sol de la mañana,
Dos corazones amantes
Que tañen como campanas.
Dos corazones unidos
Que se quieren con pasión
Dos almas, en una sola
Que hoy sufren
separación.
Y para rematar mi
entrada, hoy te voy a mandar la receta de unos rollitos de espárragos.
INGREDIENTES:
Una o dos latas de
espárragos gruesos, lonchas finas de jamón de york (tantas como espárragos)
harina y un huevo para rebozar.
INGREDIENTES PARA LA
SALSA:
Dependiendo de la
cantidad que necesitemos, utilizaremos una o dos cebollas y uno o dos puerros,
dos dientes de ajo, una cucharada de harina, perejil picado, una copa de vino
blanco y un vasito de agua de la conserva de los espárragos.
PREPARACIÓN:
1-Enrollar
cada espárrago en una lámina de jamón de york.
2- Cuando
los tengamos todos enrollados, se pasan primero por harina y luego por huevo
batido.
3-Freírlos
en una sartén con aceite, dejarlos reposar sobre un papel absorbente.
Reservarlos.
PREPARAR
LA SALSA:
1- Poner
una cazuela sobre el fuego con un poco de aceite, echar los dos dientes de ajo
picaditos y dejar que tomen color.
2- Picar
finamente el puerro y la cebolla, añadirlos a la cazuela. Dejar pochar todo
junto.
3- Añadir
una cucharada de harina, remover bien.
4- Regar
con el vino blanco y el agua de los espárragos. Dejar cocer unos minutos hasta
que la salsa espese.
5- Triturar
la salsa.
6- Meter
en ella los espárragos rebozados, dejar dar un hervor y espolvorear con perejil
muy picadito.
7-Servir
y degustar. Lo ideal sería hacer este plato con espárragos naturales previamente cocidos
Por
esta semana he cumplido. Ya sólo me falta enviarte un abrazo muy fuerte cargado con los cariños de
toda esta familia.