Querida madre: Hoy, después de tantos meses, vuelvo a coger
un folio para ponerte unas letras.
Ya sabes que soy incapaz de escribir directamente en Word, me
gusta deslizar mis dedos por el satinado del papel, me encanta su tacto y hasta
diría algo más: su olor.
Primero, mi prolongado silencio, fue debido a que el
ordenador dejó de funcionar y, más tarde, a mi pereza en regresar, pero, como
no sólo me conformaba con hablar contigo
todos los días, también necesitaba escribirte, mejor dicho, escribiros.
Ya decidida, aprovecho para agradecer a todos nuestros
seguidores , a aquellos que no nos olvidan, el apoyo, el estímulo y cariño que
depositan en sus comentarios. Mil gracias a todos.
Madre, al llegar el otoño, es como si la nostalgia se
instalase en mi corazón, no es extraño que ayer, al acordarme de él,
escribiera:
CIERRO LOS OJOS Y….
¡ESPÉRAME! PRONTO ESTOY CONTIGO:
PASEAMOS A LA ORILLA DE UN RÍO
EL SONIDO DEL AGUA NOS MARCA EL RITMO
Y LO HACEMOS DESPACIO,
DISFRUTANDO EL SONIDO
DE ESTAS AGUAS CRISTALINAS
QUE FLUYEN HACIA EL PIÉLAGO SALADO
COMO REMANSO DE PAZ Y ABRIGO.
QUE DAN SOMBRA AL CAMINO,
ES COMO UN DULCE ALETEO
QUE EMBRIAGA LOS SENTIDOS
PERO NO ¿PARA QUÉ
ENGAÑARME?
ES LA DICHA DE
TENERTE, DE BESARTE,
DE ADORARTE, DE SENTIR QUE ESTÁS CONMIGO
Y DE PODER ABRAZARTE.
NO QUIERO QUE EL CAMINO ACABE
¡SÓLO QUIERO ESTAR CONTIGO!
Y ahora voy a dejaros una receta muy sencilla pero, no por
eso, menos rica, es un entrante con el que quedaremos siempre bien al ofrecerlo
a nuestros invitados:
TOSTAS DE VENTRESCA DE
BONITO CON PIPARRAS:
INGREDIENTES: Rebanadas de pan, 2 o tres cebollas, mahonesa,
una lata de ventresca de bonito y piparras (son guindillas en vinagre con un
punto de picante muy suave).
PREPARACIÓN:
1- Cortar una barra
de pan en rodajas o comprar un pan ya
cortado. Si es de vuestro agrado, podéis tostar las rebanadas en el horno, esto
depende del tiempo que se tenga para preparar el aperitivo, yo no lo tuve.
2- En una sartén
con un poco de aceite, echar las cebollas peladas y cortadas en juliana,
ponerles el punto de sal y dejar que se vayan confitando lentamente, hasta que
adquieran un color dorado. Retirar y colar para escurrir el aceite sobrante.
Reservar.
3- Sobre cada
rebanada de pan, ponemos un poco de mahonesa, si se quiere, se puede extender
para que la cubra por completo.
4- Poner encima un
poco de la cebolla confitada.
5- Cubrir con una o
dos láminas (dependiendo del tamaño de la rodaja de pan) de ventresca de
bonito.
6- Volver a poner
encima un punto de mahonesa y rematar con una pitarra.
7- ¡Listo para presentar
y comer! Os gustará.
Y como ya he llegado al final de esta entrada, ya sólo me
queda enviaros un montón de cariños y deciros que, pese al paso de los años, os
sigo queriendo y, día tras día, os revivo en mi corazón.