¿Sabes
que ayer domingo he soñado con Anthony? Lo cierto es que el sueño no ha sido
nada agradable y por ello quiero escribirle para que sepa que lo sigo queriendo
y no lo olvido.
ONCE
AÑOS DESPUÉS….
NOS
ABRAZABAN LAS SOMBRAS DE LA TARDE
MIENTRAS
EL SOL TRATABA DE OCULTARSE.
CONTEMPLÁBAMOS
EN SILENCIO,
ACARICIADOS
POR LA SUAVE BRISA MARINA,
EL
MARAVILLOSO Y CASI MÁGICO ESPECTÁCULO
QUE
OFRECÍA EL MAR EN PLENA CALMA.
COGIDOS
DE LA MANO, NOS OLVIDAMOS DEL TIEMPO,
SEGUÍAMOS
EXTASIADOS OBSERVANDO. SIN HABLAR,
LOS
ÚLTIMOS PARPADEOS DE UNA ESFERA LUMINOSA
QUE
SE RETIRABA A DESCANSAR.
SU
LUZ MISTERIOSA NOS ENVOLVÍA,
UNA
LUZ QUE NO ACIERTO A DESCRIBIR
FUE
ALGO SEDUCTOR, ÚNICO,
LO
LLEVARÉ CONMIGO MIENTRAS VIVA.
SEGURAMENTE
EL SOL YA LO SABÍA
E
INTENTÓ DEJARNOS SUS MARAVILLOSOS
REFLEJOS
COMO DESPEDIDA.
Y
HOY, YA SIN ÉL, EN UN OTOÑO
QUE
EN NADA SE PARECE AL DE AQUÉL DÍA,
VOY AGOTANDO EL CAMINO SOLA
¡Y AÚN AÑORO SU MANO,
SU
AMOR Y LA FELICIDAD VIVIDA!
Y
como todos los ojos no lloran el mismo día, tendremos que hacer algo por la
vida y lo primero es aportarle nutrientes, hoy os dejo la receta de una
mermelada hecha con los albaricoques de un árbol que siempre las heladas prematuras
queman sus flores y nunca sus frutos llegan a término.
Como
excepción, he podido recoger unos pocos y aquí está la receta:
MERMELADA
DE ALBARICOQUES AL AROMA DE VAINILLA
INGREDIENTES;
750 g de albaricoques sin hueso, 500 g de azúcar, el zumo de medio limón y una
cucharadita o dos de vainilla bourbon en pasta.
PREPARACIÓN:
1-Escoger
albaricoques maduros, lavarlos y sacarles el hueso del interior. Pesar la fruta
y añadirle siempre menos cantidad de azúcar, los muy golosos, pueden poner el
mismo peso de fruta que de azúcar).
2-Pasarlos
a un cuenco amplio y regar con el zumo de limón, echar el azúcar.
3-Remover
con una cuchara de madera y dejar en maceración una hora más o menos.
4-Pasar
el contenido del cuenco a una cazuela y ponerla a fuego medio para que se vayan
cociendo los albaricoques y, al mismo tiempo, vayan soltado su jugo que formará
un almíbar con el azúcar. Remover de vez en cuando y retirar la espuma que se
forme.
5-Cuando
la fruta esté blanda, triturar con la batidora, no es necesario hacer un puré
(si quedasen trocitos de fruta son agradables a la hora de degustar la
mermelada), remover y dejar sobre el fuego dándole vueltas, de vez en cuando,
para evitar que se agarre al fondo de la cazuela.
6-Aromatizar
con la cucharadita de vainilla, remover.
7-Cuando
la mermelada haya alcanzado la consistencia deseada, se separa del fuego y se
rellenan con ella unos botes esterilizados.
8-Cerrarlos
con sus respectivas tapas y darles la vuelta, dejar así hasta que se enfríen.
Y
sin más por hoy, a ti madre te envío un fuerte abrazo y para Anthony todo el
amor de