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miércoles, 20 de marzo de 2024

OTRO GATO EN MI VIDA Y BACALAO CON TOMATE Y PIMIENTOS

 

Querida madre: Como te había prometido, voy a continuar contándote algún episodio más que me ha pasado con otro gato.








Todavía recuerdo aquel día en que,

 con dos compañeras de clase,

 decidimos probar suerte e ir a ver una

 película de terror.





Teníamos solo 14 años, estábamos en cuarto de bachillerato y ya llevábamos un tiempo planeando la forma de aparentar mayores para poder ver aquella filme que nos intrigaba tanto: Los crímenes del museo de cera.

 

Yo había dicho a mis padres que llegaría un poco más tarde a casa, que me quedaría a completar apuntes con una compañera.

 

Años atrás, las niñas de 14 años aún llevábamos calcetines y las trenzas era
uno de los peinados muy habituales.

 

Muchas fueron las veces que nos hicimos la misma pregunta ¿Cómo engañar al portero para que nos dejara pasar?

 

Después de soltar nuestro pelo y sacarnos los calcetines, decidimos probar suerte.

 

La más alta de las tres llevaba las entradas y cuando nos encontramos frente a aquél portero uniformado y con gafas de miope, intentamos disimular nuestro nerviosismo, reímos, yo creo que eran los nervios, se nos quedó mirando de arriba a abajo, dudó un poco y al fin dijo:¡Pasen!

 

Disimulamos nuestras ganas de correr para meternos en la sala y al poco nos vimos sentadas en las butacas tapizadas en rojo ¡Prueba superada!


Al poco de comenzar la peli, el miedo se fue apoderando de nosotras, nos agarrábamos las manos y con la que nos quedaba libre, tapábamos nuestras bocas para no chillar, creo no haber pasado tanto miedo en toda mi vida.

 


Son pocos los detalles que recuerdo de aquella película, pero la figura de Juana de Arco en el museo, no era de cera, debajo de aquella peluca morena, se ocultaba el cabello rubio y el cuerpo de una bella chica que aquél maltrecho asesino pretendía ocultar.

 

Para los que se estén preguntando a qué viene todo este rollo si el gato sigue ausente, les diré que tengan paciencia, todavía tengo que regresar a casa y lo haré en mi próxima entrada, no tengo intención de aburriros más.

 

Para los interesados, os dejo el enlace de la película:                            https://ok.ru/video/3410041113274

 

A mí ni se me ocurre volverla a ver.

 Todas las fotos son de la red.  



Adolescentes éramos las tres

pocas travesuras hicimos

pero aquél día…

bien planeado lo tuvimos.

 

Queríamos ir al cine

aparentando ser chicas

guardamos los calcetines

los lazos de las coletas


y, pese a no llevar tacones,

logramos pasar la prueba

y entrar en aquella sala

llena de personas mayores.

 

Hoy dudo si aquél portero

quiso hacernos un favor,

más bien ha sido un castigo

¡el miedo que allí pasamos

jamás tuvo parangón!

 

Y como se aproxima la Semana Santa, voy a dejaros un plato típico para estos días que se acercan: Bacalao con tomate y pimientos.

 

INGREDIENTES: Una bolsa de bacalao congelado en su punto de sal, una cebolla, la parte blanca de un puerro, tres dientes de ajo, salsa de tomate, vino blanco, perejil, dos patatas grandes, una hoja de laurel, un trozo de cebolla, aceite, sal y pimientos asados (utilicé un bote de mis conservas).


 

PREPARACIÓN:

1- Dejar descongelar el bacalao y enharinar ligeramente cada trozo. Reservar.

 

2- Picar finamente la parte blanca del puerro, la cebolla y dos dientes de ajo. Reservar.

 

3- Poner sobre el fuego una sartén con aceite y un diente de ajo con piel, dejar dorar e ir añadiendo los trozos de bacalao para sellarlos, con vuelta y vuelta es suficiente.


 

4- Retirar el bacalao a una fuente.

 

5- En el aceite sobrante echar primero los ajos picaditos y esperar a que tomen color. 


6- Añadir a la sartén la cebolla y el puerro picados, dejar pochar.

 

7- Incorporar 4-5 cucharadas de salsa de tomate (utilicé la de mi conserva), regar con medio vaso de vino blanco, subir el fuego para que se evapore el alcohol, y dejar cocinar unos minutos a media temperatura.


 

8- Es el momento de añadir los trozos de bacalao y el jugo que han soltado durante el reposo.

 

9- Tapar la cazuela y dejar cocer todo junto, dos minutos serán suficientes para que el bacalao no se reseque.

 

10- Pelar las patatas, cortarlas en rodajas un poco gordas y cocerlas en agua con sal con un casco de cebolla y una hoja de laurel. Cuando estén, se escurren y reservan.

 

11- Ya solo queda presentar el plato, poner en la base de la fuente donde se vaya a servir, las patatas, unas al lado de las otras, encima colocaremos los trozos de bacalao con su salsa y se adornará con tiras de pimientos asados.


 

Os dejo esta ración que, además de económica, está buenísima.

 


Dejo cariños y abrazos para mis seguidores y para ti, madre mía, sabes que nunca te olvido y te llevo en el corazón junto con mis otros amores que han significado tanto en mi vida.

 

                                   Kasioles