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viernes, 21 de septiembre de 2012

BIZCOCHO RAPIDO DE CHOCOLATE

Querida madre: Hoy voy a enviarte una carta atrasada, la escribí al mes siguiente de mis VACACIONES. Era un atardecer de Julio cuando el sol, escondiéndose por el Oeste, pintaba el cielo de tonos rojizos. Dice así:

MADRE

Ya sé que llevo semanas sin escribirte, todavía no sé muy bien lo que me ha pasado, ni yo misma puedo entenderlo, pero tú bien sabes lo mucho que hemos hablado en todo este tiempo.

No he dejado, ni un solo día, de imaginarte a mi lado, sabes todo lo que hago, siempre te lo estoy contando.

Entre idas y venidas, el mes de Julio casi se está acabando, tú sabes que los veranos, siempre se me hacen largos.

Pero le temo a Septiembre ¡qué mal mes en mi pasado! El recuerdo de ese día, aún me sigue atormentando.

Y los días pasan lentos y se acumulan en años, en ocasiones yo pienso, lo que viví en el pasado.

¡Qué dichosa me he sentido! ¡Cuánto amor me habéis dado! No te extrañes, madre mía, que os siga necesitando.

Despierta durante el día y por las noches soñando, acuden a mi memoria, bellos momentos de antaño.

Madre, se me rompe el corazón con tan solo recordarlo, yo quisiera ser más fuerte y afrontar lo ya pasado.

Sabes madre que lo intento, sabes que sigo intentándolo, sabes que quiero evadir, la pena que me está matando.

Después de días aquí, en el campo y con buen sol, por momentos he sentido, renacer otra ilusión.

Mis nietos me acompañaban, sus risas eran canción, son la alegría viviente, que me llena de emoción.

Y en cuanto a mis amig@s, no sé lo que debo hacer, a veces me entra tristeza y digo: No volveré.

Pero otras… les recuerdo, les he cogido cariño, ellos han sido mi apoyo y me arroparon con mimo.

Días tengo para pensar, las dudas solucionaré, pero a ti, madre del alma, yo nunca te dejaré.

Y como lo prometido es deuda, hoy si que voy a mandarte la receta de esa especie de tarta-bizcocho que según mis nietos está chupada de hacer, es decir, facilísima.

También quiero compartirla con M. J. M y A. Este último será el maestro en la cocina y el resto serán sus alumnos.

Chicos ¡manos a la obra!

INGREDIENTES: Un huevo, 4 cucharadas de harina (yo utilicé una que es especial para hacer bizcochos, pero sirve cualquiera) y otro tanto de azúcar (colmadas), dos cucharadas de cacao en polvo, tres cucharas de aceite, tres de leche, mantequilla para untar el molde y un poco más de leche que utilizaremos para mojar los bizcochos de soletilla que colocaremos alrededor.

Se puede aromatizar a gusto: Con ralladuras de naranja, vainilla o media cucharadita de canela en polvo.

En el caso de utilizar harina normal, se añadirá, mezclada con ella, una cucharadita rasa de levadura en polvo.

PREPARACIÓN: Necesitaremos un molde de cristal o silicona que pueda ir al microondas, el que yo utilicé fue un táper (anglicismo tupper) de cristal de 17 centímetros sin la tapadera. Si doblamos las cantidades de los ingredientes, se puede utilizar otro mayor.

1- Derretir durante 40 segundos, en el microondas, un trocito de mantequilla.

2- Ayudados con un pincel, pintar con la mantequilla derretida las paredes y fondo del molde.

3- Cortar una punta a cada bizcocho de soletilla para que coincidan con la altura del molde.

4- Poner en un cuenco un poco de leche e ir mojando, ligeramente, cada bizcocho sólo por la parte de dentro, es decir la parte plana, con cuidado de que no escurran, se van colocando pegados a la pared circular del recipiente, la parte plana irá hacia dentro. Reservar.

5- En otro cuenco, echar todos los ingredientes, batirlos hasta que quede la mezcla sin grumos, tendrá un color brillante de chocolate.

6- Con mucho cuidado, verter esta mezcla en el molde, intentar que manche lo menos posible los bizcochos.

7- Meter en el microondas de cinco a seis minutos a máxima potencia.

8- Retirar, dejar enfriar bien y desmoldar.

9- Decorar a gusto, con azúcar glas por encima también queda bien.

Nota: El primer bizcocho que hice, cubrí primero el molde con un papel vegetal, pero no hace falta ponerlo, sale igual.

Sólo hay que pintar las paredes y fondo del molde con mantequilla, el resto es como os he explicado.

Mis nietos ya se han comido tres, les encanta.

Es lo ideal para el desayuno o merienda de chicos y mayores, para todos aquellos que amen y disfruten con el chocolate.

A ti, madre, yo sé que te encantaba el chocolate, hoy recordarás aquellas meriendas y desayunos acompañados con ricos churros.

Acabo, pero antes, recibe mis cariños en un fuerte y apretado abrazo.

                 Kasioles