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viernes, 14 de febrero de 2014

SOLOMILLO SAN VALENTIN



Querida madre: Aunque hoy amaneció un día gris y ayer nieve cayó, puedo observar en los árboles, que veo tras mi ventana, dos nidos que son testigos de amor.
Mis urracas se han marchado, seguramente no han soportado los hielos de esta estación, pero seguro que vuelven, no podrán olvidar sus lares, que hicieron con tanta ilusión.

Por eso, madre mía, al contemplarlos hoy, siento unas ganas inmensas de escribirle al AMOR, a ese amor que es el motor de la vida, la fuente de inspiración y el que nos mantiene unidas, pese a la separación.

Pero el amor de mi carta, es un amor de atracción, es cuando se siente el pálpito que electriza el corazón.

Y para ti, AMOR, intento enviarte una carta para poder expresar todos los sentimientos que brotan sin contención, pero noto, que no encuentro las palabras necesarias, para transmitirte en letras, la pureza de mi  amor. ¿Cómo hacerte saber lo que estoy sintiendo hoy?

Es tan grande y especial, lo que alberga mi querer… es un amor sin barreras, es una fuerza mayor que me ahoga tras la espera.

Quizás, las estrellas sepan, hacerte llegar sentimientos y emoción, quizás, la luna se apiade y estimule mis neuronas para  traducir en letras, todo mi mar de pasión.
Para ti, quisiera ser esa brisa que recorre el firmamento y esa caricia de luz, que te despierte al alba con sonrisa enamorada.

Quisiera dejar en tu piel, un dulce beso de amor, para que haga de  bálsamo y alivie tu corazón.

Y también…¿Por qué no? quisiera ser mariposa para volar a tu encuentro, para posarme en tu lecho, para decirte al oído, algo que del alma sale  y es…. ¡Tú lo sabes bien!

Mañana volveré y te lo repetiré bajito, hoy te dejo un adelanto:
¡Cuánto te quiero amor mío!


 A la luz de las estrellas
Nos besamos abrazados
Tu mano coge la mía
Y los dos juntos, vibramos.
Es la emoción del momento
Es la dicha compartida
Es el calor que desprenden
Nuestras mejillas unidas.
Y los dos…
Mirando esa estrella brillante
Que preside nuestros sueños
Pensamos, que  nuestro amor
Tiene embrujo, es especial
Y nos transporta hacia el cielo.
Amor, estando a tu lado…
No noto que pasa el tiempo
Las horas se hacen minutos
Cuando me pego a tu cuerpo.
Te quiero, amor, ¡te quiero!
Con la fuerza y la pasión
Que te dejo en este beso.

Y ahora, la realidad me lleva a la cocina, hoy prepararé un solomillo relleno con sobrasada y ciruelas.
INGREDIENTES: Uno o dos solomillos de cerdo, sal y pimienta, lonchas finas de beicon o de panceta ahumada, una o dos láminas de hojaldre, un huevo, 150g de sobrasada y 10 ciruelas pasas sin hueso.







 














INGREDIENTES PARA LA SALSA:
Necesitaremos las puntas de los solomillos y todos los trocitos de carne con grasa, que le vayamos sacando para dejarlos totalmente limpios, una cebolla o un puerro, un vaso de vino tinto, unos ajetes frescos, dos dientes de ajo, agua, sal y aceite.
Si la salsa resultase muy ligera, la ligaremos con un poco de maicena disuelta en agua fría.

PREPARACIÓN: 
1.- Limpiar los solomillos de grasas y cortar las puntas de cada uno. Reservar todos los trocitos para la salsa.


2-  Abrir cada solomillo dándole primero un corte, a lo largo, pero sin llegar al fondo, hacer lo mismo con cada una de las partes, se trata de formar una pieza lo más plana posible y fina. Salpimentarlo. 


3-  En una sartén, poner unas gotas de aceite, dejar que se caliente y, cuando empiece a humear, echar el solomillo y dorarlo rápido por ambas caras. Reservar.   A los que les guste la carne menos hecha, se pueden saltar este paso.





4- Sobre una fuente o superficie lisa, poner una cama hecha con lonchas de beicon a las que les hemos retirado la corteza, colocarlas unas al lado de las otras y colocar encima el solomillo abierto.


5-Proceder a rellenarlo, para ello lo cubriremos con una capa de sobrasada y encima pondremos unas ciruelas pasas abiertas, sin el hueso.



6- Con ayuda de las lonchas de beicon, que sobresalen por ambos lados del solomillo, ir enrollando, al mismo tiempo que presionamos, para formar un rollo. Reservar.

7- Sobre una superficie enharinada, extender un poco la lámina de hojaldre, cortarle los bordes sobrantes para cuadrarla. 



8- Colocar sobre ella el rulo de solomillo relleno.

9-Pintar con huevo batido los bordes de la masa de hojaldre y enrollar éste sobre el solomillo. Sellar los extremos.

10- Con los trozos de hojaldre sobrantes, hacer como un cordón e ir colocándolo, como adorno, sobre la superficie del hojaldre.



11-Pintar con huevo batido todo el hojaldre, pincharlo, así evitaremos que suba.

12- Precalentar el horno a 200 grados, meter los solomillos y dejar hasta que adquieran un tono dorado, tardarán en hacerse unos 30 minutos más o menos.

13- Servir acompañados de la salsa.
ELABORACIÓN DE LA SALSA:
1-En una cazuela pequeña, poner tres cucharadas de aceite, dejar calentar bien y añadir los trozos de carne y grasa que hemos obtenido al limpiar los solomillos.

2-Dorarla bien por todas partes, se agarrará la carne al fondo de la cazuela y quedará un resto marrón oscuro, es lo que pretendemos.




3- Añadir los ajetes tiernos y la cebolla troceados junto con los dos dientes de ajo picados. Rehogar bien.



4-     Añadir el vaso de vino tinto y, con una cuchara de madera, raspar bien el fondo de la cazuela, añadir el agua y el punto de sal.
5-     Dejar hervir unos 15 minutos.
6-     Colar la salsa, si estuviese muy líquida, se ligará con una o dos cucharaditas de maicena disueltas en un poco de agua fría. Salsear con ella las raciones de solomillo y el resto se pone aparte en una salsera.

Es una receta para apuntar y hacer cuando apetezca celebrar algo y quedar  bien, no falla, está riquísima.
 
Como verás, esta carta se ha hecho larga, la cocina es lo que tiene, una vez que te metes en ella, te olvidas del tiempo y le pones una buena ración de cariño.
Cariños madre, es lo que hoy quiero enviarte en un fuerte abrazo.

                                                                 Kasioles