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sábado, 12 de enero de 2013

DORADA AL HORNO AL AROMA DE LIMA

Querida madre: Hoy no podría explicarte, con exactitud, lo que me ha pasado esta semana. Cuando regresé a casa, estaba emocionada.


Por la mañana salí a comprar al supermercado que tengo enfrente de casa.

Volvía cargada con dos bolsas y, en la acera de enfrente, pude ver a una mujer mayor que le preguntaba algo a una chica joven.


Intuí que la señora andaba un poco despistada, como si estuviese perdida.


Esperé a que el semáforo se pusiese en verde y atravesé la calle con paso apurado.


Seguí con la vista a la señora, la veía de espaldas, llevaba un abrigo de color beige que me recordó a uno de los tuyos (el que te pesaba tan poco y te era tan cómodo), su pelo blanco, muy blanco, relucía al incidir un insignificante rayo de sol en su cabeza y, pese a que su caminar era lento, aún así no la alcanzaba.


No me preguntes lo que pasó en mi interior en aquél momento, pero … ¡Te he visto, madre mía! Te sentí y no me lo podía creer.


Cargada como iba, con una bolsa en cada mano, me fue imposible retirar las lágrimas que corrían por mis mejillas.


Seguí apurando el paso, tenía que verla de frente. Cuando llegué a su lado, lo primero que hice fue mirarle a la cara y…pronto comprendí que todo había sido fruto de mi imaginación.


¿Necesita algo? Le pregunté. Me contó que no sabía bien que autobús coger para regresar a su casa.


Me senté con ella en un banco que hay cerca de la parada de los autobuses, charlamos un ratito. Me contó que, andando, andando, había llegado hasta este supermercado.


Me enseñó muchas monedas que llevaba en una mano, le expliqué que algunas ya no tenían validez (eran las antiguas pesetas de aluminio) y debía separarlas de los euros.


Al poco llegó el autobús, la ayudé a subir y hablé con el conductor para que la avisase en la parada del Centro Comercial, allí era dónde debía bajarse.


Sentí dejarla, me hubiese gustado seguir a su lado, me trajo tantos y tan bellos recuerdos…


Cuando llegué a casa, ya algo más tranquila, pensé que bien podía haber sido un precioso regalo de Reyes que me enviabas a través de esa señora.


De todas formas y, fuese lo que fuese, escribí para dejar constancia de que lo ocurrido, no fue ningún sueño ¡lo viví!


No sé cómo comenzar
Y ni tampoco explicarte
Lo que esta mañana sentí
Cuando creí encontrarte.


Te vi al principio de espalda
Te reconocí al instante
Tu pelo tan lindo y blanco
Y tu figura elegante.


Pronto mi paso apuré
Quería ver tu semblante
Te adivinaba de lejos
Y quería yo abrazarte.


Tiempo tuve en darme cuenta
Que era todo una ilusión
Mas, de pronto, yo me vi
Sollozando de emoción.


Tu paso no era ligero
Andabas algo encorvada
Le echaba la culpa al tiempo
Por doblar tu linda espalda.


Sabía que era imposible
Aún llorando, razonaba
Pero te vi, madre mía
Y sentí que me abrazabas.


Ya muy cerquita de ti
Quise mirarte a los ojos
Al poco ya comprendí
Que en cielo y tierra no habrá
Dos madres con la misma cara.



Quiero cambiar de tema, hoy tengo pensado prepararte algo ligero, nutritivo y no tiene muchas calorías.


Se trata de DORADA AL HORNO AL AROMA DE LIMA


INGREDIENTES: Una dorada o más (todo dependerá del número de comensales), un calabacín, dos tomates rojos, un diente de ajo, perejil picado, un poco de vino blanco, sal gorda, aceite, vinagre de Módena, una lima, naranja, mandarina, limón, en fin, las ralladuras de las frutas que más nos gusten.



































PREPARACION:


1- Limpiar y descamar la dorada. Cortar lonchas a todo lo largo del calabacín, cortar los tomates en rodajas un poco gruesas, reservar.


2- Poner en una fuente que pueda ir al horno, unas láminas de calabacín con su piel, y las rodajas de tomate alrededor con un poco de sal, ajo muy picadito y perejil.


3- Poner encima la dorada, salarla a gusto y rociarla con un hilo de aceite de oliva y un chorro de vino blanco.


4- Tener precalentado el horno a 180 grados. Meter la dorada y dejar que se vaya haciendo.


5- Mientras, preparar la vinagreta poniendo en una salsera: Una medida de aceite de oliva virgen, media de vinagre de Módena, las ralladuras de media lima y de media mandarina o naranja y unas gotas de zumo de limón. Remover y reservar.


6- Sacar el pescado del horno, espolvorearlo con perejil muy picado y servir acompañado con la vinagreta.




Es un plato muy sencillo, tiene un toque delicioso por el aroma y sabor que le aportan las frutas.



Y ahora si que tengo que acabar. Ya sabes que volveré.


Hasta entonces, te dejo mis cariños en un abrazo muy especial, como el que sentí cuando creí encontrarte.


                                 
                                          Kasioles

lunes, 7 de enero de 2013

BIZCOCHO-TARTA DE CERVEZA

Querida madre: Del bullicio de las fiestas, ya casi no queda nada. Cada mochuelo se marchó a su olivo y la vida de tu hija ha vuelto a la normalidad.




El día 31 fue el único en que logramos estar todos juntos. Nos reunimos en casa de Lucho, yo no tenía muchas fuerzas, pero al ver a todos tan felices, me contagiaron y reí con ellos hasta pasada la medianoche.


Brindamos y pedimos unión, salud y felicidad. En ese brindis, no podía faltar vuestro recuerdo, siempre estaréis con nosotros de una u otra forma.

Al día siguiente, Lucho se marchaba con los suyos a pasar el Año Nuevo con la familia de Mari Nery. No regresarán hasta después de Reyes.

Los que quedamos, celebramos el día del Año en mi casa, no hubo karaoke, había menos risas al faltar los tres nietos mayores, pero hemos disfrutado de la unión familiar.


A última hora de la tarde, Willi se tuvo que marchar con su familia, tenían que recorrer más de 200 km hasta llegar a su casa. Trabajaban al día siguiente.


Con nosotros ha quedado Máriel, ha cogido los días de vacaciones que aún le quedaban y disfrutaremos de su compañía un poco más.

Como verás, querida madre, se repite lo de años anteriores. El cariño hay que compartirlo y yo encuentro muy natural que mis hijos vayan sembrando alegría en las casas de esos otros abuelos que esperan ansiosos la llegada de sus nietos.

Como se acerca el día de Reyes ¡cuánto te gustaba ese día! He pensado prepararte una especie de tarta-bizcocho que he descubierto en un blog que me recomendó mi hija Máriel.

El blog se llama MÁS DULCE QUE SALADO, pertenece a una gran cocinera, su nombre es MARA.

Un día entré en él y, con su permiso, copié la receta. Le prometí, si le parecía bien, que la daría a conocer en mi blog.

Hoy me parece un momento oportuno para hacerlo. Me he tomado la libertad de añadirle algo nuevo que surgió sobre la marcha.


Bizcocho-Tarta de cerveza:

INGREDIENTES PARA EL BIZCOCHO: 250 ml de cerveza negra Guinness u otra, sirve igual.
250g de mantequilla derretida y templada, 140g de nata líquida, 80g de cacao en polvo (yo utilicé un cacao a la taza que había comprado en Mercadona) 400g de azúcar, dos huevos, 250g de harina, una cucharadita de azúcar vainillado, y dos cucharaditas y media de bicarbonato.


INGREDIENTES PARA EL FROSTING: 300g de queso cremoso tipo philadelfia, 150g de azúcar glas y 360g de nata para montar bien fría.


PREPARACIÓN DEL BIZCOCHO:


1- En un bol, echar el cacao, el azúcar, el bicarbonato, el azúcar vainillado y la harina. Mezclar bien y reservar.

2- En otro bol, poner la nata líquida y los huevos, batirlos para mezclar bien y obtener una masa uniforme.











3- Añadirle la cerveza mezclada con la mantequilla fundida y templada, remover para que todo quede bien ligado.



4- Esta mezcla la vamos añadiendo al otro bol que hemos reservado con el cacao, azúcar, harina etc. Con ayuda de unas varillas, incluso con un batidor eléctrico, mezclarlo bien. La masa resultante es bastante líquida, pero es así como tiene que quedar.




5- Volcar este preparado en un molde engrasado. Yo utilicé dos, tipo keique.


6- Precalentar el horno a 180 grados, meter los moldes y dejar que se vayan cuajando, tardarán una hora o algo más, dependiendo de cada horno.


7- Pasado el tiempo, se retiran del horno y se dejan enfriar bien antes de desmoldarlos.


8- Mientras, se prepara el frosting. Para ello debemos tener tanto la nata, como el recipiente en que la vamos a montar, muy fríos (incluso se pueden meter unos minutos en el congelador). Empezar a batir la nata con la varilla eléctrica, primero lentamente y, poco a poco, se va aumentando la velocidad hasta que veamos que la nata se queda adherida a la varilla.


9- En un bol, mezclar el queso con el azúcar glas e ir incorporando la nata, poco a poco, hacerlo con movimientos envolventes para que no pierda volumen el frosting.


10- Así preparado, se extenderá con una espátula o se meterá en una manga pastelera y se decorará a gusto.

Madre, cuando desmoldé el primer bizcocho, salió entero y precioso, el segundo no corrió la misma suerte, se despegó sólo una plancha y la otra mitad quedó adherida al fondo.


Como estaba tu nieto Willi a mi lado y ya sabes lo artista que es, me dijo que lo arreglaría pegando las dos mitades.


En un vaso puso azúcar glas, mantequilla a punto de pomada, una buena cucharada de mermelada de frambuesas y un poquito de leche, lo batió todo y con ello rellenó una de las capas, colocó la otra encima, presionó un poco y lo decoró dedicándome la tarta.


La otra, después de verlo a él, la decoré yo y estoy contenta del resultado obtenido.

Si me preguntas cómo estaba, te diré que tendré que repetirlo, todo fueron alabanzas hacia Mara y hacia nosotros por ser tan buenos alumnos.





Por hoy acabo, ya sabes que volveré, no sabría que hacer si no te siento a mi lado.


Cariños especiales en abrazos.
 
 
                                 Kasioles