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sábado, 12 de octubre de 2013

UN DIA DULCE CON MERMELADA DE PIMIENTOS


Querida madre: Otra semana se ha pasado y si yo pudiera…me encantaría haber detenido el tiempo, hacer instantes eternos y emparedarme en sus brazos que son un dulce refugio de amor.
Si yo pudiera, madre…detendría las horas para hacer de cada minuto años y aún seguiría pegada a vuestro corazón.
Hoy, precisamente hoy, quiero dejarle a mi amor, una muestra de cariño, ese cariño inmenso que nos ata y enamora como niños.
 

 
 
Sin pretender ser poeta
Voy a decirte, mi vida
Que hoy mi corazón late
De amor, de ilusión y dicha.
Se agolpan los sentimientos
Se apresuran por salir
Tengo que abrirles la puerta
Para mostrar mi sentir.
 Y ya muy de mañana
Al poco de amanecer
Te abrazo fuerte y te beso
Y aunque no te digo nada
Así muestro mi querer. 
Y al mirarte…
Enredada en tu mirada
Descubro que está imantada
Y me atrae enamorada
Haciéndome muy feliz.
Y cuando estoy en tus brazos
Es cuando mi corazón habla
No se puede contener
Le excita la pasión de tu mirada.
Y con rubor en mi piel
Al sentirme tan atrapada
Te digo amor, que te quiero
Que mi cariño es sincero
Que no puedo vivir sin ti
Que soy tuya en cuerpo y alma
Y que…
¡Mil cosas más, porque estoy enamorada!

 
Madre, llevo una semana sin parar. Tras la cosecha de alubias verdes, recogí pimientos, tomates y me he dedicado a hacer conserva. Ya sabes la que se prepara en la cocina hasta que se recoge todo.

Unos compañer@s del trabajo de Lucho, quieren que les diga la receta de una mermelada de pimientos que está riquísima con queso.

Para complacerlos, la he preparado así:

INGREDIENTES: Un kilo de pimientos rojos (he utilizado para la mermelada aquellos que tenían alguna maca), 500 g de azúcar, dos zanahorias, 50 ml de agua y otro tanto de vinagre de vino blanco (el vinagre se puede sustituir por el zumo de dos limones).
 
 
 
 
 
PREPARACIÓN:

1-  Lavar los pimientos, secarlos y cortarlos en trozos provechando la parte que está sin dañar. Pelar las zanahorias y cortarlas en rodajas finas.
 
 
 
2- En una cazuela grande, echar los pimientos , el azúcar, las zanahorias, el agua y el vinagre o el zumo de limón (como más guste).


3-  Poner la cazuela sobre el fuego, no fuerte, remover un rato y el azúcar se disolverá rápido.


4-Dejar cocer a fuego moderado. Remover de vez en cuando, con una cuchara de madera,  para que no se agarre al fondo. Mantener la cocción de 30 a 40 minutos, hasta que los pimientos estén bien tiernos.
 
 
 
5-Pasar los pimientos, las zanahorias y parte del jugo de la cocción, a un vaso de la batidora, el resto del jugo se reservará, Triturar con ayuda de la batidora eléctrica.
 
 
6-Si la mermelada quedase muy espesa, se irá añadiendo, poco a poco, el jugo reservado hasta obtener la consistencia deseada.
 

7-Rellenar, con la mermelada obtenida, unos botes esterilizados, tapar y dejar enfriar dándoles la vuelta, es decir, con la tapa para abajo, se hará el vacío una vez que se hayan enfriado.
 
 
8-Disfrutad de ella, es deliciosa con queso de cabra.

Aunque parezca mucha cantidad el poner un kilo de pimientos, una vez hechos y triturados, se quedan en la mínima expresión y sólo he rellenado con ello tres tarros no muy grandes.

Y felicitando a todas mis amigas que se llamen Pilar, en especial a una de mis abuelas, doy por  finalizada mi carta, pero antes quiero enviarte mis cariños en un abrazo muy especial, tan especial como este día.

Más cariños.

                             Kasioles