Querida madre: Hoy voy a comenzar mi carta contándote un sueño ¡vaya pesadilla que he tenido!
Lo escribo ahora que lo tengo muy reciente, si lo dejo, me temo que se desvanecerá, otras veces me pasa, pero no creo que tenga esa suerte, éste, es de los que calan hondo y no se olvidan tan fácilmente ¡qué más quisiera yo!
Yo pensaba que dormiría fenomenal, los galenos, amigos de la familia, me estuvieron repitiendo los mismos consejos de siempre: que tengo y debo de salir a andar. No es que esté gorda, sigo tus consejos y me conservo bien, pero el salir a andar…¡qué pereza me da!
Anthony me animó, me dijo que me acompañaba y así estuvimos, charlando y caminando, cerca de hora y media.
Cuando nos acostamos, no era tarde, creo recordar que pronto me quedé dormida, pero… a eso de las 3 o 4 de la madrugada…. Oí voces, eran como trozos de una conversación, no entendía bien lo que decían, pero alguna de aquellas voces parecían familiares, mas, pese a que lo intenté, no llegué a descifrar quién estaba hablando.
Al poco… noto que el colchón se levanta, era como si alguien que estuviera metido debajo de la cama, empujara el colchón sucesivas veces hacia arriba ¡qué pasa! Me dije. Palpé el lado de mi cama y, efectivamente, aquello se movía y mucho.
Intenté encender la luz de mi mesilla, pero, para mi sorpresa, no funcionaba ¿se habría fundido la bombilla?, quise acercarme al lado de Anthony para tratar de encender la suya, y mi sorpresa fue doble al comprobar que el espacio estaba vacío, ¡Dónde estaba Anthony? Por un momento no quise seguir pensando, yo sólo quería encender la luz, me acerqué a su lamparita, apreté el interruptor y… ¡fatalidad! Aquello tampoco se encendió, quise serenarme y opté por lo más lógico ¡qué casualidad! ahora un corte de luz.
Volví a mi lado de la cama, aquello seguía moviéndose y, en un arranque de valentía, saqué el brazo y traté de palpar con mi mano el suelo, ésta se deslizó por una piel de angora de lo más suave y quedó atrapada en una especie de asa, la levanté, quedó colgada de mi brazo como si fuera un bolso, pero el movimiento continuaba, aún en sueños, quería buscarle una explicación lógica a todo aquello, nada, me dije, esto es un perrito o un gato que se ha colado, sin darnos cuenta, a través de la terraza de nuestra habitación.
Al poco, casi me quedé sin respiración, aquello era una masa disforme, sin cabeza y sin cola, que seguía moviéndose sin parar, instintivamente, intenté retirar mi mano, sacármelo del brazo, lo sacudí enérgicamente pero aquello no se despegaba de mí.
Al poco se hizo la luz, Anthony la encendió, venía del baño y me encontró moviendo el brazo desesperadamente, como si estuviera dando una buena paliza a alguien, ¿qué te pasa? me dijo, fue entonces cuando me desperté, oí que Anthony reía, miré al suelo, miré mi brazo y allí no había nada ¡qué liberación! Todo había sido una mala pesadilla.
Aún despierta, con Anthony al lado y, pese a saber que todo había sido un sueño, no quería volver a dormir ¡qué miedo!
Hoy entiendo bien a mi nieto Alexis, cuando le dice a su madre que tiene muchas pesadillas y que no puede dormirse tantas veces.
Como mi relato ha sido largo, paso directamente a mandarte la receta de esta semana.
Willi me está diciendo que haga las rosquillas que tanto le gustaban cuando era pequeño.
Encontré la receta y ya las tengo hechas para cuando lleguen, estarán con nosotros este fin de semana.
INGREDIENTES: Dos huevos, una tacita de leche, otra de aceite y otra de azúcar, una copa de anís, las ralladuras de un limón, un sobre de levadura en polvo y harina la que admita.
PREPARACIÓN: Batir los huevos con el azúcar, añadir el aceite, seguir batiendo, agregar la leche, el anís y las ralladuras del limón, continuar batiendo hasta incorporar todos los ingredientes.
Mezclar la harina con la levadura e ir añadiéndola poco a poco, remover con cuchara de madera, seguir añadiendo harina hasta formar una masa que se desprenda de las paredes del bol.
Cuando tenemos formada una bola con la masa, se espolvorea la mesa o encimera con harina, se amasa otro poco más y con trocitos pequeños, se van formando unos círculos que freiremos en abundante aceite de girasol, se les da la vuelta para que cojan un bonito color dorado por los dos lados y se van sacando a una fuente con un papel absorbente para retirar el exceso de grasa.
Con las medidas dadas, salen bastantes, pero no hay que alarmarse, se comen con demasiada facilidad, después de probar una, no puedes remediar la tentación de comerte otra y otra ¡qué pena que todo lo bueno sea pecado o engorde!
Por hoy tengo que acabar, le he contado el sueño a Máriel, que acaba de llegar, y se ha reído muchísimo. Yo no le encuentro la gracia.
Volveré el próximo sábado, intentaré ser puntual. De momento te mando abrazos y el cariño de todos los demás.
Besos madre, llenos de nostalgia, porque no estás.
Mal se pasan las noches si no se puede conciliar el sueño, pero no se que es peor, no poder dormir o tener pesadillas.
ResponderEliminarMenos mal que con un café, o chocolate que aunque engorde, por un día que se haga un exceso no importa, acompañado de esas buenisimas rosquillas, que por cierto, me he guardado la receta, se pueden olvidar esos malos sueños que tanto nos asustan.
Un placer pasar por tu blog y leerte. Dicen que comemos mucho por la vista, asi que hoy, me he hartado de rosquillas, espero que tengas más.
Un fuerte abrazo
qué sueños tn potentes tienes. ¿Será ppor esos manjares que tomas? Porque lo que es cenar yo apenas ceno y luego sueño menos, aunque me encanta soñar, quede claro.
ResponderEliminarBsos.
Que mal se pasa cuando Morfeo se pone oscuro ¿verdad? Menos mal que un buen abrazo te vuelve a la realidad reconfortada.
ResponderEliminarbesos y feliz merienda ;)
Me ha gustado muchísimo todo Kasioles. La forma en que expones tu sueño y la receta que nos brindas.
ResponderEliminarEspero y deseo que pases un hermoso día.
Besos. Rosa.
Coincido contigo en que no puedes comer sólo una. Horribles las pesadillas pero, ya sabes, los sueños, sueños son...
ResponderEliminarBesos
Pues, relato y receta magníficos. Casi nunca sueño pero nunca, nunca tengo pesadillas. Quizás en mi vida he tenido unas 2 0 3, Gracias a Dios, porque no me gustan las pesadillas, parecen reales. Mmmmm las rosquillas deliciosas. Me llevo la receta.
ResponderEliminarHasta pronto.
Saludos cordiales.
Pensemos que los sueños, son eso, sueños, que te dejan durante un rato el cuerpo un poco cortado pero que tampoco van más allá.
ResponderEliminarEsas rosquillas, aunque rústicas por su aspecto externo, por dentro tienen que están ricos, pero ricos,acompañados de un cafelito han de estar como los ángeles.
Hay cariño el sueño te lo regalo con moño y todo,jajajaja los biscochitos si me serviré unos cuantos se ven ¡geniales!!!besotes.
ResponderEliminarEso es lo que tienes en el subconsciente y te sale reflejado en forma de pesadillas. No te cuento las mías que no duermes en un año, jajajaja, que por cierto, hace mucho que no tengo, menos mal!
ResponderEliminarHummmm, por un día hacer un exceso no pasa nada, pecado no, pecado es no comerse esas delicias, trae para acá, que no me aguanto las ganas más!
Buen finde, preciosa, besos!
Yo prefiero tus poemas a tus "sueños",donde va a parar...
ResponderEliminarSiempre es bueno estar acompañado/a cuando acabas de despertar de una pesadilla sino se hace la noche muy larga ¡buf!.Espero que no haya sido causado por algún ingrediente de alguno de tus platos dicen que algunos pueden influir en los sueños negativamente.Y con tu permiso me voy a comer un par de rosquillas de esas tuyas para dormir en la gloria.Un beso para las dos.
Los sueños y pesadillas son un reflejo de lo que el subconsciente atrapa pero que la consciencia no deja liberar. Parece como si temieras que algo importante para ti comienza a tambalearse a tu alrededor, y que además te arrastra con ello aunque no lo deseas. Buscas ayuda a tu alrededor en alguien cercano, o alguna idea (luz) que lo pueda solucionar, pero de momento, no lo encuentras.
ResponderEliminarDespués de esta osada interpretación y atrevimiento no requerido, solo me resta darte las gracias por la receta de esas exquisitas rosquillas que tanto me recuerdan a las de mi propia madre, y enviarte mi deseo de buen fin de semana.
Un abrazo, Kasioles.
Hola Kasioles
ResponderEliminarNo me extraña que te acordaras del sueño o pesadilla. Me parece que tiene que ver con el temor a estar sola, Por otra parte, ese no encontrar la luz y menos en el lugar que buscar, me sugiere que abras la mente, y amplies tu mirada sobre las cosas y tú misma.
Pero no suy experta en sueños ;).
Besotes.
Buf, rosquillas con sabor a anís ¡Me encantan!
ResponderEliminarUn abrazo supergrande desde esta Asturies lluviosa.
Pasa feliz fin de semana.
Nerim: Me he pasado muchas noches en vela, son horribles, me levantaba mareada de dar tantas vueltas, pero las pesadillas... ¡son horrorosas!
ResponderEliminarTienes razón, de vez en cuando hay que alegrarnos con algo rico y dulce,en compañía, con la gente que queremos, mucho mejor.
Abrazos.
moderato_Dos_jose_ Si los sueños son bonitos... yo también me apunto, pero de las pesadillas hay que huir.
Yo tampoco suelo cenar demasiado, pese a los años, todavía me conservo sin demasiados kilos.
Cariños.
Pilar: Se pasa fatal, amiga Pilar, no quiero ni recordarlo.
Agradezco ese abrazo, con vuestro cariño me siento mucho mejor.
Abrazos en el corazón.
Rosa Mª: Me satisface que te haya gustado mi entrada.
Tus palabras siempre son un estímulo para mí.
Yo también te deseo que tengas un buen fin de semana.
Un fuerte abrazo.
Maria: Mejor que no haya sido verdad ¿te imaginas teniendo colgado del brazo a un monstruito y no poderlo despegar?
Es mejor seguir comiendo rosquillas, aunque engordemos.
Un abrazo.
Pluma Roja: Valoro muchísimo tu comentario. Muchas gracias.
ResponderEliminarSoñar, he soñado, incluso despierta, pero pesadillas...
sólo recuerdo haber tenido una cuando era pequeña, algún día la contaré, tenía relación con la muerte.
Pero la de estos días atrás... ¡horrible!
Mejor es comer rosquillas.
Abrazos y cariños.
Emilio Manuel: Tienes razón, pero lo que pretendo ahora es olvidarlo, me ha hecho pasar un rato muy malo.
Mis rosquillas, casi han volado, sólo me han dejado la muestra.
Agradezco tu visita a mi blog, siempre serás bien recibido.
Saludos.
Fiaris: Aunque me lo regalases con un lazo de oro y brillantes, no lo podía aceptar, con una vez ya vale.
Tendrás que darte prisa si quieres probar mis rosquillas, por aquí tengo muy buenos clientes y me están dejando las bandejas vacias.
Abrazos en el corazón.
ion-laos; Me gustaría saber lo que tengo en mi subconsciente para arrancármelo. ¡Pero si yo nunca tengo pesadillas!
Tienes razón, el pecado es no comérselas, sobre todo por haber estado trabajando toda una tarde, he hecho un montón. Mis nietos e hijos ya me han hecho los honores, casi no me quedan.
Abrazos en el alma.
Buen post Kasioles, deliciosa merienda
ResponderEliminarBuen fin de semana
Te dejo un abrazo
Hago tus recetas, me encantan, aunque me engorden... Mi felicitación amiga, un abrazo y feliz fin de semana.
ResponderEliminarEso de las pesadillas te deja agotada pero cuando lo cuentas ya no dan tanto miedo. La receta debe estar fenomenal, incluso en las fotos dan ganas de comerselo todo.
ResponderEliminarBesos.
Las pesadillas dejan agotada y con temor a que se repitan. Las rosquillas deben estar exquisitas. Un abrazo
ResponderEliminarKasioles, las pesadillas es lo peor que puedes sentir..
ResponderEliminarA mi a veces, en los sueños o pesadillas, me pasa que se que estoy soñando, y se que de un momento a otro, despertaré y desaparecerá..Pero es angustioso, la verdad..
QUE¡¡¡¡¡Ricas esas rosquillas¡¡¡¡
Un beso de brujilla
Me gustan tus relatos,tus rosquillas y tu vajilla jajajajjaja.Los sueños sueños son,aunque asustan muchas veces,es bien cierto.Mil besitos y gracias por la receta
ResponderEliminarYo también tengo muchas pesadillas y entiendo esa desazón.
ResponderEliminarLas rosquillas tienen una pinta...
Qué ricas!!!
Se me hace la boca agua.
Besos, Kasioles.
No es de extrañar que Mariel se ría...cuando no es a ti a quien le ocurre,te da gracia el hecho de que se sienta tan real un sueño incómodo o terrorífico.
ResponderEliminarPero se queda ahí y luego viene la mañana y la mayoría de las veces ni lo recordamos.
Por suerte,he de añadir!
Ricas rosquillas que me pondré a a hacer...mmmm...a ver...
Hoy,sí señora,tengo todos los ingredientes así que...
A nadie le amarga un dulce,¿no?
Gracias
Besos.
Escalofríos me dio pensar
ResponderEliminaren esa cosa peluda sujeta a mi mano.
Tamally maak
He pasado miedo leyéndote menos mal que con la receta de las rosquillas se ha calmado un poco.
ResponderEliminarBesos
Porque serán tan reales las dichosas pesadillas… lo que nos hacen sufrir. Con lo bonito que sería soñar siempre cosas bonitas, nos levantaríamos de mejor humor. Cuando he tenido alguna pesadilla no he sido capa de dormir después, son tan reales…
ResponderEliminarEn fin me apunto a ese café, hummm las rosquillas tiene una pinta estupenda. Gracias. Un bessito
Nada mejor que una buena terapia con “rosquillamicina” y café para espantar tanto las pesadillas como su recuerdo y más para los golosos como yo…soñemos lo que soñemos.
ResponderEliminarBeso.
Bosón de Higgs:Pese a que no practico, ni la métrica ni la rima, yo también los prefiero, tú sabes que me salen del alma.
ResponderEliminarTranquilo, los ingredientes de mis platos, además de ser naturales, llevan tanto cariño,que no producen pesadillas.
Puedes dormir tranquilo, en lugar de dos rosquillas, yo te daré otras dos para el desayuno de mañana ¡pero que majo eres!
Un fuerte abrazo.
Marisa: Agradezco tu interpretación.
Tendré que decirle a mi subconsciente que no sea acaparador, que se deje de atrapar cosas y piense algo más en mí, me hará más feliz.
Mi vida, de momento, es tranquila, estoy rodeada de gente que me quiere, hay adversidades que son ley de vida y que no tengo más remedio que asumir.
Abrazos y cariños.
Maria Eugenia. Vida y Muerte: He perdido un pilar muy importante en mi vida, pero sola no estoy, todos me quieren y arropan.
En cuanto a la luz... pudiera ser el deseo de encontrar mi estabilidad emocional y afrontar lo inevitable.
Gracias cielo.
Un abrazo al corazón.
Aurora: ¡Cómo me alegra que te gusten!
Hoy domingo, a estas horas de la tarde, aunque quisiera, no podría ofrecerte ni una.
Estoy rodeada de estómagos muy agradecidos y se lo comen todo.
Abrazos y cariños.
Rosa. E: Gracias amiga, siempre me dejas alguna palabra cariñosa.
Yo también te deseo un buen fin de semana.
Abrazos en el corazón.
Julie: Debes ser buena cocinera, algo te habrá quedado de tu querida madre.
Me alegro que lleves a la práctica mis recetas, seguro que no engordarás,ya sabes que todo depende de la cantidad que se coma.
Cariños.
Neuriwoman: ¡Si te digo que todavía me da un poco de miedo!
ResponderEliminarEn mi sueño lo he vivido tan real...
Tienes razón, las rosquillas han sido un éxito.
Abrazos.
Lapislazuli: Ya se lo he contado a toda la familia, se ríen, pero yo todavía no le encuentro la gracia.
Las rosquillas...¡buenísimas!
Abrazos y cariños.
Brujilla: En el rato que me duró la pesadilla, yo lo estaba viviendo ¡ojalá me estuviera dando cuenta que todo era un sueño!
Agradecida por tus palabras.
Abrazos al corazón.
midala: Da gusto contigo, te gusta todo. Mil gracias.
Tus palabras me sirven de estímulo.
Abrazos en el alma.
La Zarzamora: ¡Menos mal que te encuentro y puedes entenderme!
En casa, se han reído a carcajadas, todos tienen mucho sentido del humor, pero a mi no me ha hecho ni pizca de gracia.
Las rosquillas ya se me han acabado, en otra ocasión me acordaré de ti y te reservaré unas pocas.
Un fuerte abrazo.
Me encannnnntan las rosquillas con sabor a anís y envueltas en azúcar, pero... aysssss ¡¡¡qué rabia!!!!!! que todo lo que está buenísimo tiene que engordar ¿verdad, Kasioles?
ResponderEliminarUn beso dulce como tus rosquillas.
Hay pesadillas tremendas que nos inquietan en la noche oscura...pero por suerte,tenemos cerca a alguien dispuesto a luchar por nosotras y rescatarnos de nuestros propios monstruos... espero que tus sueños vuelvan a ser sosegados y descansadores.
ResponderEliminarEn cuanto a las rosquillas...qué pinta más buena tienen!!! y de rusticas nada eh? son completamente caseras y por serlo, no se parecen a las que venden industrializadas, ni por fuera ni por dentro!! Ummm, cómo me gustaría ése café con rosquillas!
Besos, guapa!
Ay, que rico, querida Kasioles!! Me gusta tu forma de expresarte, y sobre todo, esas rosquillas que tienen que estar generosamente dulces al paladar. Me pillo una, o dos.
ResponderEliminarBesicos.
Ay mi alma!! ojalá tuviese tiempo de soñar algo, aunque fuese una pesadilla,duermo mis 3 horas volando y no me entero si sueño o no. Buen relato el tuyo, me has hecho reír.
ResponderEliminarGracias
un beso
Sor.Cecilia
Alguna que otra vez he tenido pesadillas y siempre se han relacionado con alguna cosa que ha pasado en los últimos días.
ResponderEliminarLas rosquillas se ven ricas y con chocolate mmmm!una delicia!
Besosssssss
Qué mala noche te dio la pesadilla, menos mal que quedan en un simple mal sueño.
ResponderEliminarYa imagino lo que dices, que después de probar una será imposible resistir comerse unas cuantas...
Abrazos y buen día
Que rosquillas más deliciosas mi querida amiga, acompañadas de café o chocolate bien calentito que bien te cae al cuerpo. Las pesadillas son horribles, porque parece que las estás viviendo, menos mal que al despertarte das un profundo suspiro y todo ha acabado.
ResponderEliminarUn beso enorme y mi cariño, ah y anda que es muy sano reina.
Marinel: Puede que tengas razón.
ResponderEliminarLa que lo ha vivido, sabe bien lo mal que lo pasó, a los demás puede inspirarles risa ¡qué le voy a hacer!
Como eres buena cocinera, no dudo de que harás las rosquillas. Con las medidas que he puesto, salen muchas, intenta elegir una taza pequeña, para probar.
Tendrás que cambiar el aceite de la sartén varias veces, así te saldrán todas con un bonito color dorado.
Ah! Se me olvidaba decirte que el aceite no debe estar demasiado caliente, correrías el riesgo de que el centro de la rosquilla te quedase crudo, dejar freír lentamente.
Un fuerte abrazo al corazón.
Daniel Eduardo Gómez: ¡Imagínate a mi que lo tenía colgado del brazo!
Menos mal que ya pasó.
Abrazos y cariños.
Chelo: Las rosquillas eran para compensar, pero yo no me habría calmado ni con un buen atracón.
Espero que esta pesadilla se vaya arrinconando en el baúl de los recuerdos.
Abrazos en el alma.
Men: ¡Eso me pregunto yo! ¡qué mal rato se pasa!
Yo me apunto a los sueños bonitos, pero si alguna vez me ocurre, a la mañana siguiente se me han desvanecido, tengo la sensación de haber vivido algo placentero pero no recuerdo qué fue.
Yo te invito encantada a un café, pero a estas alturas... no me quedan rosquillas, si vienes, las repito.
Un fuerte abrazo.
Ayer comí rosquillas caseras (en casa de mi madre)y estaban deliciosas.
ResponderEliminarGracias por tus palabras.
Besos
Gracias por tu comentario, he pasado un mal rato con tu pesadilla, pero luego al llegar las rosquillas... soy tan, tan goloso...
ResponderEliminarUn saludo.
Que terribles son las pesadillas y parecen tan reales, Diossssssssss
ResponderEliminarTu receta como de costumbre, fácil de preparar y espléndida!!!!
Y las cartas a tu madre ( que me ¡encatna!) tan llenas de esa ternura infinita que posees y que te hace única...
Besitos en el alma
Scarlet2807
AY,AYYYY, piensalo bien...que los sueñs son recopilaciones de cosas que hace el susconsciente...
ResponderEliminarA saber que andarías pensando de camas vibradoras y gatos de angora sin cabeza!!! ja,ja,ja,
Muchos besos guapa!!!
Javier Herque: Comparto tu misma opinión. Mis rosquillas...¡lo mejor!
ResponderEliminarNo sabía que eras goloso, intentaré hacer más repostería.
Abrazos.
María: Puedes estar tranquila, uno puede seguir conservando el tipo sin privarse de unas rosquillas, lo que no debemos hacer es pegarnos un atracón.
Abrazos y cariños.
Mascab: De momento no me han vuelto a visitar las pesadillas, llevo durmiendo fenomenal y me levanto con cara de satisfacción.
Me alegra que sepas apreciar las rosquillas caseras, en nada se parecen a las compradas, las que hice, son ligeras y, lo malo que tienen, es que se comen sin darnos cuenta, acabas una y te apetece otra.No llenan ni empalagan, pese a estar fritas en aceite.
Encantada de compartir contigo un café con rosquillas.
Abrazos en el alma.
merche marin: Agradezco tus palabras. Las rosquillas estaban tan buenas, que mis nietos se han aprovechado, cuando quise darme cuenta, ya se habían acabado.
Haré más para ti.
Cariños.
Sor Cecilia: Me sorprende ¿cómo es posible que duerma tan poco?
ResponderEliminarReconozco que he tenido meses en los que no podía dormir, he pasado muchas noches dando vueltas sin poder conciliar el sueño, pero ahora duermo feliz, con raras excepciones, claro está.
Cuídese mucho, Sor Cecilia, su labor de contínua entrega, es importante, pero Vd lo es mucho más.
Abrazos a ese buen corazón.
Norma2: Yo no suelo tener pesadillas, sueño a veces, pero en la mayoría de los casos, no recuerdo lo soñado.
Yo no quería echar más leña al fuego cuando hice las rosquillas, por eso pensé en acompañarlas con un café, pero ahora que mencionas el chocolate... ¡Buenísimas!
Cariños.
Javier: Ya pasó esa mala noche.
Como buen entendido en la materia, me alegra que coincidas conmigo en que son irresistibles, me las acabaron rápido.
Un abrazo al corazón.
Rosana Marti: Tienes razón, el despertar de una pesadilla es como si nos sacaran un peso de encima ¡qué liberación!
ResponderEliminarA mis nietos, las rosquillas les han sentado fenomenal, les supieron a gloria.
Yo no soy muy golosa, pero las he probado.
Intentare seguir tu consejo, yo sé que debo andar, pero me entra una pereza...
Abrazos en el corazón.
Morgana: Las madres, amiga mía,son únicas, tienen unas manos que son capaces de hacernos las mejores delicias. Cuídala mucho ¡qué suerte tienes por tenerla!
Yo también quiero mandarle, desde aquí, un fuerte abrazo al corazón.
Otro también para ti.
Ruben: Ya lo he hecho con intención, las rosquillas tenían que hacer olvidar la pesadilla.
Ya haré más cosas, especiales para golosos.
Abrazos.
Hola Kasioles
ResponderEliminarPodemos estar rodeados de personas maravillosas que nos quieren y nos rodean pero eso no significa que debamos mirar de vez en cuando hacia dentro.
Se que has tenido una pérdida muy dolorosa, pero el sueño me da que habla más de ti y de una actitud nueva, un nuevo enfoque.
Se me olvidó comentarte, que eres luz y está dentro de ti. Tal vez, por eso en el sueño no podías encender la lámpara, que está fuera, y con tu luz, puedes iluminar y conocer lo que desees.
Perdona todo el rollo que te he soltado.
Besotes.
gracias querida y admirada amiga por regalarnos siempre belleza en letras y recetas, besinos miles con todo mi cariño .
ResponderEliminarP.d . las rosquillas están diciendo ¡¡cómeme, cómeme ¡¡
La receta , como siempre es mágica y deliciosa. El relato tremendo. menos mal que fue una pesadilla, pero supongo que la pasaste fatal. Son horribles las pesadillas. Algunas veces las he tenido. Un abrazo.
ResponderEliminarY luego de una noche de pesadillas te queda un mal cuerpo que no veas, peor que una resaca de anis del mono...Claro que si después te ponen unas rosquillas así delante, la cosa cambia...y mucho.
ResponderEliminarUn beso grande
Scarlet 2807: Tanto los sueños, como las pesadillas, son como si los estuvieras viviendo realmente.
ResponderEliminarYo me apunto a los dulces sueños.
Muchas gracias por verme así, me da gusto tener amigas como tú.
Abrazos en el corazón.
Metamorfosis: Eso me pregunto yo ¿qué recopilará mi subconsciente para que me juegue tan malas pasadas?
Hasta ese día de la pesadilla, mi cama sólo vibra cuando estoy despierta. Gracias por arrancarme una sonrisa.
Abrazos y cariños.
María Eugenia- Vida y Muerte: Valoro mucho tus consejos y los agradezco infinito.
Siempre me he olvidado de mí, en eso tienes razón, me vuelco con mi familia y con la gente que conozco y me rodea. Para mí, dedico poco tiempo. De ahora en adelante, tendré que reflexionar más y analizarme mejor.
Un fuerte abrazo a ese corazón desinteresado y bueno.
Hmmmmmm que buena pinta tienen las rosquillas...
ResponderEliminarMe ha encantado eso de la harina que admitan..
Yo tengo una libreta con todas las recetas de los dulces típicos de mi tierra, heredada de mi abuela, que pasó a mi madre y ahora a mi.. y la frase la harina que admita se repite constantemente...
Que digo yo... si no lo has visto hacer nunca.. como sabes la que admite?? era una pregunta que siempre le hacia a mi abuela y a mi madre cuando haciamos pasteles de moniato, o rosquillas, o mantecados y cosas así...
Esta receta tuya.. no la habia probado nunca, fritas!! que original! creo que me apetece mucho probarlas.. pero.. no estoy segura de hacer una medida entera.. que luego me pongo a comer y no paro...jejejeje
Genial la entrada.. y en cuanto al mal sueño.. no te angusties.. a veces tenemos que tener alguna que otra pesadilla... para contrarestar los buenos sueños... no crees??
Besitos mediterráneos.
PD:predoname por tardar tanto en llegar a tu casa... pero es que no tengo tiempo de nada...
Prometo venir mas prontito..
Mas besitos...
¡Qué pinta las recetas! ¡Qué pinta las rosquillicas!
ResponderEliminar¡Si las pillara después de mi posoperatorio...!
(Estoy pendiente de intervención..
Lo sabe Merche Marín.
Acordaos de mí, que me hará falta vuestro apoyo)
UN abraza grande, Kasioles
Estas rosquillas son lo idóneo para quitarse los amargores de la pesadilla; de todas las pesadillas.
ResponderEliminar¡Qué ricas!...
Besos
ozna-ozna: Tanto decían mis rosquillas ¡cómeme! que mis nietos no me han dejado ni la muestra.
ResponderEliminarMe alegro de que te haya gustado mi entrada.
Abrazos en el alma.
Alma Mateos Taborda: Menos mal que encuentro a alguien que puede comprenderme, el que no lo ha pasado nunca, no sabe lo que es.
Gracias Alma.
Hoy quiero mandarte un fuerte abrazo.
Eduardo: Yo no sé como serán las resacas de anís, he oído que muy malas, pero mi pesadilla... doy fe que ha sido ¡horrorosa!
Las rosquillas han tenido mucho éxito.
Abrazos y cariños.
Gala: Tu pregunta es muy buena y mi deber, hubiera sido aclarar un poco más el significado de: HARINA LA QUE ADMITA.
ResponderEliminarCuando llega el momento de agregar harina, al batido de huevos y azúcar, se hará poco a poco, para facilitar la incorporación de la harina. Según vamos removiendo esa masa, notamos que se nos pega a las paredes del recipiente, por esta razón hay que continuar añadiendo más y seguir removiendo.
Llegará el momento en que veamos que la masa se desprende de las paredes del recipiente y además de costar trabajo el moverla, se forma una bola. Ese es el punto justo para dejar de echar más harina.
Ese cuaderno que tienes, debe ser una joya, si quieres compartir alguna receta, ya sabes que yo la haré encantada.
Agradezco el que me hayas dedicado un ratito de tu tiempo.
Abrazos en el corazón.
PiliMªPilar: Ya verás como todo te irá fenomenal.
ResponderEliminar¡Qué pena que no estuviéramos más cerca! Te llevaría, de todo corazón, unas rosquillas.
Avísanos, estaremos pendientes de ti y pediremos para que te recuperes rápido.
Abrazos y cariños.
TriniReina: Muchas gracias por alabar mis rosquillas, tendré que hacer otro día más. A mis nietos e hijos, les han sabido a poco.
¡Hasta voy a creerme que es el remedio idóneo para olvidar pesadillas!
Abrazos en el alma.
Dios mío Kasioles...no te puedes imaginar como me he metido en ese sueño, lo he vivido completamente! (oye...menos mal que la masa esa peluda no tenía dientes! jaja)
ResponderEliminarEs curioso el mundo onírico y las imágenes que nos regala..
Y por cierto, me apunto la receta de rosquillas de anís para hacerlas este finde, qué pinta tienen...dicen ¡muérdeme! ;)
Besos, preciosa
Si estás soñando en silencio,
ResponderEliminarSabes muy bien que surcas los sentidos
Y en las estrellas del pensamiento,
Roza los mares el corazón herido.
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QUERIDA AMIGA eXQUISITA MERIENDA ...UF CON LO QUE ME GUSTA LO DULCE.
BESOS
Marina
Cuando las pesadillas son tan reales que canguelo.
ResponderEliminarMenos mal que luego me has invitado a rosquillas
Un besote
YO NO PUEDO DORMIR, PESADILLAS CASI NO TENGO, PERO A VECES CUANDO UNO SUEÑA Y SE DESPIERTA A LA MAÑANA LE PARECE TODO TAN REAL QUE SE ANGUSTIA.
ResponderEliminarESTUVO LINDO TU RELATO, ME ENCANTÓ.
ESTAS ROSQUITAS(EN ARGENTINA LE DECIMOS ASÍ) SON GENIALES. MMMMMM ME DAN GANAS DE HACERLAS, ES QUE SOY PESIMA CONCINANDO.
BESOS GIGANTES.
Lo de tener buen dormir es como una loteria.Y las rosquillas..¡¡¡que pinta!!!
ResponderEliminarPor cierto soy Pérfida
Un saludo coleguita
asu con esa comida se me van las pesadillas y empiezo a soñar.
ResponderEliminarKasioles y vaya susto! Eso sí, les queda perfecto el nombre de
ResponderEliminarpesadillas, como que suena a algo descompuesto. Desajuste donde lo cotidiano da miedo.
Lo bueno que te despertaste y todo como siempre, bueno casi.
Deliciosa suena tu receta , la voy a probar.
Un abrazo y ya sabes, a veces tardo en poner comentario pero te sigo siempre amiga cocinera-poeta.
A veces se sueñan cosas que parecen tan reales que hasta te asustan, jeje menos mal que todo quedó en una pesadilla no?
ResponderEliminarLo que se ve guapo es esa mesa preparada para la merienda con esas rosquillitas, uhmmmm vaya pinta que tienen.
un besote de sabores
Mi querida Kasiole
ResponderEliminarSolo vengo a darte las gracias, a decirte que te quiero mucho y a dejarte mis besitos en el alma
Scarlet2807
Hola Kasiole, he leído despacito tu "mal dormir, tu pesadilla" y siento mucho porque sé que se pasa realmente mal.
ResponderEliminarCuando he visto las rosquillas me he quedado recordando cómo las hacía mi madre y cuánto me gustaban. Ella les daba un toque especial.
Gracias por compartir y un fuerte abrazo.
Amiguita Kasioles, que tentadoras rosquillas nos ofreces, una delicia a pedir de boca, me encantan, me comería todas sin dudar.
ResponderEliminarTe aseguro que las pesadillas se olvidan con tanta delicia.
Abrazos alados, bella!
Lia: Yo también lo he vivido, pero lo mío es mucho peor,he sentido como si todo fuese real.
ResponderEliminarMucha suerte te deseo al hacer las rosquillas, son fáciles y te gustarán.
Abrazos.
Marina-Emer: Muchas gracias por esas bellas estrofas que has dejado en mi blog.
Me alegra saber que valoras mis rosquillas, mis nietos, que son muy golosos, estaban encantados.
Abrazos y cariños.
40añera: Aquí solemos decir: Con las pesadillas me entra un canguis...
Ya sabía yo, que las rosquillas eran una buena compensación.
Un fuerte abrazo al corazón.
Luján Fraix: Tienes razón en lo que me dices, pero yo prefiero tener dulces sueños.
No te preocupes, aunque no se te dé bien la cocina,si haces estas rosquillas, te saldrán bien, son fáciles.
Lee el comentario que le he hecho a Gala, te ayudará.
También te facilitará el hacerlas, el elegir una taza pequeña como medida, incluso echar un solo huevo, te saldrán menos rosquillas, pero te darán menos trabajo y así irás aprendiendo.
¡Anímate!
Besos.
La Pérfida Canalla: Hace tiempo, he dormido fatal, pero ahora que ya dormía bien....
ResponderEliminarEstoy encantada de recibirte en mi casa, regresa cuando gustes, intentaré que mi puerta se abra con mejores sueños.
Abrazos.
David.C: Me gusta que gente positiva entre en mi blog, y además valore mi cocina. Muchas gracias.
Abrazos y cariños.
Leticia: Según se van pasando los días de esta semana, mi miedo también se va disipando.
Me alegra que te guste mi receta, puedes leer los comentarios que he escrito para Gala y Luján, te ayudarán cuando las hagas.
Ya sabes que me alegra mucho verte por mis pucheros.
Abrazos en el corazón.
Orthos: Menos mal que todo ha quedado atrás ¡qué alivio!
Me alegra saber que has reparado en mi mesa, el presentar las comidas adecuadamente, siempre me ha gustado. También solemos comer por la vista y es bueno realzar los platos.
Abrazos en el alma.
Scarlet: Siempre eres bien recibida. Pese a que estamos muy lejos, eso no influye para que, entre las dos, exista un cariño muy especial. Ya sabes que tus poemas, siempre me llegan al corazón y te admiro.
Abrazos en el alma.
Beatriz Salas: Me complace encontrarme contigo y puedas entender mi pesadilla. A mi familia, les ha causado risa ¡con el miedo que yo he pasado!
ResponderEliminarLas madres, querida amiga, son tan especiales, que todo lo que hacían, tenía algo de magia, el calor y el cariño que ponían en cada receta, las convertía en únicas e irrepetibles.
Abrazos en esa alma que emite tan bella voz.
Amiga Kasioles,
ResponderEliminarA veces los sueños se confunden con la realidad..
No te ha pasado que a veces por el dia pasa algo en tu vida y piensas..lo he vivido otra vez o lo habre soñado.!!
las rosquillas deliciosas..me ha encantado tu entrada
besos
Diana: Me alegra saber que mis rosquillas dan ganas de comérselas.
ResponderEliminarOtro tanto les ha pasado a todos los de esta casa, se las han comido rápido.
Abrazos y cariños.
J Valentina: Ahora que lo mencionas... si que he tenido la sensación de haberlo vivido o soñado.
Muchas veces soñamos y al día siguiente, ya no nos acordamos de nada.
Puede ser que en el subconsciente se vayan depositando los sueños y, en un momento determinado, salgan a la luz, por eso tenemos esa sensación.
Me alegro te gusten las rosquillas.
Abrazos en el corazón.
Kasioles,he vivido tu sueño y me ha parecido tan real,que he intentado asomarme también yo detrás de tu cama para ver qué era...Menos mal,que ha sido todo un sueño,aunque dicen que los sueños nos dejan mensajes y lecciones para aprender,amiga.
ResponderEliminarTus rosquillas se cómo están de buenas,porque en mi pueblo las hace todo el mundo y a mi me encantan.
Espero que no estés nunca triste,ni tengas desagradables presagios,porque la teoría del "desdoblamiento"creo que es una maravilla para cambiar nuestro futuro,mandando pensamientos con gran energía.
Te dejo mi gratitud y mi abrazo grande,amiga.
M.Jesús
Si Kasioles,en verdad se pasa muy mal con las pesadillas, yo estaba pensando y preguntándome será el gato de otra bloguera que se llama Chus y llevo persiguiéndole unos cuantos meses dándole garrotazos donde lo pillo.
ResponderEliminarBueno las rosquillas tiene que estar para chuparse los dedos.
Gracias por tú amable visita.
Bueno, obviando las pesadillas, me imagino que a estas alturas no quede ni una rosquilla, pero te dejo como siempre mi abrazo y el deseo de un bello fin de semana.
ResponderEliminarMe encantan las rosquillas pero yo como soy una negada de la cocina pues nada que no hay manera, pero bueno es mi cruz, juro que lo intentaré de nuevo.
ResponderEliminarYo pocas veces me acuerdo de mis sueños, pero te aseguro que cuando lo hago la gran mayoría son malos, que pesadilla jejej.
Besitos y sonrisas con sabor a rosquillas, hummmmmm que ricas:-)
¡¡Aaay las pesadillas, qué horror, KASIOLES bonita!!
ResponderEliminarYo duermo muy poquito, porque con poco me llega, pero a veces esas pocas horas se me llenan de historias espantosas como la tuya y me pregunto si no hubiera sido mejor no cerrar los ojos... en fin...¡¡ya pasó!!
Ahora disfruta de tus riquísimas rosquillas , de tu Antonio , de toda la gente que te rodea a tu lado y desde aquí a lo lejos...aunque no tanto :-)
Un beso muuuuy grande cielo y muy feliz finde
¡Vaya pesadilla! ¿Qué dispara estas fábulas oníricas, sus fenómenos, atmósferas, locaciones y personajes? Sé que nosotros mismos -experiencias, deseos, temores, alegrías, etcétera-, pero ésa ¡tan fea! En fin. Que todo se arregla con unas deliciosas rosquillas como las que nos dejas, y un aromático café.
ResponderEliminarUn abrazo.
(Nunca me costó tanto venir a nuestros pucheros. Otro abrazo)
Tengo problemas con el ordenador para hacer comentarios. Probando.
ResponderEliminarMajecarmu: Muchas gracias por tus consejos. Intentaré aprender de mis sueños y pesadillas, tendré que analizarme mejor.
ResponderEliminarTe he comentado que estuve leyendo la Teoría del desdoblamiento, todavía me quedan cosas por digerir, pero hay una que intentaré llevar a la práctica: SER MÁS POSITIVA.
Abrazos en el corazón para mi tierna amiga.
Jose: Todavía no he llegado a saber si era gato o perro, me da igual, lo que cuenta es que he pasado un rato fatal, no se lo deseo a nadie.
Me alegra saber que mis rosquillas hayan tenido tanto éxito.
Abrazos y cariños.
Alborada: Has acertado, ya no me quedan rosquillas.
Pero agradezco ese cariñoso abrazo que me mandas, otro tanto quiero hacer yo.
Cariños.
Simplementeyo:La cocina sólo requiere cariño y mucha paciencia, no hay que olvidar la intención de hacer, tanto da sean rosquillas o unos huevos fritos, todo tiene su encanto.
Lo que tienes que hacer es intentarlo, te sorprenderás de los buenos resultados que vas a obtener.
Abrazos y mucho ánimo.
María: He tenido malas temporadas y me pasaba las noches sin dormir, pero llevo meses durmiendo bien y me levanto mucho mejor, pero hay días... prefiero no recordar.
ResponderEliminarPor lo que me cuentas, ya sabes, al igual que yo, lo mal que se pasa.
No creas que soy golosa, las hago para todos aquellos que están a mi alrededor, les encanta todo lo dulce.
Cariños.
Julio Díaz-Escamilla: Hoy te reciben mis pucheros con alegría, la cocina está humeante con un rico olor a repostería, no hay ni restos de aquél animal.
Mis amigas del blog, me dan consejos para analizar mis sueños pesados, dicen que tengo que ahondar en mi interior, que me preste más atención.
Puede ser cierto, muchas veces me olvido de mí por dedicarme a agradar a los demás, pese a ello, yo me siento feliz y eso es algo positivo y digno de valorar.
Abrazos y cariños.
Se que sentirias bastante miedo con esa pesadilla, pues leyendote, lo he sentido.
ResponderEliminarIntentaré las rosquilla, para cuando vengan mis nietos. El azucar glas, la hago con el molinillo del café.
Si veo que te pueden interesar, te voy a enviar, por correo, un par de recetas de dulces típicos sevillanos.
Eso si no eres de aquí. pero creo que estás de Madrid para arriba.
Salñudos manolo
Cielo, ésta me la guardo, que nos encantan las rosquillas y aunque sea casi pecado comérselas por el peso, me da exactamente igual, hay que disfrutar de los placeres de la vida y éste es uno de ellos.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y feliz domingo preciosa