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sábado, 3 de diciembre de 2011

ROLLITOS DE TORTILLA RELLENOS DE PECHUGA DE PAVO Y QUESO.

Querida madre: Como te había anunciado, el domingo pasado nos hemos reunido todos con Máriel.

Salimos de aquí con una niebla baja y espesa, apenas si se veía, menos mal que a los pocos kilómetros empezó a levantar , la visibilidad aumentó y al poco salió un sol de otoño que invitaba a pasear.

Quedamos en un parque muy grande, para que los más pequeños pudieran jugar, los mayores también disfrutaron respirando un aire puro y admirando la vegetación otoñal.

Los abuelos cogimos a los niños y los llevamos a ver unas marionetas, luego estuvimos riendo con unos payasos y más tarde, contemplamos como un señor hacía pompas sumergiendo una doble cuerda en un cubo con agua jabonosa.

Máriel había reservado mesa en un restaurante de comida gallega: La gran pulpería, sabe que nos gusta a todos y allí degustamos unos productos de la tierra extraordinarios. Hacía tiempo que no comía esa tortilla, que llora por dentro, y es típica de Las Casillas de Betanzos. Me acordé de ti, madre, no pude remediarlo.

Por la tarde estuvimos en casa de Willi, nos enseñó la nueva decoración del salón y de los baños, le ha quedado todo muy acogedor y bonito.

Entre charla y charla, un café, unas pastas buenísimas y unos bombones, se hizo la hora de volver a casa.

El regreso fue lento, la niebla se volvió a apoderar de la carretera, era tanto el cariño que le tenía al pavimento, que no dejaba de abrazarlo para fastidio de los que por allí circulábamos.

El sol, ya hacía bastante tiempo que se había metido y la niebla nos acompañó hasta que ¡al fin! hemos llegado a casa.

El lunes, Máriel salía de viaje, se va a Boston, prometió que nos llamaría.

Antes de mandarte la receta de esta semana, quiero que leas esto:


El otro día la Aurora
Llegó pronto a despertarme
Me traía una misiva
Con consejos importantes

Era una carta de ayuda
Para mi sentir constante
Por esa huella que deja
La partida de una madre

No quería que sufriera
Sólo quería ayudarme
Me decía muchas cosas
Todas para consolarme

Me recordaba la Aurora
Que no tengo que estar triste
Que debo estar yo alegre
Porque tú nunca te fuiste

Que tú sigues a mi lado
Vigilando lo que hago
Que sufres cuando yo lloro
Y en mí está el evitarlo

Que tampoco estás allí
Donde yo suelo ir a verte
Que tu energía ha volado
Pero quieres protegerme

Yo creo que la Aurora tiene
Pero que mucha razón
Lo que ocurre, madre mía
Es que duele el corazón

Gracias mil por los consejos
Que en cuenta he de tener
Aurora, alba del día
Yo nunca te olvidaré.

Y ahora ya llega la hora de mandarte la receta: ROLLITOS DE TORTILLA CON PECHUGA DE PAVO Y QUESO.

1- Hacer una tortilla francesa con dos huevos, unas gotas de aceite y una pizca de sal, dejarla estirada, emplear una sartén bien grande, se le da la vuelta y se retira, dejar templar o enfríar.

2-Mientras, mezclar mayonesa con una lata pequeña de bonito y un pepinillo muy picadito. Reservar,

3-Cuando la tortilla está fría, se pone sobre un papel albal, cuidando de que no se rompa.

4-Extender sobre ella una capa de queso azul o cualquier tipo de queso para untar, sobre él, poner unas lonchas de pavo o de jamón de York, colocar una lámina de queso blando y cubrir todo con la mayonesa de bonito.

5-Con ayuda del papel albal, ir enrollando la tortilla, presionando un poco para que el relleno quede bien compactado.

6-Cerrar el rollo por los dos extremos, retorciéndolos como si de un caramelo grande se tratase.

7-Meter el rollo en el frigorífico por espacio de tres o más horas.




8-Pasado el tiempo, retirar con cuidado el papel albal y cortar en rodajas el rulo de tortilla.

9-Se presenta sobre una fuente cubierta con lechugas variadas y unos canónigos. Aliñar a gusto y ponerle por encima unos granos de granada.

Siento que la granada utilizada saliera tan pálida, tratar de buscar unos granos bien rojos, le darán color al plato y lo convertirá en un económico entrante navideño.

Se acercan unas fechas que no me gustan, todo son recuerdos y sabes que no nos sentimos bien sin ti.

La próxima semana volveré, mientras tanto, recibe un fuerte abrazo y todo el cariño de tu hija.

                                                 Kasioles