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sábado, 23 de noviembre de 2013

PARA LOS DIAS FRIOS... CALDO GALLEGO


Querida madre: Esta semana ando un poco retrasada, hoy ya es viernes y aún no tengo nada escrito ni preparado para enviarte mañana la carta.
Intentaré ser lo más concisa posible y te contaré lo que estoy haciendo.
Como no encuentro manteles, lo suficientemente largos, que cubran la mesa para cuando nos juntamos todos, estoy haciendo uno, de color rosa, para Navidad. Lo he cortado completo, mide tres metros y medio de largo y cuelga suficiente por todos los lados de la mesa, como a ti te gusta. Aún me falta coserle la puntilla todo alrededor.
Lleva 15 servilletas ¡cuánto me gustaría poder hacer alguna más!
Y si te digo la verdad, en cada puntada que doy, no puedo por menos que acordarme de ti y de lo que me decías siempre:
¡Hija! Cuando yo falte…tú, que eres muy lista (gracias madre, por verme así) ya verás que bien te vas a defender con la aguja, estoy segura de que todo te saldrá perfecto.

Y recordando tus palabras…hasta me creo que eres tú la que guía mi mano para que todo me salga bien.

Contra mi costumbre, también he salido dos días en esta semana. Hemos ido a comprarle el regalo de cumpleaños a Máriel y, otro de los días, lo aproveché para buscar un adorno navideño que me haga juego con el mantel y hacer con él un centro de mesa.

Entre entradas y salidas, he preparado un caldo gallego con unas nabizas que me ha traído Sonsoles de Orense (se fueron allí con los niños a pasar el fin de semana pasado) y ese olorcillo que desprendía la verdura al cocer con el unto, me inundó la casa de recuerdos, tan entrañables, que hasta he llegado a creerme que eras tú, la que con tanto cariño, preparabas ese caldo para mí.

Con tu recuerdo en mi corazón, hoy soy yo la que te ofrece un plato de esa rica verdura que tanto te gustaba.

Pero antes de meterme en la cocina, le he escrito algo para Anthony:
 

 

Un toque y soplo de vida
Otro toque de ilusión
De locura, de pasión
Es lo que siento contigo
Al disfrutar de tu amor.
En cada momento juntos
He creído que habitaba
En un mundo imaginario
Hecho con sueños de amor.
Un mundo tan solo nuestro
Que construimos los dos
Porque cada amor encierra
Magia en los corazones
Que al latir tan abrazados
Inventan, a cada instante
Sensaciones melodiosas
Que acarician y enternecen
Que susurran y apasionan
Convirtiendo ese momento
En dulce locura de amor.
Y yo me dejo envolver
Por ese tierno sentir
Que acelera mi latir
Y hace que te diga siempre:
¡No podré vivir sin ti!
 
Y ahora es el momento de preparar ese caldo que te prometí:

INGREDIENTES:

Dependiendo de la cantidad que queramos hacer, se necesitarán dos o tres manojos de grelos o nabizas, un trocito pequeño de unto, dos o tres patatas grandes, uno o dos puñados de alubias blancas, un hueso y pieles de jamón, otro hueso de ternera, morcillo o falda de ternera, un trozo de tocino salado y unos chorizos.



 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
PREPARACIÓN:
 
1- El día anterior, poner las alubias a remojar en agua fría y, al día siguiente, poner sobre el fuego una olla con las alubias escurridas, el trozo de unto, los huesos, la carne, en fin, todos los ingredientes menos la verdura, las patatas y los chorizos.
 
 
2- Cubrir con agua fría, poner la olla sobre el fuego y dejar cocer. Desespumar el caldo.
 
 
3- Mientras, escoger la verdura, desechar aquellas hojas que tengan un color amarillento y cortar la raíz, en el caso de las nabizas. Lavarla en abundante agua para eliminar las posibles arenillas que pudiesen tener.


4- Trocearla y reservar.


5- Cuando las carnes estén ablandando, se pelan y pican las patatas, cascándolas en trocitos muy pequeños.


6- Añadirlas al caldo y dejar que siga cociendo todo junto.

7- Al poco, se incorpora la verdura troceada y los chorizos.

 
8- Dejar cocer a fuego moderado hasta que todo esté bien tierno.

9- Servir el caldo por un lado, como primer plato y el resto de las carnes y chorizos por otro. Yo suelo acompañar el segundo plato con unas patatas cocidas enteras.




 

Notas:

Grelo: Es el brote del nabo, tiene el tallo algo grueso y en el extremo de sus hojas salen las flores, hay que cortarlos antes de que se abran para que el grelo sea más tierno.

Nabiza: Son las hojas del nabo, los tallos son muy delgados y tiernos, se recogen antes de que aparezcan las flores.

Unto: Es la grasa del animal, una especie de tela que recubre la panza del cerdo, se sala, se forma una bola con ella y se deja secar, adquiere un color amarillento y un olor característico. No se come, sólo es para dar ese sabor característico que tiene el caldo gallego.

 
El domingo, Máriel celebra su cumpleaños, nos reuniremos todos en Segovia y pasaremos allí la mayor parte del día, ya te contaré.

Te dejo un fuerte abrazo junto con el cariño de toda la familia.

                                       
                                   Kasioles

domingo, 17 de noviembre de 2013

PIMIENTOS DEL PIQUILLO RELLENOS CON SALSA DE PUERROS

Querida madre:
Estamos ya a mediados del mes de Noviembre. En  esta tierra, por estas fechas, siempre hemos tenido frío pero, este año ha sido diferente, el veranillo de San Martín se ha prolongado y hasta hoy no hemos tenido que recurrir a la calefacción.

Con el cambio de hora, desde hace unos días, las tardes, que más bien parecen noches, hay veces que se hacen interminables ¡cuánto me acuerdo de ti! ¿Recuerdas que siempre me decías que no te gustaban estos días por la falta de luz?

Cada vez estoy más convencida de que esta vida es una rueda, pues algo similar me está pasando a mí.

Pero tú bien sabes que, con un bolígrafo en la mano, soy capaz de volar alto, de revivir momentos inolvidables y de ver el sol cuando sólo hay tinieblas.

En este instante, mi imaginación retrocede años y me acuerdo de cuando conocí a Anthony y que, de tarde en tarde, me venía a ver.

Nos separaban cientos de kilómetros, pero la distancia nunca ha sido obstáculo para seguir queriéndonos ¡qué cortos se me hacían esos días que estaba con él!

Y, para colmo de males, en aquél tiempo, Kasioles no podía ni imitar a la Cenicienta, tenía que regresar a casa a las diez en punto ¡Pero si hasta recuerdo que tuvimos que salir del cine antes de que se acabara la película, para que yo pudiese llegar a la hora!

Con el recuerdo de esos días maravillosos, escribo para él:
 
 
Es la canción de Bésame mucho cantada por Lucho Gatica
 
Y cuando he vuelto a verte…
La emoción se hizo silencio
Por más que intentaba decirte…
¡Cuánto me costaba hacerlo!
Mi mirada, con rubor
Cohibida ante el encuentro
Hablaba más que decía
Y tú…notabas mi intento.
Sin contacto con tu piel
Nos besamos en silencio
Nos abrazamos con fuerza
Y acariciábamos con besos.
¡Y pensar que no nos atrevíamos!
¡Eran otros tiempos!
Pero…
Sin hablar, nos arrullábamos
Sin hablar, nos comprendíamos
Sin hablar, nos besábamos
Y sólo con la mirada…
Sabíamos lo que sentíamos.
El contacto de tus manos
Cuando cogías las mías
Transmitía la emoción
El cariño y la pasión
Que desataba el sentir
Encerrado en mi corazón.
Y mis ojos te miraban
Siempre tan llenos de amor…
Que sin pronunciar palabras
Sabías que te decía:
¡Que te amaba con pasión!

Y ahora llega el momento de la cocina, esta semana prepararé unos pimientos rellenos de carne.

Los hago aprovechando unos trozos que me han quedado de una carne asada, pero también se puede hacer de pollo, gallina, carne de cocido etc.

INGREDIENTES: Trozos de carne cocida o asada muy picados, dos huevos cocidos troceados muy menudos, dos lonchas de jamón serrano, salsa de tomate (unos 150cc) una o dos latas de pimientos del piquillo, harina y huevo para rebozar.
 
 
PREPARACIÓN:
 
1.- Con ayuda de una picadora, trocear la carne, reservar y, a continuación, se hará lo mismo con los huevos cocidos y el jamón. Mezclar en un bol estos ingredientes.


2.- Agregar a la mezcla anterior un poco de tomate frito, ir añadiéndolo poco a poco, la preparación resultante debe quedar consistente.


3.- Remover para mezclar hasta que el conjunto quede homogéneo.


4.- Con ayuda de una cucharilla, ir rellenando cada pimiento. Los que estén rotos, se reservarán junto con su jugo, para hacer más tarde la salsa.
 
 
5.- Rebozar cada uno en harina.
 
 
6.- Pasarlos por el huevo batido, escurrirlos bien y reservar.
 
 
 
7.- Freírlos en una sartén, teniendo cuidado de que el aceite no esté demasiado caliente. Reservar.
 
 

8.- INGREDIENTES PARA LA SALSA: Un diente de ajo, un puerro, un cuenco pequeño de salsa de tomate y los pimientos rotos con el jugo que venía en las latas.
 
 
9.- PREPARACIÓN: En una sartén con un poco de aceite, poner a pochar el diente de ajo y el puerro muy picados, cuando vayan ablandando, se agregan los pimientos, se deja que se rehogue todo junto y, cuando todo esté bien pochado, se incorporará la salsa de tomate.
 
Pasar todo el contenido de la sartén a un vaso batidor y triturar con batidora eléctrica.
 

10.- Volcar la salsa resultante sobre los pimientos y servir.
 


 
Madre, pese al frío, iré hasta allí este fin de semana, recogeré todas las flores marchitas y pondré otras nuevas.

Te dejo abrazos y cariños de todos y de tu hija, ya sabes que siempre tienes uno tan sentido y especial, que me mueve a dártelo cada semana y que lo lanzo al viento para que con las alas del amor, llegue hasta tu corazón.

                                   Kasioles